Manaos sin tubos de oxígeno: caos, muerte y desolación en la capital de Amazonas

“El caos es total” se afligió el epidemiólogo Jesem Orellana, un especialista que trabaja en el instituto

de investigación Fiocruz, de Amazonas. En Manaos, la capital amazonense, en una semana se multiplicaron las muertes de enfermos de Covid que yacen en las UTI hospitalarias. Inclusive, hubo un récord de decesos domiciliarios por la pandemia: “Las ambulancias retiran cuerpos de personas fallecidas en sus casas”. Este escenario desolador tiene un origen insólito: no hay cilindros de oxígeno suficientes para atender a los pacientes, en sanatorios y hospitales tanto privados como públicos. El presidente Jair Bolsonaro admitió hoy que el panorama “es terrible”. Pero eximió su gobierno de responsabilidades: “Cumplimos con nuestra parte, con el envío de recursos y medios”.

El jefe de Estado insistió con la necesidad de un “tratamiento precoz” con cloroquina, una droga de eficacia nula según los estudios realizados a nivel internacional. La nueva cepa del virus, que vio la luz en territorio amazónico, contribuye a profundizar la crisis epidémica. Esa variante fue detectada en turistas japoneses que retornaron a su país luego de una expedición por la selva brasileña. Esta sería la otra causa que explica la explosión de Covid en esta segunda ola que asola la ciudad. Para ayudar en la emergencia, los médicos de toda la capital convergieron en las unidades de terapia intensiva. A los pacientes que estaban entubados y que quedaron sin oxígeno, se los trata de asistir en forma manual. El relato de una médica de 30 años a la prensa brasileña es desalentador: “El stock de oxígeno del Hospital Getulio Vargas se terminó en la madrugada del jueves. Fui entonces como voluntaria porque mis colegas precisaban de ayuda para la ventilación manual. Exige apretar una bolsa que aspira aire del ambiente, en forma ininterrumpida y al ritmo respiratorio”.

El presidente Jair Bolsonaro admitió hoy que el panorama “es terrible”. Pero eximió su gobierno de responsabilidades: “Cumplimos con nuestra parte, con el envío de recursos y medios”

El relato de un corresponsal del canal Globo News es estremecedor: “Manaos colapsó. Las internaciones y entierros van de récord en récord. Y las unidades de salud permanecen sin oxígeno para los casos graves”. Los cementerios no dan abasto y los fallecidos deben permanecer en cámaras frigoríficas. Para el médico investigador Bernardino Albuquerque, de la Universidad Federal de Amazonas, “carecer de oxígeno en esta situación no es otra cosa que falta de planificación para adquirir y entregar ese insumo”. El fiscal Igor da Silva Spindola, que presentó ante la justicia de Manaos una demanda contra el gobierno de Jair Bolsonaro por “omisión”, sostuvo: “El país tiene oxígeno. Lo que no hay es una logística porque hay un vacío en el gobierno federal. Entre tanto, los enfermos mueren sofocados”.

En la madrugada de este viernes, un avión de la Fuerza Aérea de Brasil (FAB) que salió del aeropuerto internacional de Guarulhos, llevó a Manos un cargamento de 6 cilindros de oxígeno líquido. Una segunda aeronave militar realizó el primer traslado de enfermos graves a otras ciudades brasileñas. Se informó que “fueron embarcados 9 pacientes con el equipo de terapistas que los atendía”, con destino a Teresina, capital del estado nordestino de Piauí.

A los pacientes que estaban entubados y que quedaron sin oxígeno, se los trata de asistir en forma manual

El gobierno de Amazonas informó que la demanda actual de oxígeno trepó a 76.500 metros cúbicos diarios, mientras que la producción local alcanza tan solo a 28 mil metros cúbicos. La diferencia, de más de 48 mil metros cúbicos debe ser cubierta por Brasilia. Pero los vuelos de la FAB apenas sirven para trasladar 12 mil metros cúbicos por día. Para enfrentar la crisis, el gobierno de Bolsonaro decidió pedir ayuda a los Estados Unidos. Buscan que Washington les envíe un avión capaz de transportar grandes cantidades de cilindros. El diputado Marcelo Ramos, de Amazonas, confirmó: “Estamos en contacto con la embajada norteamericana para que libere un avión de su Fuerza Aérea, un Galaxy”. Se trata del mayor carguero de la flota estadounidense. Desde el otro extremo geopolítico, a instancias del gobernador amazonense Wilson Lima, una empresa productora de tubos de oxígeno con sede en Caracas, pidió a Nicolás Maduro un permiso para exportar sus stocks a Manaos. El canciller venezolano Jorge Arreaza conversó con Lima y le aseguró que “el cargamento ya está a su disposición”. La importación desde territorio venezolano simplifica la provisión, por la cercanía con Manaos: está a 1600 kilómetros de distancia de Caracas, lo que representa dos horas de vuelo directo.

El científico Orellana, de Fiocruz, reveló que desde agosto se sabía que la situación podía empeorar si no se interrumpía la circulación del Coronavirus: “Comenzamos a visualizar la segunda ola ya en la primera quincena de agosto. Fue cuando la caída de casos se revirtió y comenzó a subir. Esa primera señal fue ignorada por todos”. En septiembre la situación empeoró y, entonces, “recomendamos el lockdown”. Los especialistas llegaron a convencer al gobernador Lima, “pero la decisión duró apenas 24 horas. Después que el presidente Bolsonaro calificara como absurda esa medida, el gobernador la descartó por completo”.

*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.

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