“Si hubiese existido intención de matar con un auto, el resultado final hubiera sido diferente. Acá no hubo intención de nada, fue un robo y luego un episodio confuso, nada más”.
Fernando Burlando es el abogado de Carolina Píparo (44) y su marido, Ignacio Buzali (47), quienes en la madrugada del Año Nuevo fueron víctimas de un nuevo caso de inseguridad en La Plata y luego quedaron involucrados en un hecho donde la Justicia determinará si persiguieron y atropellaron intencionalmente a dos inocentes a bordo de una moto, creyendo que eran los delincuentes.
“Confunden todo, la realidad con la mentira. Esto fue un accidente de tránsito, serán lesiones culposas. No puede ser que la política se meta en hechos que son tragedias para familias. Las especulaciones que hace solo tienen que ver con la crueldad de la injusticia”, aseguró Burlando, quien se manifestó “indignado con la mala lectura que se le hace al caso, tendenciosa y empapada de subjetividad”.
Consultado por Clarín, el abogado remarcó que “está claro que Carolina y su marido fueron víctimas de un hecho delictivo, que salieron a denunciarlo, que los persiguieron y que se encontraron con motos de similares características”.
Burlando se presentó como particular damnificado en la causa y como defensor de Buzali. “Vamos a pedir que se investigue si esta gente tiene algún tipo de vínculo con los motochorros que los asaltaron. Es una situación sumamente extraña”, remarcó.
Este domingo, Luis Lavalle (23), el joven que fue atropellado por el Fiat 500L conducido por Buzali, pidió “que se aclare todo porque es una injusticia” y resaltó que “el auto se fue con mi moto enganchada por cuatro cuadras”.
Luis Lavalle, de 23 años, fue atropellado por el marido de Carolina Píparo en La Plata.
“Vivo en Abasto, trabajo en un lavadero de autos y a la noche como delivery de pizzas”, expresó el joven, quien resultó herido al igual que el adolescente de 17 años que lo acompañaba.
A nivel judicial, el caso se dividió en dos. Por un lado, la Fiscalía N° 17 a cargo de Eugenia Di Lorenzo investiga el asalto que sufrió Píparo y ya confirmó que el robo existió. El celular iPhone de la legisladora fue hallado en Berisso, en 95 y 122, por una mujer que iba en moto con su hija.
En tanto, el choque entre el auto conducido por Buzali y la moto tramita en la Fiscalía N° 10 a cargo de Carlos Vercellone.
El episodio ocurrió a las 1.40 del viernes cuando Píparo, que en 2010 fue baleada durante una salidera bancaria cuando estaba embarazada de nueve meses y perdió a su hijo Isidro, y su esposo llevaron a los padres de éste a su casa, en 47 entre 15 y 16 de la capital provincial, después de los festejos de Año Nuevo.
Mientras la mujer esperaba a Buzali en el auto, seis motochorros en tres motos rodearon el coche. Uno de ellos, armado, se bajó de uno de los vehículos, le dio un culatazo a la ventanilla del coche y le robó la cartera y el celular a la diputada.
Los ladrones escaparon y Píparo llamó al 911, según el propio relato de la víctima. A las 2, un patrullero llegó a la puerta de la casa de los suegros. Los policías labraron un acta y le indicaron al matrimonio que fueran a hacer la denuncia a la comisaría 1era. de La Plata.
En el camino a la seccional ubicada en 53 y 10, Buzali y Píparo se cruzaron con los sospechosos. El marido de la diputada comenzó a seguirlos y la mujer llamó otra vez al 911 para pasarle la ubicación a la Policía. En los videos se ve que el Fiat 500L sigue varias cuadras a tres motos sin patentes, espejos y dos de ellas sin luces en las que iban seis personas sin casco.
De acuerdo al relato de Píparo, en calle 21 entre 38 y 39 se sintieron “encerrados” por unas motos y, al intentar escapar, chocaron con uno de los vehículos. Ese momento no quedó registrado por las cámaras.
Después fue la segunda persecución, esta vez de cuatro motos que seguían al auto conducido por Buzali. Pero según lo que se ve en las imágenes, parece tratarse de motos distintas a los de la primera persecución, con luces, patentes y sus tripulantes usando cascos.
“Nosotros huimos porque nos mataban”, expresó la diputada. “Fuimos a un control policial para decir lo que había pasado. Los de las motos se bajaron a golpearnos el auto”, contó Píparo el viernes en diálogo con Clarín.
Finalmente, el auto paró en un control policial en Plaza Moreno, hasta donde los siguieron los motociclistas.
EMJ
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