El senador y referente del peronismo santafesino investigado por sus presuntos vínculos con una red de juego clandestino, Armando Traferri, aseguró este lunes que si no ocupara una banca en la
Legislatura provincial “ya estaría preso”, volvió a culpar de montar una campaña en su contra al ministro de Seguridad provincial, Marcelo Sain, aunque aclaró que no cree que el gobernador Omar Perotti esté detrás de esa maniobra.
“No vengo a victimizarme. Yo cuando hablo, digo la verdad. No me preocupa el pedido de desafuero. Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para demostrar que esto fue un show”, aseguró durante una conferencia de prensa que demandó casi tres horas.
La situación de Traferri y su posible desafuero serán tratados por la Cámara alta santafesina en los próximos días. El lunes quedaron expuestas las diferencias dentro del mayoritario bloque peronista: cuatro de los doce miembros del PJ tomaron la decisión de formar un bloque propio. Podrían sumarse otros dos.
El cuerpo legislativo es encabezado por la vicegobernadora Alejandra Rodenas, quien llegó a integrar la fórmula con Perotti gracias a un trabajoso acuerdo de unidad dentro del justicialismo y al respaldo que le dio a la candidatura de la ex jueza el propio Traferri.
La figura del senador quedó en los últimos días en el centro de una extensa investigación en la que se cruzan el negocio de las apuestas ilegales y las extorsiones, prácticas que derivaron en el resonante homicidio de un apostador en el casino de Rosario y en la detención de dos fiscales, acusados de cobrar entre 4 y 5 mil dólares mensuales para proteger a un empresario imputado por explotar el juego clandestino.
El nombre del legislador provincial santafesino ya se había mencionado durante las audiencias, meses atrás. Pero en una ampliación de su declaración el ex fiscal Gustavo Ponce Asahad, detenido por ser uno de los que cobraba coimas para proteger al empresario del juego, ofreció detalles de sus encuentros con Traferri. Lo señaló como una pieza central para permitir el funcionamiento de las apuestas ilegales y aseguró que ese negocio permite parte del financiamiento de la política.
En un escrito presentado el miércoles pasado ante la Justicia, y en una declaración a la que fue convocado el viernes y a la que se presentó aun cuando sus fueros le permitían evitarla, el legislador del peronismo culpó a Sain, con el que mantiene públicas diferencias, por el curso de la investigación en su contra.
“Sain parece más comentarista que ministro. Descalifica, difama. Vino a romper todo, a armar lío, a disciplinar con carpetazos. No es contra mí, es contra los legisladores. Esto es propio de los servicios de inteligencia. Es una campaña para desestabilizar al Senado”, planteó Traferri el lunes en la conferencia de prensa.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, a cargo de la investigación, aseguraron que los dichos de Traferri “no se corresponden con la evidencia objetiva” que ellos poseen. Por ello, anticiparon que pedirán a los senadores el desafuero para avanzar con una imputación.
“Creo tener el apoyo de mis colegas, pero sé que esto recién empieza”, opinó Traferri en la conferencia sobre la posibilidad del desafuero. Su abogado, José Luis Vázquez, anticipó que el senador se abstendrá de participar en ese debate. El PJ tiene 12 de los 19 legisladores en la Cámara alta, pero sólo seis pertenecen al Nuevo Espacio Santafesino, el armado político de Traferri.
En la conferencia de prensa, de la que por lo extenso del trámite debió ausentarse unos minutos para ir al baño, Traferri admitió contactos con Leonardo Peiti, el empresario imputado por explotar el juego clandestino -maneja además emprendimientos de apuestas legales- que con sus dichos como arrepentido permitió el encarcelamiento de dos fiscales.
El senador dijo que mantuvo un contacto con Peiti cuando presentó un proyecto para que le autoricen en Santa Fe emprendimientos con el juego legal que ya tenía funcionando en otras provincias.
Traferri dijo haberse reunido con Patricio Serjal –ex jefe de los fiscales de Rosario, también detenido por el cobro de coimas– y haber mantenido múltiples contactos con Ponce Asahad, pero siempre para tratar temas institucionales. “En mi celular tengo guardados todos los Whatsapp que me mandaban. Cuando llegue el caso y tenga garantías, los voy a poner a disposición”, anticipó.
El abogado del legislador responsabilizó también a Sain y a miembros del Ministerio Público de la Acusación por montar con la causa un “asesinato político”.
Traferri fue intendente de San Lorenzo entre 1991 y 2003 y electo senador provincial en cuatro oportunidades. Su actual mandato concluye en 2023. Mantiene desde que se inició la gestión de Perotti un público enfrentamiento con Sain, quien lo acusó de pertenecer a un sector conservador del peronismo que tiene lazos con prácticas delictivas dentro de la provincia. Esa relación tensó también la relación del senador con Perotti.
“El gobernador está mal asesorado y mal acompañado. Hace treinta y un años que lo conozco. La está sufriendo a la gobernación. Conocí a un Perotti mucho más amplio, que delegaba más”, aseguró el lunes Traferri. A pesar de la cercanía partidaria el legislador ha trabajado en la aprobación o el rechazo de leyes en sentido contrario a lo que pretendía el mandatario santafesino.
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