En su primera visita de Estado del año, el presidente Alberto Fernández viajará esta semana a Chile. Tras los cruces iniciales con su par Sebastián Piñera, el embajador chileno en Argentina, Nicolás Monckeberg, aseguró a
Clarín que el encuentro será una muestra de la buena relación que los mandatarios mantienen “más allá de cualquier diferencia política” y que avanzarán en acuerdos bilaterales clave. Entre ellos, el de la industria automotriz, la homologación de licencias de conducir y la simplificación de pasos fronterizos.
– Tras los cortocircuitos, ¿en qué estado se encuentra la relación?
– En una muy buena etapa. Por encima de cualquier ruido que pudo surgir, doy fe de que entre Sebastián Piñera y Alberto Fernández existe diálogo fluido y productivo. Cuando aparecieron diferencias por declaraciones públicas, hubo voluntad inmediata para aclarar los dichos y darlo por superado.
– Las diferencias surgieron por la contraposición de datos sobre el Covid entre ambos países. A otra escala, acá hubo críticas al spot de un partido político chileno que mostraba a un taxista argentino criticando la economía local y elogiando la chilena ¿Las comparaciones tensan las relaciones?
– Estoy convencido que los países pierden cuando caen en comparaciones o competencias. Nadie va a ser mejor o peor a costa del otro, y nadie va a superar la pandemia y sus efectos sin que el otro lo haga. Menos cuando miles de familias cruzan la cordillera todos los días.
– ¿ Y las diferencias ideológicas entre Fernández y Piñera?
– Veo en ambos la convicción de que la relación entre ambos países debe ser una relación de Estado. En consecuencia, ninguna diferencia política, por grande que parezca, puede interferir en la agenda común de dos países hermanos que comparten 5.000 kilómetros de frontera.
– ¿Qué expectativas tienen sobre este encuentro?
– Creo, justamente, que esta visita es una oportunidad de mostrar que las diferencias políticas no deben entorpecer las relaciones de Estado y que va a ratificar que la obligación de levantar nuestras economías después de la pandemia debe ser un objetivo compartido. Eso implica un esfuerzo especial. Estamos obligados a pensar más allá de los clásicos acuerdos de exportación entre ambos países y ver qué le pueden ofrecer Chile y Argentina juntos al resto del mundo. Chile tiene una red de tratado de libre comercio de las más grandes del mundo. Tenemos que pensar en todas las áreas en las que podemos ser socios para exportar.
– ¿En qué puntos avanzarán en este viaje?
– Se va a sellar una modificación del acuerdo de Mercosur que va a permitir que autos y camionetas lleguen con mejores precios a Chile, que la industria argentina crezca y se fomente la estrategia de encadenamiento productivo. También se va a firmar un acuerdo para homologar todas licencias de conducir, lo que tiene impacto en la integración familiar, el turismo y en materia laboral. A su vez, se va a consolidar el ánimo de trabajar juntos en el proyecto del cable interoceánico que va a unir America Latina con Asia a través de Oceanía y a partir de esa conexión poder dotar de fibra óptica a toda la región.
– ¿Avanzarán las negociaciones para lograr la salida al Pacífico de Argentina?
– Es una prioridad. En una primera instancia se va a implementar un control coordinado y simplificado entre ambos países en el Paso los Libertadores, el Jama, Huemules y en Punta Arenas. Ojalá se logre, depende la pandemia, en el primer semestre de este año. Vamos a coordinar controles de aduana y migraciones conjuntos para evitar la demora doble. Simultáneamente un equipo de trabajo entre ambos países trabajará en el análisis de obras para mejorar las conexiones y los corredores bioceánicos.
– ¿El túnel de Agua Negra quedó frenado?
– Chile tiene el compromiso de empujar la interconexión entre la ciudad de San Juan y Coquimbo. La licitación por parte de Chile se encuentra en un estudio técnico fundamental. Las próximas mesas serán para entrar en análisis de este proyecto.
– Argentina ya modificó su mapa continental, ¿pretenden conversar sobre la disputa en la plataforma antártica?
– En la zona austral tenemos patrullaje y estudios científicos conjuntos. Argentina hizo presentación en Naciones Unidas y Chile hará lo suyo próximamente. Aunque, las recomendaciones que hace la ONU no fijan límites cuando hay diferencias entre países. En esto en nuestra opinión hay claridad.
– Falabella y Latam dejaron Argentina, ¿es una economía difícil para la inversión chilena?
– Sabemos que la economía argentina enfrenta momentos de dificultad, agravada por la pandemia. Confiamos en que tomarán las medidas adecuadas para ir poniéndola de pie. Si aquello se logra y se fortalecen valores fundamentales de seguridad jurídica y confianza, el potencial de crecimiento de inversión se va a incrementar. Y sin dudas, es una de las prioridades de las autoridades del Gobierno.
– ¿La salida de esas empresas tiene que ver con el cambio de gobierno?
– No creo que las decisiones de inversión o retiro tengan que ver con cambios de gobierno o decisiones de corto plazo. Son muchas veces estructurales y se meditan con horizontes de tiempos largos.
– Piñera fue el primer presidente latinoamericano en hablar con Joe Biden tras su elección, ¿cree que el cambio de gobierno va a modificar la relación de Estados Unidos con la región?
– Es fundamental que EEUU fortalezca una agenda prioritaria con América Latina en lo comercial, político y cultural, sobre la base de los principios comunes de defensa de la democracia, de los Derechos Humanos y el rechazo al populismo que debilita las instituciones, y polarizan a los países con discursos de odio que nada contribuyen. Ningún país progresa profundizando grietas.
– ¿Qué cambió después del estallido social en Chile?
– Nos hemos tomado muy en serio las demandas sociales y manifestaciones, sobre todo las pacíficas, que se vieron a partir de octubre del año pasado. Sin duda tenemos desafíos importantes como país para avanzar más rápido en un país más justo y con menos desigualdad. La forma en que los poderes del Estado hemos enfrentado esta demanda ha sido positivo porque demostró que las instituciones funcionan. El Gobierno y el Congreso, transversalmente, acordaron hacer los cambios necesarios y se inició el proceso para la nueva constitución. El presidente Piñera se jugó por un acuerdo constitucional y se logró.
– El debate de la despenalización del aborto en Chile empezó días después de que se sancionará la ley en Argentina, ¿puede aprobarse?
– Siempre hubo iniciativas en el Congreso sobre esta temática que se está discutiendo. No la impulsó el Presidente. No es una materia que esté en el programa del actual gobierno.
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