Un chico de 15 años defendió a su mamá de su padrastro violento y casi termina acusado de homicidio

increparla, primero, verbal y, luego, físicamente. El hijo mayor de la mujer, de 15 años, al escuchar lo que sucedía, intervino en defensa de su mamá y, tras un breve forcejeo, lo tiró al piso. Pero el padrastro murió y el sospechoso del homicidio fue el chico… Por unas horas.

Fuentes de la investigación contaron que ese mismo sábado 7 de noviembre al mediodía, apenas unas 8 horas después de que la policía llegara a la casa donde murió el padrastro, el juez Mariano AlessandrinI no convalidó el pedido de la medida de seguridad que le quiso imponer al adolescente el fiscal Juan Ignacio Colazo.

La médica legista que había revisado el cuerpo de Gustavo Ricardo Mariño, de 40 años, en la casa de Coronel Erezcano al 2400, en el partido de Lanús, fue clave para la decisión del juez Alessandrini de liberar al chico y por eso el fiscal Colazo “la hizo declarar en la comisaría”, para que quede constancia de su apreciación profesional, detallaron las fuentes.

Lo cierto es que Mariño, que tenía ocho causas penales -entre las que figuraban algunas por robo, otras por drogas-, la madrugada del sábado 7 de noviembre había tomado tanto, pero tanto, que cuando la médica constató su muerte “el cuerpo desprendía olor alcohol”, contaron.

“La médica que revisó el cadáver le dijo al fiscal que no había signos de haberse tratado de una muerte violenta e informó que pudo haberse ahogado con su vómito”, explicaron por qué el juez del Juzgado de Garantías del Joven N° 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora decidió ese mismo día al mediodía entregar al chico a su familia.

La pesadilla del adolescente, inimputable por su edad, de sus tres hermanitos y su mamá, llegaba a su fin después de una madrugada signada por la violencia. Es que no bien Mariño atacó a la mujer, el adolescente salió a defender a su mamá.

“El chico le dijo que no le ponga más una mano encima a su mamá, y se le abalanzó. Ahí empezó un forcejeo que terminó cuando lo tomó del cuello y lo tiró al piso”, relataron las fuentes los detalles de la madrugada en la que murió Mariño.

Con el padrastro, totalmente borracho en el piso, la mujer y sus hijos salieron a la calle a pedir auxilio. Y llamaron al 911.

Mientras tanto, la mujer, que -según las fuentes- no había presentado denuncias contra Mariño ante la Justicia por violencia de género, volvió a entrar a la casa y encontró a su pareja “en una posición diferente a la que lo había dejado”, según las fuentes. Estaba muerto.

Cuando la Policía llegó al lugar y le narraron los hechos, enseguida llamaron al fiscal Colazo, de la UFI N°4 del Fuero Penal Juvenil. Eran las 4 de ese sábado trágico y el adolescente era el principal sospechoso de un crimen que no fue.

Con información de Télam

AFG

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