Brad Pitt y Angelina Jolie terminan el juicio de divorcio con más de 30 testigos

después de haber contraído matrimonio oficialmente y tras diez de convivencia. Desde entonces ambos luchan, con todos los trucos que la ley les ha permitido -o no-, por sus hijos, tres adoptados y tres biológicos.

Casi dos años después de llegar a un primer acuerdo con su ex, el actor sigue reclamando la tutela compartida al cincuenta por ciento de cinco de sus seis hijos, los que son menores de edad: Pax, de 16 años; Zahara, de 15; Shiloh, de 14, y los gemelos Knox y Vivienne, de 12. En el caso del sexto hijo, Maddox, que en agosto cumplió 19 años, ya es mayor de edad y, por tanto puede elegir el tipo de relación que quiere tener con sus progenitores. El joven no parece haber perdonado a su padre y ha elegido a su madre, con la que ahora se encuentra en Los Ángeles.

Para la batalla final, que concluye esta semana de fines de octubre, la pareja no ha dudado en recurrir a todo un arsenal de expertos y amigos para que testifiquen a su favor. “Hay un montón de personas del lado de Brad que están listas para ofrecer testimonio sobre su devoción como padre”, decía una persona del entorno del actor a la revista Star. “Su familia está al frente, pero Jennifer Aniston, Alia Shawkat y muchos otros famosos están con él”.

Para lograr la custodia compartida de sus hijos al cincuenta por ciento, Brad Pitt cuenta con el apoyo de las declaraciones de hasta 21 personas. La lista incluye a expertos como el psicólogo Stan Katz, que testificó en el juicio por abuso de menores de Michael Jackson; la experta en traumas Bren Chasse; el doctor Fred Luskin, experto en terapia de culpabilidad; el jefe de seguridad William Thiel; Melissa Brymer, directora de programas de terrorismo y desastres del Centro Nacional de UCLA-Duke contra el estrés traumático infantil. En la lista de profesionales también hay lugar para un neuropsicólogo, un psicólogo de divorcios, un profesor de Psicología Clínica, un especialista en educación, un experto en violencia doméstica, dos guardias de seguridad, tres asistentes personales, un amigo de la familia y una testigo que se cree que era una exniñera de los hijos.

En esta extensa lista de allegados y amigos de Pitt hay un nombre que ha llamado la atención en los mentideros de Hollywood. Se trata de la actriz Jillian Armenante, que compartió reparto en dos películas junto a Angelina Jolie: Inocencia interrumpida (1999) y Un corazón invencible (2007), esta última rodada dos años después de Pitt y Jolie se enamoraran en Sr. y Sra. Smith (2005). Los medios especializados de Hollywood se están devanando los sesos por saber qué puede haber dicho la actriz, que para además es madrina de Maddox Jolie-Pitt, sobre la que se supone que es su amiga Angelina.

Jolie sufrió un revés cuando fracasó en una extraña maniobra el pasado agosto para intentar retrasar el juicio recusando al juez privado que la propia pareja había elegido. La actriz alegaba que el magistrado, que curiosamente fue el mismo que les casó, tenía vínculos profesionales con una de las abogadas de Brad Pitt.

Ahora la actriz va a poner toda la artillería a su favor y también ha recurrido a colegas para que salgan en su defensa, aunque parece que la lista de munición es más corta que la de su ex. Según Star, Jolie ha citado a siete personas, entre los que se encuentran el propio Pitt y ella misma para tratar de demostrar que el actor, al que ha acusado de malos tratos cuando bebía, no es una persona fiable para cuidar a los niños. “Insiste en que combatirá con las mismas armas si Brad quiere seguir la línea de testigos conocidos”, explicaba un informante al citado medio. “Estará feliz de llamar a su propia familia, además de personas como Elle Fanning (compañera de reparto en Maléfica) y Colin Farrell (se conocieron en Alejandro Magno)”.

Se supone que los argumentos de Jolie habrán sido los mismos en que basó su separación: que el actor no es una persona responsable, que infligió malos tratos a su Maddox y que es dañino para sus hijos, aunque pague religiosamente los gastos de manutención que le corresponden y haga todo lo posible por ver a sus hijos.

Pitt, por su parte, quiere evitar a toda costa que su ex se mude con toda la familia a Inglaterra. El actor desea que los niños asistan a un colegio de Los Ángeles de manera presencial, rompiendo la dinámica de Jolie de que estén escolarizados en casa o en el extranjero, como es el caso de Maddox, que estudiaba Bioquímica en Seúl (Corea del Sur) hasta que estalló la pandemia de coronavirus.Si hay algo en todo este embrollo en que ambos actores han logrado ponerse de acuerdo es en que sus hijos no suban al estrado.

Jolie y Pitt, como otros famosos, contrataron los servicios de un juez privado para mantener en completa privacidad los documentos y detalles personales y financieros de su divorcio, que formalizaron en el 2019 después de que sus abogados pidieran un “juicio bifurcado”, que permite que dos personas casadas pueden declararse solteras aunque su divorcio siga sin resolverse.

El pasado junio Angelina Jolie manifestó a la revista People que se separó de Brad Pitt por el “bienestar” de sus seis hijos a quienes calificó de seres “muy valientes y muy fuertes”, y añadió que “fue la decisión correcta”. Pese a los cuatro años desde su separación, dice que sigue centrada en curarse: “Algunos se han aprovechado de mi silencio, y los niños ven mentiras sobre ellos mismos en los medios de comunicación, pero les recuerdo que conocen su propia verdad”.

Por su parte, Pitt parece decidido a estar todo lo presente que pueda en la vida de sus hijos, pese a las trabas que hasta ahora le pone su ex. El pasado febrero no asistió a los premios Bafta, en Londres, porque Zahara y Shiloh acababan de someterse a sendas cirugías y él prefirió permanecer a su lado. También ha reconocido públicamente sus problemas con el alcohol, en un paso más en su terapia hacia la sobriedad. “Bebía mucho. Se convirtió en un problema. Estoy realmente feliz de que haya pasado medio año sin beber, lo cual es agridulce por lo ocurrido, pero vuelvo a tener el control de mis acciones”, explicaba en una entrevista en 2017. “Dejé todo excepto la bebida cuando formé mi familia”, reconocía.

Se espera que el fallo de este litigio interminable se dé a conocer, a más tardar, el 21 de diciembre. Tal vez a partir de entonces llegue el sosiego a una carismática familia numerosa que parecía ideal e indestructible, hasta que todo estalló por los aires.

Fuente: La Vanguardia

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