Incluso antes de que el Fiscal General William Barr emitiera un documento en el que autorizaba a los fiscales federales de todo Estados Unidos a investigar “denuncias sustanciales” de
irregularidades en la votación, en caso de que existieran, el Departamento de Justicia ya había empezado a examinar dos denuncias concretas.
Una era una afirmación de la campaña Trump de que miles de personas podían haber votado de forma indebida.
La otra fue una denuncia de un trabajador postal de Pennsylvania de que un director de correos había dado instrucciones a los trabajadores para que pusieran al día las boletas enviadas después del día de las elecciones.
A pesar de que no hay evidencia de fraude, Donald Trump y su campaña siguen insistiendo que se investigue.
Pero hasta ahora, ninguno de los dos casos parece tener mucho peso, según los detalles de las investigaciones. Y la primera acusación tiene al personal militar de Nevada preocupado por haber sido arrastrado a demandas de fraude sin fundamento.
Tanto así, que la firma de abogados que representa a Trump en Pensilvania retiró la demanda por fraude.
No hay evidencia de fraude generalizado en las elecciones de 2020, a pesar de las afirmaciones del presidente Donald Trump. De hecho, los funcionarios electorales de ambos partidos políticos han declarado públicamente que las elecciones transcurrieron normalmente.
Los observadores internacionales, por su parte, confirmaron que no hubo serias irregularidades que eligieran al demócrata Joe Biden como próximo presidente.
“Fraude criminal” en Nevada
Aún así, los abogados de la campaña de Trump enviaron una carta a Barr alegando que habían descubierto lo que describieron como un “fraude criminal de votantes” en Nevada.
Una de las acusaciones de fraude se refiere a supuestos votos mal registrados en Nevada. Foto: EFE
Dijeron además que habían identificado 3.062 personas que emitieron votos por correo “de forma inapropiada” en el Condado de Clark, un área de mucho peso demócrata que incluye Las Vegas y cerca del 75% de la población del Estado.
Esas personas fueron identificadas “cruzando nombres y direcciones de los votantes con la base de datos nacional de cambio de domicilio”, según la carta.
Una copia de la carta de Nevada proporcionada a la agencia AP incluía un gráfico de 62 páginas en el que se enumeraba cada votante, pero la lista no incluía el nombre, la dirección o la afiliación partidaria.
En su lugar, enumeraba a los votantes por condado, ciudad, Estado y código postal de donde se habían mudado, y los nuevos datos de estas categorías correspondientes a donde se habían mudado.
El código postal completo de nueve dígitos puede reducir una dirección a un segmento particular de unas pocas cuadras, e incluso a qué lado de la calle, según el Servicio Postal de los Estados Unidos.
Con Biden liderando a Trump por amplios márgenes en los Estados clave, ninguno de esos temas tendría impacto en el resultado de la elección, incluyendo Nevada y Pensilvania, donde Biden está ganando por 37.000 y 54.000 votos, respectivamente.
Un puesto de votación en Nevada, EE.UU., el Estado en el centro de una denuncia de fraude hecha por Donald Trump. Foto: BLOOMBERG
Pero los activistas del derecho al voto dicen que cientos de personas de la lista parecen estar vinculadas al Ejército de los Estados Unidos.
Militares en controversia
La Unión Americana de Libertades Civiles de Nevada, que está realizando una labor de protección electoral, encontró 157 votantes que figuraban en la lista de una oficina de correos de una base militar, según la abogada del personal Nikki Levy.
Esto significa que probablemente votaron legalmente bajo las protecciones adicionales de la ley federal que permite el voto ausente de los militares y sus familias.
La ley electoral de Nevada estipula que para registrarse para votar, una persona debe haber sido residente durante los 30 días anteriores a una elección, pero no especifica cuánto tiempo un votante ya registrado debe estar físicamente presente en el Estado para participar en una elección.
Miembros del Ejército de EE.UU. temen quedar en el medio de una de las denuncias de fraude de Trump. Foto: REUTER
La oficina del Secretario de Estado de Nevada dijo que los votantes no pierden su derecho a votar, ni invalidan su registración por salir del Estado temporalmente, incluso durante largos períodos de tiempo. De hecho, pueden viajar durante 30 días o más, y aún así emitir su voto.
La legislación federal y estatal permite que los votantes, que no tienen otro impedimento para votar, queden exentos de cualquier requisito de residencia en un Estado por cualquier cantidad de tiempo para poder emitir un voto en una elección presidencial.
Un ciudadano que se muda dentro de los 30 días antes de una elección tiene derecho a votar en su nuevo Estado, o en su anterior lugar de residencia. Los votantes que adoptan esta disposición sólo votan por el presidente y el vicepresidente. No pueden votar en ninguna otra contienda.
El Secretario de Votantes del Condado de Clark, Joe Gloria, respondió a las acusaciones de la campaña Trump en una conferencia de prensa la semana pasada.
Afirmó que su oficina estaba revisando una lista de nombres que la campaña le envió, pero dijo que la acusación apunta a “algo que sucede regularmente“.
“No tienes que vivir aquí para poder votar aquí. Esta es una ciudad militar”, dijo, refiriéndose a la base aérea de Nellis, que se encuentra al noreste de Las Vegas. También dijo que los ciudadanos de Nevada que salen del Estado para ir a la universidad suelen votar por correo.
Los estudiantes y las familias de los militares, aunque no estén físicamente en el Estado, “están habilitados para votar aquí en Nevada”, dijo.
Máquinas de votación en Nevada. Foto: AFP
Es difícil saber de antemano cuántas familias de militares están en la lista de la campaña de Trump porque no todos los miembros del servicio usan su oficina de correos de la base como su dirección, dijo el abogado de ACLU Levy.
Incluye a los votantes que viven en ciudades donde hay instalaciones militares y probablemente incluye un buen número de estudiantes universitarios también, dijo.
Rebekah Mattes, una funcionaria que ahora vive en Stuttgart, Alemania, dijo que cree que se encontró a sí misma y a su marido, que está en la Fuerza Aérea, en la lista porque incluye sólo a dos votantes que hicieron el mismo traslado que hicieron desde el norte de Las Vegas a su nuevo código postal en Alemania.
“Es un poco descorazonador que se cuestione este proceso que se está llevando a cabo para que personas como mi familia puedan ejercer su derecho al voto”, dijo Mattes.
Mattes dijo que el voto ausente es algo en lo que ella y su familia confiaron al crecer como su padre en la Fuerza Aérea. Dijo que era preocupante que pareciera que su voto estaba siendo etiquetado como potencialmente fraudulento, junto con cientos de otros, sin nada en que basarlo.
“Es un pincel muy amplio para pintar algo tan importante”, dijo.
Sus comentarios fueron repetidos por otras familias de militares que tenían las mismas preocupaciones. Algunos citaron preocupaciones de seguridad por tener detalles sobre sus residencias pasadas y sus nuevos códigos postales de nueve dígitos siendo vinculados y liberados.
A pesar de las denuncias de fraude, es altamente improbable que se revierta el triunfo de Joe Biden. Foto: EFE
Los funcionarios de justicia no hicieron comentarios sobre la investigación.
Poco después de que la campaña de Trump enviara la carta, Barr dio a los fiscales la posibilidad de evitar la política del Departamento de Justicia, que normalmente prohibiría tales acciones abiertas antes de que se certificaran las elecciones.
Poco después de que se emitiera, el principal funcionario del departamento de crimen electoral anunció que se apartaría de esa posición debido al memorándum.
Los temas que la campaña de Trump y sus aliados han señalado son típicos en cada elección: Problemas con las firmas, los sobres secretos, y las marcas postales en las papeletas de voto por correo, así como la posibilidad de que un pequeño número de papeletas se emitan erróneamente o se pierdan.
La campaña de Trump también ha lanzado impugnaciones legales quejándose de que sus observadores electorales no han podido escrutar el proceso de votación.
Muchas de esas impugnaciones fueron desestimadas por los jueces, algunas a las pocas horas de haber sido presentadas; y, una vez más, ninguna de las quejas muestra evidencia alguna de que el resultado de la elección haya sido afectado.
Acusaciones y desmentidas
Otra investigación activa en Pensilvania, mientras tanto, parece haberse desmoronado después de que el empleado se retractara de las acusaciones en una entrevista con la oficina del inspector general del servicio postal, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Es un delito hacer una declaración falsa a un agente federal. Los entrevistados no estaban autorizados a hablar sobre una investigación en curso, y hablaron con la AP bajo condición de anonimato.
El empleado, Richard Hopkins, admitió en una entrevista con el inspector general del Servicio Postal que las acusaciones se basaban en partes de una conversación que oyó por casualidad entre sus compañeros de trabajo en la instalación de correos donde trabaja en Erie.
También dijo que una declaración jurada citada por el senador Lindsey Graham, R-S.C., presidente del Comité Judicial del Senado (y enviada al Departamento de Justicia por Graham) fue escrita por el Proyecto Veritas, un grupo conservador que haestado promoviendo acusaciones de fraude electoralen los medios sociales.
Estuvo de acuerdo en que algunas de las declaraciones de la declaración jurada deberían haber incluido enmiendas o advertencias.
También aceptó firmar una nueva declaración que menoscabara algunas de sus principales afirmaciones en la declaración jurada inicial, según una grabación de la entrevista publicada por Project Veritas.
Fuente: AP
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