Por miedo a faltantes y aumentos, volvió el stockeo y hay góndolas vacías en los súper

encontró que faltan productos y que la reposición empieza ralentizare. Por ahora, a fines de octubre, y según aclaran desde las mismas cadenas, la escaces de productos en los súper no es grave. Sin embargo, los huecos en los estantes alarman a los consumidores, que asustados por lo que podría pasar con la economía tratan de abastecerse todo lo que pueden para evitar que una repentina y feroz devaluación los sorprenda con la heladera vacía y sin stock.

Greta sale de un Día, en Villa Urquiza, y comenta que está preocupada por el dólar y que por eso hace una compra, ahora, a fin de mes, mucho más grande de lo que hace habitualmente a esta altura. “Yo por las dudas, adelanto la compra del mes. Es decir, en lugar de esperar a Noviembre, hago ahora una compra grande. Sabé Dios que va pasar el próximo mes”. No quiso contar cuánto gastó pero asegura que fue más de lo que pagó por lo mismo hace tres semanas, cuando arrancaba octubre.

Los empleados de los super visitados por Clarín coincidieron en que el problema del desabastecimiento es el principal miedo de la gente. “No hay problemas con la reposición. Lo que está pasando es que mucha gente salió a comprar como locos la semana pasada. El jueves y el viernes vendimos más que a comienzo de mes. Eso no es normal. La gente está asustada y compra todo lo que puede”, comentó Ariel, que trabaja en la caja de una cadena muy conocida de hipermercados.

Lo mismo dijo Mauro, empleado del Carrefour de Vicente López, donde se veían góndolas con faltantes. “En algunas marcas hay falta de reposición. Pero lo que sí cambió fue el nerviosismo de la gente a la hora de comprar. Estamos vendiendo más ahora que el promedio del mes”. aseguró.

Gabriel también está comprando más de lo que compraría a esta altura del mes. Si bien asegura que está preocupado dice que no se desespera. “Sí me estoy abasteciendo. Pero tampoco mucho. No me voy a volver loco. Estoy llevando más de una compra del día. Pero tampoco esto podría decirse que es comparable a la compra del mes que suelo hacer”, cuenta mientras guarda varios productos en una bolsa.

Clarín también consultó a varias cadenas sobre el asunto y admitieron que “efectivamente hay una caída en los niveles de abastecimiento. No lo vinculamos a la suba del dólar blue ni a la coyuntura de los últimos días, sino a los efectos del congelamiento de precios vigente desde marzo. Viene de los últimos dos meses, con tendencia al alza”.

Desde los supermercados aseguraron, además, que “los proveedores pretenden constantemente aumentar los precios por distintas vías, y nosotros no lo aceptamos, porque no podemos trasladarlos a la góndola. Nuestros precios se declaran cada mañana a la Secretaría de Comercio y, si los subiéramos sin autorización, nos sancionarían de inmediato. Pero los autoservicios, supermercados chinos, almacenes y demás competidores, que explican el 70% del consumo masivo en el país, no están obligados a informar sus precios a diario al Gobierno ni tienen espalda suficiente para resistir los intentos de incrementar precios de sus proveedores. Tampoco se realizan controles suficientes para que cumplan efectivamente el congelamiento”.

Fuentes del sector también aseguran que “los proveedores, por un lado, cuantificaron las entregas a las grandes cadenas para priorizar el abastecimiento de los canales en los que pueden colocar la mercadería a un valor más alto; y por otro lado, hubo proveedores Pyme que, sin espalda para contener los aumentos de sus costos, suspendieron las entregas porque ya no le resulta rentable vendernos al precio que podemos aceptarles”.

Desde el sector admiten que por momentos se pueden producir quiebres de stock y faltantes. Para evitar los huecos en la góndola, los supermercados están recurriendo a nuevos proveedores, lo que genera que la gente se encuentre con marcas que no conocía.

“Hoy sentimos con más fuerza los problemas de abastecimiento en productos básicos como aceite, harina, fideos. Yerba no tanto. En lácteos las menores entregas por parte de primeras marcas se están compensando con una mayor presencia de las marcas alternativas”. dijeron las fuentes consultadas.

Otras voces de los supermercados aseguran que el vacío en las góndolas se debe también a que “hay mucha entrega de productos innovadores” que no se comercializaban al 6 de marzo y que por lo tanto quedan fuera del congelamiento: presentaciones con un nuevo envase, nuevas marcas, etc. Lo que puede notar la gente es una menor variedad de presentaciones, ya que lo que falta se “estira” en la góndola con lo que hay”.

Por su parte, Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), se mostró más preocupado por la situación y dijo que “las empresas nos están entregando la mercadería en forma cuotificada o algunas directamente han dejado de entregar si nos negamos a aceptar aumentos superiores a los autorizados por el Gobierno”.

Y agregó: “El último aumento autorizado rondó el 4%, pero las empresas insisten en que no alcanza. Y la gran mayoría no está cumpliendo: el 80% pretende que aceptemos valores que superan esa pauta y algunas han pasado aumentos incluso mayores al 15%”.

Palpecellli dice que esto se nota en las góndolas. “En aceites no hay faltante por ahora, pero desapareció el surtido. Algunas harinas están faltando. También galletas de todo tipo: muchos proveedores las están al 50%. Arroz directamente no estamos recibiendo. Los huecos en la góndola quizás no se ven tanto, pero es porque los estamos disimulando. El surtido claramente se ha resentido.”

En la recorrida que hizo Clarín se vio que faltantes había en algunos productos pero se nota sobre todo en bebidas, enlatados, harinas, yerbas, productos de cocina y de limpieza y también arroz, fideos y galletitas.

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