Boca: ¿puede Mauro Zárate quedarse para ser el 9 de Miguel Russo?

y perdí terreno… yo creo que tengo estar a la altura del 9 de Boca“, contó Mauro Zárate en su raid mediático de la semana. Como si el jugador de 34 años necesitara contarle al mundo que su deseo es seguir en el club, que busca tener un protagonismo relegado en el último tiempo y que su autocrítica también está presente.

Pero quizá sin planteárselo, Zárate abrió un debate para lo que se viene. ¿Puede ser el nueve goleador que tanto se buscó en el último tiempo? Está claro que para Miguel Russo, Franco Soldano fue un punta laborioso, clave en una faceta del juego pero al que la escasa cuota goleadora le consumió el crédito. De hecho, ni siquiera ingresó en la final ante Banfield de la Copa Maradona.

El promedio de gol de Wanchope Ábila es altísimo: 36 goles en 48 juegos desde el inicio. Aunque iniciando el cuarto año en el club, sus 83 participaciones totales también dan cuenta que se perdió muchos encuentros por sus reiteradas lesiones, esas que lo llevaron a tomar la decisión de operarse para intentar realizar la pretemporada con el objetivo de estar pleno y quedarse con la titularidad. Parece complejo, porque para Russo se trata de un punta con gol pero con una movilidad poco cooperativa para un equipo en el que también juega Carlos Tevez. Los 9 tantos en el ciclo de Russo lo dejan apenas por detrás de Carlitos y de Salvio, los goleadores del proceso con 11.

Zárate hizo 18 goles en 76 juegos (51 como titular) en Boca pero recién ante Argentinos Juniors cortó con un año de sequía, luego de un 2020 en el que solo jugó un puñado de minutos. ¿Es capaz de revertir ese contexto? La charla que va a tener con Miguel Russo pasará por saber qué mirada tiene el técnico de él. No puede exigir minutos ni el técnico asegurarle espacio. Pero quizá a diferencia de lo que ocurrió en junio luego de su renovación, ahora Russo pueda contarle que lo imagina como centrodelantero acompañando a Tevez y no compitiendo con él por un sitio. Quizás ahí aparezca la chance de la permanencia de Mauro en el club.

Se sabe desde junio de 2019, cuando Darío Benedetto emigró a Olympique de Marsella, que a Boca le falta un goleador. Y lo buscaron en continuado pero sin éxito Gustavo Alfaro, Nicolás Burdisso, Daniel Angelici, Miguel Russo y Juan Román Riquelme. El contexto económico tampoco ayuda. Y los apellidos fuertes para quedarse con ese sitio saben que en el día a día deberán ganarse un lugar entre varios delanteros que conforman al plantel. De hecho, en junio Boca prescindió de Walter Bou, Jan Hurtado y Mateo Retegui (se fueron a préstamo) para no agrupar gente en esa posición, en donde el chico Luis Vázquez también necesita de un hueco para entrar en confianza. 

 ¿Podrá Zárate quedarse con un lugar en el que Soldano tropezó con su ineficacia y Ábila con su físico? ¿O en la cabeza de Russo será sostener lo que hasta ahora lo sacó bicampeón del fútbol doméstico mientras espera un goleador de nombre para junio?  Mauro, al menos, generó el debate con sus ganas de quedarse. 

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