Mientras siguen las investigaciones por el asalto que sufrió Carolina Píparo (44) y el incidente vial en el que su marido, Ignacio Buzali (47), chocó a dos motociclistas en
La Plata, continúan los cruces entre las partes involucradas.
Este martes, el abogado Martín De Vargas, que representa a Luis Lavalle (23), uno de los dos heridos en el siniestro, salió a decir que la diputada provincial y su esposo fueron vistos “vomitando” y con “fuerte olor a alcohol” cuando fueron a la comisaría 1° de La Plata. De Vargas pidió además que se allane la seccional “para que se preserven rastros genéticos”.
Esa acusación fue desmentida de plano por el entorno de Píparo. “Ella estaba en la comisaría y a las 6 de la mañana, cuando se entera que los heridos estaban bien de salud, se descompone. Ella estaba muy nerviosa y estuvo angustiada toda la madrugada porque no sabía qué había pasado con los que iban en la moto”, dijeron a Clarín cerca de la diputada. “Y Buzali en ningún momento se descompone ni vomita”, remarcaron.
El abogado De Vargas brindó una conferencia en la que relató que después del choque entre el Fiat 500L en el que iba la pareja y la moto, Píparo y Buzali fueron a la comisaría 1°, donde “los policías los vieron vomitando y ambos tenían fuerte olor a alcohol”.
Píparo desmintió las acusaciones de De Vargas sobre que los vieron “vomitando” y con “olor a alcohol” en la comisaría 1°. Foto Martín Bonetto
En ese lugar fue donde al esposo de la legisladora provincial le extrajeron sangre para realizarle las pericias toxicológicas y saber si estaba alcoholizado mientras conducía. “La pericia está ordenada para el día 8 de enero”, afirmó De Vargas.
Según el abogado, “cada día se reafirma la hipótesis de que fue homicidio en grado de tentativa”, e insistió con que que Buzali y Píparo confundieron a Lavalle y al adolescente que lo acompañaba en la moto “con chorros y los embistieron por eso”.
El episodio ocurrió a las 1.40 del 1° de enero cuando Píparo estaba en el asiento del acompañante de su auto, frente a la casa de sus suegros, en 47 entre 15 y 16.
En ese instante aparecieron seis delincuentes en tres motos, al menos dos de ellos armados. Uno apuntó a Buzali con un revólver y el otro le dio un culatazo a la ventanilla de Píparo para exigirle la cartera y el celular.
Los ladrones escaparon con las pertenencias de la diputada y la mujer llamó al 911 varias veces. También una vecina, según el propio relato de la víctima. Recién a las 2, un patrullero llegó a la puerta de la casa de los suegros. Los policías labraron un acta y le indicaron al matrimonio que fueran a hacer la denuncia a la comisaría 1°.
En el camino a la seccional, Buzali y Píparo vieron a las motos que los asaltaron y comenzaron a seguirlos. La mujer volvió a llamar al 911 para pasarle la ubicación de los sospechosos a la Policía. Parte de la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad municipales.
De acuerdo al relato de Píparo, a las tres motos iniciales se les sumaron otras dos y, en calle 21 entre 38 y 39, se sintieron “encerrados” por unas motos y, al intentar escapar, chocaron con uno de los vehículos. Ahí comenzó una segunda persecución, esta vez de las motos al Fiat 500L.
Todo terminó cuando el matrimonio paró en un control policial para pedir ayuda y avisar de lo ocurrido.
Por el siniestro vial se abrió una causa por “lesiones leves” contra Buzali, mientras que los motochorros que atacaron a Píparo todavía no fueron identificados ni detenidos.
De Vargas, el abogado de uno de los motociclistas, también apuntó contra el abogado del matrimonio, Fernando Burlando, al considerar que minimiza el hecho por tratarse de lesiones leves y pidió “una justicia para los pobres”.
El abogado fue más allá y se metió de lleno en la grieta al decir: “Píparo mintió; se pone en lugar de víctima, le echa la culpa al gobernador y al ministro (de Seguridad), cuando el que embistió la moto fue su marido y quisieron instalar que eran motochorros”. No obstante, la Justicia constató que el primer hecho, el del robo, ocurrió.
“Mi asistido no tuvo nada que ver con el hecho. Los chicos fueron embestidos intencionalmente. (Buzali) aceleró atrás de ellos para embestirlos. Es tentativa de homicidio doloso”, afirmó De Vargas.
El Fiat 500 que conducía el marido de Carolina Píparo, detenido frente a Plaza Moreno.
En tanto, la jueza de Garantías de La Plata, Marcela Garmendia, rechazó este martes la recusación contra ella planteada por De Vargas por ser madre de un integrante del gabinete municipal.
La magistrada argumentó que su hijo no está vinculado a la causa y que “suponer que el mero hecho de compartir funciones en una misma gestión genera, por esa sola circunstancia, un interés en el devenir de un determinado proceso, sin profundizar ni justificar cual sería la relación o el actuar concreto, no logra evidenciar ese supuesto interés que fundamenta la hipótesis recusatoria”, dijo Garmendia en su resolución.
El lunes los abogados de los motociclistas pidieron la detención de Buzali por considerar que intentó cometer un doble homicidio. La decisión debe adoptarla la jueza Garmendia ahora que ya rechazó apartarse del expediente.
En tanto, la fiscal del caso, María Eugenia Lorenzo, continúa recabando pruebas testimoniales y analizando imágenes de cámaras de seguridad para establecer si el esposo de la legisladora debe ser imputado en la causa.
EMJ
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