El menor de 16 años preso por matar a un nene de 3 años en La Matanza tenía pedido de captura por no cumplir la domiciliaria

a los menores porque no les ponen tobillera electrónica. Pero lo pescaron: por eso tenía un pedido de captura desde la semana de Navidad. En ese marco, quedó involucrado en el crimen de Benjamín Iñigo (3) y ahora está preso, acusado del homicidio del chiquito.

Así le confiaron a Clarín fuentes con acceso al expediente: “La Ley del Fuero Penal Juvenil pone muchos límites de actuación a jueces y fiscales, porque las derivaciones a centros u organismos, que intentan brindar contención, muchas veces no alcanzan, fracasa. Y lo peor es que las familias de los chicos tampoco ayudan”.

El menor en cuestión es el más chico de los cuatro detenidos por el crimen que estremece a los vecinos de Rafael Castillo desde los últimos minutos del sábado. A Benjamín lo mataron por una vieja disputa barrial con el tío del nene muerto.

El menor de 16 años, otro adolescente preso que tiene 17 y un antecedente por robo; y los mayores, que fueron identificados como Héctor Jesús Santiago Villalba (19), alias “Papu” y Matías Nicolás Barrera (25), alias “Achi“, este sábado por la noche llegaron a la esquina de Colegiales y Larraya, en Rafael Castillo, en un auto robado y atacaron a un vecino: querían robarle.

Fue entonces que vieron en la puerta de su casa a Cristian Iñigo (20), con quien al menos los dos menores habían tenido un intercambio violento el 24 de diciembre, aunque las fuentes hablan de un problema viejo por cuestiones barriales. Para dirimir los problemas, balearon al tío de Benjamín: un balazo le dio al chiquito en el tórax, otro en la pierna de la abuela paterna del nene, Josefa (61); mientras que el objetivo de la furia de balas quedó ileso.

Los cuatro sospechosos, que están presos, serán indagados este martes por el fiscal Emilio Spatafora, de la UFI N°2 del fuero Penal Juvenil de La Matanza, que los acusa de los delitos de “robo agravado por el uso de arma, en grado de tentativa, y homicidio criminis causa”.

Aunque esa es la calificación inicial, no sería raro que de confirmarse la venganza como móvil de la balacera, se avance sobre un crimen premeditado.

Mientras tanto, la situación del más chico de los detenidos marca un alerta con respecto a los menores y el delito. El adolescente de 16 años ya tenía dos antecedentes previos al arresto de estas últimas horas en el marco del homicidio de Benjamín.

Uno de esos antecedentes es de octubre pasado, cuando lo detuvieron a bordo de un coche robado, tras una persecución. El otro, del 18 de diciembre pasado, cuando quedó involucrado en una causa por robo agravado por el uso de arma, en un total de tres hechos. Ambas causas las llevaba el fiscal Marcelo Germinario, de la UFI N°2 del fueron penal juvenil de La Matanza.

La Justicia le había concedido al adolescente el arresto domiciliario. “Los controles para los menores detenidos en sus casas no se hacen con tobillera electrónica, como en el caso de los mayores, sino con un seguimiento aleatorio y sorpresivo de la Policía”, explicaron las fuentes consultadas.

Pero el chico violó las condiciones de su detención. “Cuando se tomó conocimiento del incumplimiento de la medida, se lo declaró en rebeldía y se pidió su captura, al tiempo que se solicitó que se le revoque el arresto domiciliario y se le dicte prisión preventiva”, detallaron las fuentes consultadas.

Y agregaron que la semana de Nochebuena “se había ordenado la detención por ese incumplimiento”. Fue tarde para Benjamín y su familia.

AFG

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