La grieta abierta en el corazón de Venezuela se cobra otra víctima: la posibilidad de comprar y aplicar de inmediato miles de vacunas para proteger a la población. El gobierno de
Nicolás Maduro y la oposición, apoyada por Estados Unidos, se acusan de explotar políticamente el tema con propuestas contrarias para financiar la adquisición de vacunas suministradas por la ONU, lo que ha bloqueado hasta la llegada de las drogas.
El gobierno, corto de fondos e impedido de acceder a los bancos occidentales por sanciones de Estados Unidos, propuso vender una pequeña parte de los fondos congelados en Gran Bretaña, valuados en 2.000 millones de dólares, para pagar las vacunas.
Abogados del Banco Central de Caracas dicen que se viene “un desastre humanitario y la posible pérdida de muchas vidas’’ si no se liberan los fondos retenidos en el Reino Unido.
Pero la oposición encabezada por Juan Guaidó se opone a ello, una postura que impide que se haga algo hasta que la Corte Suprema británica se pronuncie en torno al espinoso tema de quién es el presidente legítimo de Venezuela, con derecho a disponer de sus bienes.
La oposición arguye que no se puede esperar que Maduro distribuya las vacunas equitativamente y que el verdadero objetivo del régimen es sentar un precedente que le permita acceder a los fondos, incluyendo lingotes de oro guardado en el Banco de Inglaterra, congelado por los tribunales británicos, que representa un tercio de las reservas de divisas extranjeras del país.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó ahora se enfrenta con el régimen chavista por las vacunas del coronavirus. Foto: AFP
La oposición propone en cambio usar otros fondos también embargados a los que tiene acceso en Estados Unidos y que observadores se aseguren de que la distribución de las vacunas no es usada con fines de clientelismo político. Esto representaría una potencial victoria para la gente de Guaidó ya que Maduro le ha cerrado todas las vías de acceso al poder adentro de Venezuela.
El actual estado de cosas le impidió a Venezuela hacer en diciembre un pago inicial de 18 millones de dólares por las vacunas de la ONU. Por ello los venezolanos seguirán seguramente sufriendo los efectos del virus mientras en otras naciones de América Latina comienzan las vacunaciones. El único posible alivio serían las vacunas Sputnik V suministradas por Rusia, firme aliado de Maduro.
La situación resalta los desafíos que enfrentará el nuevo gobierno de Joe Biden en Estados Unidos para atenuar las divisiones que han exacerbado una crisis humanitaria que abruma a los vecinos de Venezuela, con cinco millones de ciudadanos en el exilio.
“No basta con atribuir culpas’’, declaró Francisco Rodríguez, economista venezolano que trabaja para Oil for Venezuela, un grupo basado en EE.UU. “Para resolver los problemas, ambos bandos necesitan mostrarse dispuestos a cooperar para que el pueblo venezolano no resulte un daño colateral del conflicto político’’.
El oro en Gran Bretaña
La batalla por las vacunas salió a la luz en el marco de la disputa entre Maduro y Guaidó por el control del oro congelado por el Bank of England. La Corte Suprema británica decidió tomar el caso en diciembre y su fallo dependerá de a quién los británicos reconocen como el gobernante legítimo de Venezuela: si a Guaidó, que es apoyado por el gobierno de Londres o a Maduro, con el que el Reino Unido tiene relaciones tirantes.
En septiembre, el ministro de Salud de Venezuela acordó comprar 11 millones de dosis de vacunas de un programa de la ONU conocido como COVAX, que busca distribuir dosis en más de 100 países. El acuerdo contemplaba un pago inicial de 18 millones de dólares para el 15 de diciembre y garantías para el desembolso de otros 101 millones de dólares.
La inoculación se demora en Venezuela. El chavismo espera recibir la vacuna de fabricación rusa Sputnik V. Foto: REUTERS
“Debido al impacto de las sanciones de EE.UU. no le ha sido posible a Venezuela satisfacer esas obligaciones’’, declararon abogados de la firma Zaiwalla & Co., que representa al banco central venezolano, en una carta del 23 de diciembre en la que propusieron a Guaidó el uso del producto de una permuta de oro con el Deutsche Bank para pagar por las vacunas.
Seis días después, los abogados de Guaidó rechazaron el plan, diciendo que hay otros mecanismos de pago, incluidos fondos confiscados por el gobierno de Donald Trump que ya han sido usados para ayudar a trabajadores del campo de la salud.
Mientras que el gobierno de Maduro afirma que los bancos occidentales se niegan a procesar los pagos de Venezuela, los abogados de Guaidó dicen que la ayuda humanitaria no se ve impedida por las sanciones de EE.UU, cuyo gobierno ya ha suministrado 1.000 millones de dólares para mitigar los efectos de la crisis en Venezuela y toda la región.
“Está claro que Maduro trata de encontrar la forma de quedarse con el oro”, comentó Vanessa Neumann, quien fue enviada de Guaidó a Londres.
Caracas reportó 1.122 muertes y 121.691 contagios del coronavirus, una de las tasas más bajas de la región. Pero grupos médicos afirman que la cifra de muertos es cuatro veces más alta, aunque todavía por debajo de la tasa de la vecina Colombia, que registra casi 50.000 decesos.
Fuente: AP, AFP y Clarín
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
Comentar las notas de Clarín es exclusivo para suscriptores.
CARGANDO COMENTARIOS
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.