Independiente: renunció Burruchaga y la continuidad de Lucas Pusineri vuelve a estar en serio riesgo

de Independiente por un año más. Sin embargo, la firma nunca se rubricó y después de la dura caída de este domingo por 4-3 ante Arsenal en Avellaneda que lo dejó sin chances en la Copa Diego Maradona, ya nada está asegurado.

“Vamos a repensar todo”, se escuchó al final del partido a la salida de un palco dirigencial de un Libertadores de América que estuvo vacío de público, pero en el que retumbaron varios gritos de disconformismo de algunos allegados que repartieron reproches para el árbitro Néstor Pitana y para los jugadores.

El clima interno en el Rojo está en estado de ebullición. El DT no se habla con el mánager, Jorge Burruchaga, que a su vez está esperando juntarse con Moyano para confirmar su salida del cargo a menos de un año de su asunción. Y muchos directivos están que vuelan con los Moyano por cómo están manejando el fútbol y el club y hasta podría producirse una ola de renuncias en la Comisión Directiva en los próximos días. Por caso, el secretario deportivo, Jorge Damiani, pidió licencia por un año y evalúa presentar la dimisión. A él le seguirían algunos más.

A todo esto, una novela que parecía terminada tiene prontamente una segunda temporada. Pusineri no tiene asegurada su continuidad en el cargo a pesar de lo que escuchó del dirigente sindical tan solo 12 días atrás. “Todo puede pasar”, sueltan desde Avellaneda y dejan las puertas abiertas a cualquier desenlace.

Independiente se quedó sin objetivos inmediatos en un par de semanas. A la eliminación de la Copa Sudamericana le siguió el adiós al torneo local y con ello se esfumó la chance de acceder a la Copa Libertadores de este año. La cúpula dirigencial del club había ratificado su confianza en Pusineri porque entendía que venía realizando un buen trabajo con la promoción de juveniles en el primer equipo, y porque es un entrenador acorde a la complicada realidad económica que atraviesa el Diablo (el balance 2019-2020 arrojó un pasivo de 2.800 millones de pesos).

Pero no todos estaban convencidos. Burruchaga y otros directivos plantearon la necesidad de un cambio de proyecto. De todos modos, la mesa chica dirigencial se la jugó por Pusi, quien puso el pecho en un momento difícil y se arregló con lo que tuvo.

La firma se fue postergando sospechosamente de un día a otro y después de una semana a otra. Que el martes, que el miércoles, que mejor el jueves, que el sábado… Nunca sucedió. Pusineri estaba inquieto y quería sellar el nuevo vínculo antes del encuentro con Arsenal. No hubo caso. Cuestiones burocráticas y la falta de acuerdo por una deuda que arrastran con el salario del técnico fueron las excusas. Todo se pasó para esta semana. ¿Firmará?

El primer ofrecimiento que le habían hecho a Pusi se trataba de estirar su labor hasta el final de esta Copa local y luego sí sentarse a definir. Pero el DT se negó y exigió una decisión inmediata, que llegó de palabra mas nunca por escrito. ¿Se habrá tratado todo de una maniobra de desgaste? Lo concreto es que ahora Moyano puso el freno de mano y volverá a analizar junto a su hijo Pablo (vicepresidente) y Héctor Maldonado (secretario general) el escenario.

Al mismo tiempo, debe resolver por estas horas la situación del mánager, que quedó relegado en las últimas semanas. Burruchaga, de relación distante con Pusineri, no tuvo voto en la reunión con el entrenador, se sintió traicionado ya que nunca pudo incidir en las decisiones de fondo del fútbol y todo indica que no seguirá en el cargo después de que se concrete una reunión cara a cara con los principales dirigentes.

Independiente podría quedarse sin DT y sin mánager de un momento a otro. Toda una radiografía del panorama que tiene al Diablo hirviéndose en su propia caldera. 

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