Tras la aprobación del proyecto de Interrupción Legal del Embarazo (IVE) en Argentina el pasado 30 de diciembre, mujeres oriundas de Brasilcomenzaron a “migrar” al país con la intención de recibir el tratamiento de manera segura, según detalla un informe elaborado por la agencia de noticias Associated Press (AP).
La organización sin fines de lucro, Millas Para la Vida de las Mujeres, estima que la primera mujer que viajó al exterior para practicarse un aborto lo hizo en 2017. Otras 59 le siguieron hasta finales de 2020, entre ellas 16 mujeres que viajaron a Argentina en noviembre y diciembre.
Para poder concretar dichos viajes, el grupo precisó de recaudar 4.000 reales (63.000 pesos argentinos) de manera mensual. Hasta el día de hoy, recibieron más de 1.500 solicitudes de asistencia, tanto desde dentro del territorio local como del extranjero.
Los principales destinos latinoamericanos que frecuentan para acceder a la interrupción del embarazo son Cuba, Guyana, Guayana Francesa y algunas ciudades deMéxico. Recientemente, Argentina fue incluida como destino, luego de que el Senado despenalizara la maniobra por 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.
El aborto solo es permitido en Brasil en casos de violación, riesgo de vida para la madre o anencefalia fetal. No es considerado crimen el aborto realizado fuera de territorio nacional. En todos los otros casos, el Código Penal lo considera delito contra la vida humana y están previstas penas de prisión de uno a tres años para la gestante que provoque o permita que otra persona lo haga.
Para quien lo practique sin el consentimiento de la embarazada, las penas van de tres a diez años de cárcel. En los casos permitidos, el Estado lo puede realizar por medio del SUS (Sistema Único de Salud, público). Según la Investigación Nacional del Aborto, llevada a cabo por la Universidad de Brasilia, cada año 500.000 mujeres realizan abortos clandestinos en el país.
Tras la legalización del aborto, cómo se pondrá en práctica
Una de las mujeres que viaja a la Argentina aseguró a AP que “el aborto es una experiencia común en la vida de una mujer. Pero al mismo tiempo, es un tema político delicado, y hecho así por hombres en el poder”. “Es difícil salir de esa realidad” precisó.
“Conozco a mujeres que tuvieron la necesidad de realizarse abortos clandestinos. En Brasil hay mujeres que necesitan este apoyo” concluyó la segunda de las entrevistadas.
Al menos 13 mujeres viajarán en enero a la Argentina para acceder al aborto legal. Se espera que en los próximos meses haya viajes con mayor frecuencia, principalmente desde el sur del gigante sudamericano.
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