Aborto legal: la espera de la marea verde para un festejo que parece asegurado

votos en diputados dicen que el dictamen será aprobado. Así y todo, se acompaña el debate, con cánticos, batucadas, rondas de charlas entre amigas. No ocurre lo mismo entre quienes se oponen. Son pocos del lado sur de la plaza.

Los más de 35 grados de temperatura y el sol de lleno en el Congreso sólo le pusieron más épica a la espera de las miles de mujeres, muchas adolescentes y jóvenes, que se acercaron desde temprano “a bancar la ley”. No se ven familias esta vez, no hay niños y niñas, tampoco personas mayores. La pandemia cambió el escenario, y ciertas costumbres. De todas formas, es difícil caminar por Callao sin chocarse, casi imposible mantener el distanciamiento porque a la tarde la avenida es un enjambre.

Todo se vuelve más verde cada vez. El color está en la ropa, en los pañuelos, en los barbijos, en las banderas y carteles. Las canciones son las de siempre, pero como un guiño a quienes se oponen al debate por su cercanía a la Navidad, el clásico “Aborto legal, en el hospital”, ahora tiene ritmo de villancico.

No hay filas de centros de estudiantes convocados por los colegios, cerrados por la pandemia, sino grupos de amigas. “Quise venir porque el aborto tiene que ser ley de una vez, es un derecho“, dice Mora, 14 años, junto a su compañera que asiente sonriendo.

De fondo, las voces de diputadas y diputados que hablan en el recinto. Hay pantallas gigantes para seguir el debate. Por momentos se aplaude o se chifla de acuerdo a sus intervenciones. “Estos progres le están haciendo el juego a los poderosos del mundo”, se escucha que dice Francisco Sánchez del PRO de Neuquén). Nadie en la plaza parece saber de qué habla el diputado.

“Hay tipos viven en otro planeta. Están ahí sentados, tan lejos de lo que nos pasa. Queremos educación sexual en la escuela“, dice Lara, 16 años, que vino en un micro con muchas otras compañeras desde Berazategui. 

Marta Alanis, una de las referentes históricas de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito y también de Católicas por el Derecho a Decidir, está en la plaza: “Estamos muy emocionadas con el dictamen que salió ayer, es excelente, muy auspicioso y anuncia una media sanción desde un piso muy alto. Desde la Campaña lo que preocupa es que la objeción de conciencia sea utilizada como estrategia de los sectores médicos conservadores para impedir la práctica -dice a Clarín-. Yo personalmente estoy convencida que tendremos ley y que tendrá un impacto muy grande en América Latina y El Caribe”.

Jenny Durán es otra de las referentes de la Campaña: “Después del dictamen que obtuvimos por amplia mayoría desde la Campaña esperamos que sea un debate democrático por la ampliación de derechos sexuales y reproductivos y a favor de los derechos humanos. Entendemos que en este 2020 vamos a conquistar el derecho al aborto en nuestro país y que también se va a reflejar esta lucha en la región y en el mundo. Estamos obteniendo muchas adhesiones de todo el mundo apoyando este proyecto”, dice a Clarín. 

“La lucha va a continuar para que no haya ninguna obstaculización a la hora de pedir la práctica y también pedimos y exigimos a las obras sociales y prepagas que esta intervención sea tratada con la calidad que se merece”, agrega.

Manuela Castañeira, dirigente nacional del Nuevo MAS y Las Rojas e histórica referente de la pelea por la legalización del aborto, también plantea reparos por la objeción de conciencia, que fue uno de los cambios que se planteó en el dictamen votado en mayoría con respecto a los proyectos del Ejecutivo y la Campaña.

“Que se vuelva a tratar el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Diputados es un logro de la marea verde y la sociedad que se viene movilizando por este derecho. Esperamos una importante convocatoria para la vigilia para que se apruebe el proyecto sin maniobras: alertamos que la objeción de conciencia es una traba y constituye un intento de degradación del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo por el que tanto hemos peleado”, dice.

Ahí cerca, las mujeres de Las Rojas. cantan “¡Vamos compañeras sin bajar la bandera, seguimos en la calle para dar la pelea. Otra vez compañeras que suba la marea a la calle y que la Iglesia no se meta… a la calle otra vez, si estamos organizadas el aborto va a ser ley!”.

Cae la tarde, en el Congreso sigue el debate, las calles de alrededor se llenan. Se barajan horarios para la votación, se dice que a las dos, que a las tres. La última vez que se votó en madrugada hubo llantos y decepción, era agosto de 2018 y el Senado le decía que no al aborto legal. Esta vigilia se vive distinta, porque esta vez, la marea verde va a festejar.  

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