Si algo destaca a Alguien tiene que morir, la miniserie de Netflix creada por el autor de La casa de las flores, el mexicano Manolo Caro, es su
elenco de estrellas. Y entre tantos apellidos destacados, uno sobresale por su trayectoria: se trata de Carmen Maura, ex chica Almodóvar, una de las principales actrices españolas.
La historia transcurre en 1954 en España, y empieza con el regreso de Gabino (Alejandro Speitzer), un joven de buena reputación que llega a su casa natal luego de vivir en México durante algunos años. Sus padres, cansados de no verlo, le piden que vuelva para que conozca a la prometida que le consiguieron. Entonces el joven aparece en el pueblo acompañado de un misterioso bailarín llamado Lázaro.
Esta llegada generará conflictos en el seno de una familia sumamente conservadora y muy acaudalada, que vive en una ciudad bajo un régimen opresor, capaz de tomar cualquier tipo de medidas. Dentro de ese contexto, Maura interpreta a Amparo Falcón, la abuela de Gabino y la madre de Gregorio (Ernesto Alterio), el padre de la familia.
Compleja criatura de ficción le tocó a Carmen Maura en esta serie de época, sobre una España que condenaba la homosexualidad. Foto Netflix.
Amparo es una abuela de clase acomodada con un carácter complicado. No le hace ninguna gracia ver que, tras una década en México, su nieto vuelve a España acompañado de un bailarín mexicano (Isaac Hernández) con el que tal vez podría estar manteniendo una relación.
“Trabajar con Manolo me hacía mucha ilusión y habría hecho lo que me hubiera propuesto hacer, me daba igual si era drama o comedia”, declaró Maura a la revista española Cinemanía. Ella sabe de primera mano cómo fue el franquismo en España: “El franquismo me lo tragué un buen tiempo. Recuerdo perfectamente lo que era Madrid en esa época. Era todo muy gris y difícil”.
“Soy de Madrid y era un sitio muy triste. La ropa, la ambientación, las relaciones familiares, esa cosa negra de nuestra historia, la caza, que está muy presente en la serie… era así. Y las relaciones con el servicio son algo de lo que me acuerdo tan bien, están tan bien llevadas a pantalla”.
Siempre de negro, Amparo se impone aún cuando calle. Enorme trabajo de Camen Maura. Foto Netflix.
La actriz de Mujer al borde de un ataque de nervios elogió la puesta en escena que logró Caro: “Lo ha retratado muy bien, aunque sea mexicano. Me encanta que Madrid haya cambiado tanto. Antes no había fiestas ni nada, era todo muy negro”.
Su descripción de la criatura a la que le tocó interpretar no tiene medias tintas: “Amparo es la abuela de la familia, una mujer con mucho carácter. Campeona de tiro de pichón, las armas son una cosa muy importante para ellos. Era una época en la que aún había esa sensación de que la abuela tiene verdadero peso en la familia. La casa de la serie, por ejemplo, es mía”.
Maura hace un contrapunto entre el respeto que inspira su personaje con lo que le sucede en la vida real: “Hoy mi nieta me dice que no soy nadie porque no estoy en las redes sociales”. Pero claro que ella es una abuela mucho más amorosa y afectuosa que el personaje que le tocó en suerte.
El estelar elenco de “Alguien tiene que morir”, de Manolo Caro.
Amparo es seca, dura, recia. Ama a su nieto, pero quiere que sea tal cual el mandato familiar indica, y que no se aparte ni un ápice de lo que el apellido indica para él. Todos viven bajo su techo, por eso se cree con la autoridad moral como para indicar lo que cada uno debe hacer.
Tiene un gran desprecio por todos los que no pertenecen a su misma clase, y ni hablar de lo que piensa de los mexicanos. Ella encarna el núcleo duro del conservadurismo que impregna a toda esa familia que, de todos modos, oculta secretos vergonzantes. Todo transcurre en una Madrid franquista y conservadora donde las apariencias lo eran todo.
Todo lo contrario a la libertad que experimentó Maura a lo largo de su carrera. Fue la primera en recibir el apodo de chica Almodóvar: a las órdenes del manchego protagonizó películas como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o Volver.
Carlos Cuevas, Ester Expósito, Isaac Hernández y Alejandro Speitzer en “Alguien tiene que morir”. Foto Netflix
Entre otras películas recordadas de su carrera figuran ¡Ay, Carmela!, Sé infiel y no mires con quién, La comunidad, 800 balas, Las chicas de la sexta planta o Las brujas de Zugarramurdi.
A los 75 años, es una de las actrices más consagradas de España. Desarrolló su carrera también en Francia, y ganó cuatro premios Goya (récord solo igualado en el cine español por Verónica Forqué), y un premio César del cine francés, así como del premio a la mejor actriz del prestigioso Festival de Cannes.
Durante años fue la actriz más galardonada por la Academia del Cine Europeo (1988 y 1990), honor que en la actualidad comparte con Isabelle Huppert, Juliette Binoche y Charlotte Rampling.
SL
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