La fecha para el comienzo de clases sigue siendo el 17 de febrero. A pesar del aumento de casos de coronavirus en el AMBA y la lenta aplicación de las
vacunas para prevenir el virus, las autoridades educativas volvieron a afirmar este miércoles que esa fecha será el inicio del ciclo lectivo del 2021.
El ministro de Educación, Nicolás Trotta, afirmó que “toda la Argentina, con los cuidados necesarios y los protocolos adecuados, está preparada para el comienzo de clases presenciales”, durante una visita que realizó a Salta, en el marco de una serie de reuniones que mantendrá con equipos de las 24 jurisdicciones educativas del país.
Lo dijo luego de las polémicas declaraciones de Eduardo López, secretario gremial de CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), quien había asegurado: “Todo indica que las clases presenciales no van a arrancar. Los chicos en clase se contagian y cuando vuelven a sus casas contagian a sus padres. Yo quiero poder abrazar a mis padres y a mis hijas. Los casos están creciendo como el tamaño del Obelisco de Buenos Aires o la Torre Eiffel en Paris”.
Nicolás Trotta. El ministro de educación todavía es ambiguo sobre el regreso a clases.
Ante esta certidumbre quebradiza, Clarín se comunicó con la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas, desde donde aseguraron que están pensando abrir las escuelas el 17 de febrero con “la mayor apertura y presencialidad que se pueda”.
Por su parte Rodolfo De Vincenzi, vicepresidente de la Confederación Argentina de Institutos de Enseñanza Privada (CAIEP), remarcó que hay calendario escolar ya programado y que “la modalidad de inicio” sería, en todo caso, parecida a la experiencia del año pasado. “A fines del 2020, ya se habían incorporado presencialidad para recuperar vinculo social. Eso va ser la condición de piso que se espera para este año. Lo ideal sería poder incrementarlo. Si bien durante el 2020 se pudo virtualizar la escuela, esa método tiene limitaciones. En especial, con los más chiquitos. La necesidad de vincularse existe en todas las edad, pero se incrementan cuando más pequeños son los chicos. Vamos a intentar tener el máximo de presencialidad que se pueda”.
Escuelas rurales, técnicas o ubicadas en localidades sin circulación de coronavirus volvieron a dar clases presenciales en octubre con grupos reducidos de estudiantes y estrictos protocolos de higiene. Foto: Telam
Vincenzi también aclaró que el sistema de burbujas (grupos de nueve chicos más un maestro) tiene limitantes porque “se necesitan tres veces más metros cuadrados y el doble de docentes para cubrir a todos los alumnos. Si va la modalidad este año va ser la misma que el año pasado, esa limitante va operar. Con lo cual, el complemento con virtualidad será inevitable”.
“Nosotros apuntamos a la presencialidad, cueste lo que cueste, porque La cuestiones que hacen al vinculo social no se puede resolver con la virtualidad. En eso vamos a poner el foco”.
En cuanto a quiénes arrancarían primeros, Vincenzi aseguró que “nosotros entendemos que va ser universalizado. Después cada escuela va tener que pensar cómo lo aplicar los protocolos. Nadie puede garantizar un modelo que sea estable porque la pandemia no es estable”.
Aseguró que las escuelas tienen autonomía y que quedará en la decisión de cada uno de ellas el formato del inicio de las clases.
“El tiempo presencial va ser como la joya de la corona, cada escuela tendrá sus propias estrategias, para atender los resultado de aprendizaje, donde se prioriza la presencialidad. Lo que vienen con déficit del año anterior, van tener una prioridad. Pero es asimétrico en cada escuela. No se vive igual el nivel de performance en cada escuela, porque hay mayor o menor nivel de conectividad”.
Dijo que “el protocolo no define el tamaño de las burbujas”. Que está asegurado lo que ya se conoce como el distanciamiento social, la higiene y el uso de los tapabocas. “En la aplicación, el años pasado, las escuelas fueron teniendo dinámicas distintas. No se puede aplicar igual porque los edificios son diferentes”.
Por último subrayó que “a principios de febrero habrá una reunión del concejo federal para llegar a una pauta. Recién ahí vamos a saber con más detalle cómo serán los horarios y los días de presencialidad”.
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