El íntimo velatorio de Federico Monjeau, excepcional crítico de Clarín, rodeado de sus seres queridos

El crítico y ensayista Federico Monjeau, una de las plumas más importantes del periodismo en la Argentina, fue velado este domingo en el barrio de Almagro, rodeado de sus seres queridos

y compañeros, a tono con los protocolos de estos difíciles tiempos de pandemia.

Monjeau falleció el sábado 23 de enero, a los 63 años, a raíz de complicaciones derivadas de un infarto y de una operación cardíaca. Fue uno de los grandes críticos musicales, que revolucionó la especialidad a través de un notable talento para captar la esencia de la música y un poder único para transmitirlo.

Había en Monjeau un refinamiento natural que acercaba al mismo tiempo la música al lector. Lograba así sumarnos a su estatura. Escribió en Clarín sobre música clásica, jazz, tango y folklore durante los últimos 30 años y su columna de los domingos, Notas al paso, de tono universalista, reflejó una imaginación siempre de pie.

Fuera de las aulas, Federico Monjeau enseñaba sin darse cuenta. Escuharlo hacía bien.

Ensayista inteligente, escribió dos libros, La invención musical (2004) y Viaje en círculos. Sobre óperas, cuartetos y finales” (2018), en los que plasmó su conocimiento y su pericia para transmitirlo llanamente.

Todo su trabajo reflejó una honestidad intelectual a prueba de modas. Tenía la respuesta a esa pregunta clave de Susan Sontag: “¿Cómo debería ser una crítica que sirviera a la obra de arte, sin usurpar su espacio?”.

En una comunicación telefónica, su hijo Eugenio contó que a pesar de lo austero del velatorio de su padre, por las razones de protocolo, al que asistieron entre otros, la escritora Beatriz Sarlo y el músico Gabriel Senanes, la repercusión a través de las diferentes redes sociales fue mayúscula.

Murió Federico Monjeau, un gran crítico musical.
Lo recuerdo como un buen compañero en Clarín, con el que era un placer conversar sobre arte.
Era muy serio, tanto que yo suponía que era mayor que yo y ahora me entero que tenía unos 4 o 5 años menos.

No queda nadie de su calibre.

— daniel molina ? (@rayovirtual) January 23, 2021

“Me llegaron miles de mensajes de condolencias de músicos, colegas y amigos”, señaló. En Monjeau se daba esa combinación, no tan común, que igualaba su calidad profesional con sus cualidades personales: era afable, respetuoso, divertido y de una sólida convicción política, que trascendió la grieta.

“Si tuviera que mencionar un intelectual cuya obra ha influido en mi perspectiva sobre el arte del siglo XX, no vacilaría en mencionar a Federico Monjeau, que me dio los instrumentos para incorporar la música a la literatura”, escribió Beatriz Sarlo en una sentida columna publicada el sábado en Clarín.

Martín Bauer, autor y compositor, expresó: “Federico Monjeau era serio en serio. Y si es cierto que algunas personas pueden enseñarles algo a otras, yo de él aprendí eso. Aunque me costara. Porque -lo digo nuevamente- la seriedad es cosa seria. Un don”.

Vida eterna a Federico Monjeau, gentleman argentino auténtico, flaneur de todo lo exquisito, personaje divino e inolvidable de la Buenos Aires culta, sibarita de la inspiración y la elegancia ??? #rip abrazo a toda la familia ♥️

— pola oloixarac ??? #VolverALasAulas (@poliamida) January 23, 2021

Pablo Gianera, periodista y crítico musical de La Nación, escribió: “No siempre se tiene la suerte de ser contemporáneos de una inteligencia excepcional puesta en juego en un diario. Es lo que pasó con el crítico de música Federico Monjeau. Los espectadores y lectores atentos habrán aprendido de él durante todos estos años a pensar sobre lo que escuchaban y quienes escribían de música, y más en general de arte, habrán aprendido a escribir. Era imposible no ser mejor después de leerlo“.

“Monjeau fue, sin duda, un crítico de música fuera de serie, el mejor que haya dado la Argentina y, sin exageraciones nacionalistas (que él tanto aborrecía) de cualquier otro lugar que se quiera”, sentenció.

Se murió Federico Monjeau, una de las personas más inteligentes y más buenas que conocí, y el mayor crítico musical en lengua española. Quedó pendiente un asado, una botella de whisky, un paseo por Chicago. Será con otros cuerpos, en otras vidas. Adiós, amigo querido.

— Pablo Maurette (@maurette79) January 23, 2021

Gabriel Senanes, ex director del Teatro Colón, también manifestó su dolor y admiración: “Ay, Federico. No me están alcanzando las lágrimas para llorarte, mi querido, mi tan querido y admirado amigo, compañero y compinche. No pude dormir sabiendo que podía ser tu última noche”.

“Fuiste una de las constantes alegrías y razones que me llevaban y encontraba en el diario el condimento de tantos cierres difíciles, uno de los abrazos más fuertes de cualquier encuentro; Fede, el de las charlas más sabrosas, el de los brindis y cenas felizmente infinitas, el socio de tantas notas, el que buceaba más hondo, el que diseñó mi parrilla y me reveló los secretos del asado, al que llamaba un sábado a la noche para que me enseñara cómo encarar el tema mollejas o a elegir vinos y whiskies“.

Gabriel Senanes despidió a Federico Monjeau en Facebook.

“El que me mostró el duende que habita las lapiceras, el de tantos textos que yo no soltaba sin que él los leyera antes, el inventor de un nuevo género, el mejor intérprete de tantas músicas, el que charlaba de filosofía con Lu, el que donó su prestigio a quienes no lo merecían, el baluarte de la honestidad intelectual y todas las honestidades, el autor de lecturas que me enseñaron, enseñarán y disfruté y disfrutaré por siempre…”

“Dijiste: ‘Acaso haya tantas formas de consuelo como obras de arte’. Hoy no me están alcanzando. Te fuiste demasiado rápido, ay, Fede, Federico, Federico Monjeau”.

El periodista Mariano Del Mazo también hizo público su dolor: “Se fue un imprescindible. Hace un mes le pude decir todo lo que me marcó, lo que aprendí editándolo en ese lujo que fue la redacción de Espectáculos de Clarín de la década del 90. Quedamos muy emocionados con ese último intercambio”.

Mariano del Mazo, ex editor de Clarín, escribió una sentida despedida.

Recuerdo vinos eternos escuchando a Juan Falú, al Dúo Salteño, a Raúl Berón, en su casa de Flores o en la de la calle Lezica. Se apasionaba tanto hablando de Schöenberg como de Prince, como de su búsqueda de la ‘morcilla perfecta’ en almacenes y carnicerías perdidas en las cercanías de la Ruta 2, o de la altura exacta de la parrilla para hacer un asado“.

“Nos reímos mucho en esa trituradora que también es una redacción. En su último mail escribió una frase que hoy me estremece hasta las lágrimas y que delata sus ganas de vivir: ‘Me encantaría que nos veamos cuando toda esta locura sanitaria (la personal y universal) amaine un poco’. Cómo quise a este hombre… Queda como consuelo que vivió a tope. Chau Chimbo, chau Fede. Siempre en mi corazón”.

Monjeau será inhumado en Mar del Plata, donde nació el 19 de abril de 1957.

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