La última amenaza de Tablado: “A tu amante le voy a sacar el corazón y me lo voy a comer delante tuyo”
Dejó a su esposa al borde de la muerte, abandonó a sus dos pequeños hijos y desapareció del mapa, aunque algunos aseguran que no está lejos y que alguien lo protege. Justino del Valle Ríos, el hombre que le pegó cinco tiros a su mujer Jéssica Fernández Argüello (28) en su casa de Moreno, pasó su sexto día en la clandestinidad, pese a que su fotografía ya figura entre los criminales más buscados del mundo.
El femicida, de 30 años y nacionalidad paraguaya, tiene pedido de captura internacional por “homicidio agravado por violencia de género en grado de tentativa”. Por pedido del juez interviniente, Interpol emitió en las últimas horas una alerta roja, ante la posibilidad de que intente abandonar Argentina y refugiarse en su país de origen.
Al mismo tiempo, los familiares y allegados a la mujer baleada exigieron su detención en la puerta de la Municipalidad de Moreno. Tania, hermana de la víctima, contó en el lugar que Jéssica continúa internada con respirador mecánico en una sala de terapia intensiva del Hospital Mariano y Luciano de la Vega.
“Necesito que lo atrapen. Mis sobrinos están destrozados”, reclamó la mujer. “No lo agarran porque no lo quieren agarrar. Está prófugo y nadie se mueve. Le dieron tiempo para que se fugue”, aseguró a la prensa.
Tania no solo criticó el accionar de la Justicia sino que también cargó contra la dirigencia política. “Yo no quiero hablar con la intendenta (N. de R.: por Mariel Fernández, del Frente de Todos). ¿Qué me va a decir? Mi hermana tenía tres denuncias. Y nunca le dieron el botón antipánico. Nunca llegó la orden de desalojo para el marido. La dejaron abandonada”, señaló.
El ataque
Jéssica es peluquera y fue baleada el sábado pasado en su casa de la calle Fragata Sarmiento al 3700, en la localidad de Cuartel V, partido de Moreno. Según fuentes policiales, su marido y padre de sus dos hijos de 3 y 4 años, la atacó de cinco disparos cuando descubrió que ella lo había denunciado por violencia de género.
“Lo denunció a escondidas porque le tenía miedo y después me llamó desesperada para que la acompañara y me fui a su casa junto a mi hijo”, contó Tania. La mujer reveló que el agresor se enteró de la denuncia en su contra cuando le revisó el teléfono celular y vio una copia del acta policial. “Te voy a dar tres tiros”, la amenazó cuando ella bañaba a su hijo en la planta alta de su casa.
Aterrada, Jéssica intentó escapar. Sabía que no se trataba de una simple amenaza. “Me contó lo que le dijo y le pedí que agarrara a los chicos y nos fuéramos, pero apenas le dije eso el tipo nos cerró la puerta principal, no podíamos salir”, relató Tania.
La víctima forcejeó con su pareja y terminó en el piso con cinco balazos en el cuerpo. De acuerdo a las fuentes, el agresor escapó después del ataque y todavía permanece prófugo.
Jéssica ingresó al hospital con lesiones múltiples por arma de fuego “con compromiso torácico, abdominal y miembro superior izquierdo”. “Se le practicó una cirugía cardíaca, torácica de urgencia y abdominal, no tuvo compromisos de lesiones de órganos vitales”, explicó el director médico, Emanuel Sabaris.
La joven había denunciado a su pareja tres veces pero seguía viviendo con él porque se negaba a abandonar la casa. Una amiga contó que Jéssica vivía aterrada y que en las últimas semanas dormía con un destornillador debajo de la almohada por temor a que Justino la agrediera.