Sin superclásico de verano, sin aquella cartelera de espectáculos que rebosa de títulos y personajes ni recitales que arrastran a donde fuere a miles de seguidores, este fin de semana de la segunda quincena
de enero, aun en tiempos atravesados por la pandemia, volvió a consolidarse como el mejor de la temporada.
Es así porque desde hace una semana el clima es inmejorable, con temperaturas máximas por encima de los 30 grados y sol radiante, y esto, como si actuara de manera automática, atrae a todos hacia la costa. Ya el jueves comenzó a notarse mayor movimiento en las rutas y las terminales y consecuentemente en hoteles e inmobiliarias.
Y en las playas, claro. Estallaron. El sábado, con 33 grados pasado el mediodía, los inspectores de chaleco celeste que se encargan de controlar que se cumpla distanciamiento social en los espacios de arena en las playas públicas, debieron cerrar los accesos a Cabo Corrientes y Playa Grande por unas horas.
“Playa completa. Capacidad máxima alcanzada”, pusieron carteles y reforzaron con inspectores para pedirles a quienes iban llegando buscar algún otro sector de la costa para evitar aglomeraciones. Este domingo la temperatura fue de 32° y la sensación térmica de 34° y no fue necesario el cierre de playas, aunque se vieron atiborradas de público.
La ocupación -aún sin datos oficiales pero revelado por operadores del sector- este fin de semana es la más alta registrada en la temporada, mejor todavía que la que se auguraba, con un promedio cercano al 50%.
Entendiendo las límitaciones de todo tipo que exige la pandemia, y después de un año para muchos muy difícil, el número reconforta a pesar de estar lejos de las cifras del último verano, cuando la ocupación fue del 90% durante el mismo fin de semana.
Funcionaron mejor los hoteles de tres estrellas en adelante, y los de inferior categoría -tal vez el que alberga a ese público más golpeado por la economía en tiempos de Covid- no terminan de levantar.
Las inmobiliarias salieron de su promedio del 30% de reservas y alquileres temporarios que vienen teniendo desde que comenzó la temporada, y este fin de semana la demanda fue del 40%. “Viendo el pronóstico, que se fue dando tal cual, y el respiro por la baja de contagios, muchos se animaron a venir“, dijo a este diario un operador del sur.
La tendencia de las estadías más largas, que se creyó iba a ser la elección de los viajeros, para evitar recambios, finalmente no se consolidó. El turismo, al menos en Mar del Plata, continúa siendo de fines de semana, de jueves a domingo, luego la baja es notable.
Aun así, las playas no dejarán de ser protagonistas después del mejor fin de semana de la temporada. Para este lunes se espera una temperatura máxima de 34° con algunas nubes y algo de viento, que lo pica un poco al mar, pero soplará cálido del norte.
Mar del Plata. Corresponsal
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