Pese a que está prohibido por la contaminación, una multitud se bañó en el Río de la Plata por la ola de calor

la contaminación, una gran cantidad de personas se metió en el Río de la Plata para refrescarse.

Las costaneras de San Isidro y de Vicente López fueron dos de las zonas en donde más personas se observó metidas en el agua. Como si fuera la playa Bristol de Mar del Plata, algunos con heladerita y mantas se acercaron hasta el río para darse un chapuzón.

La realidad es que el agua está contaminada y existe una prohibición desde hace varias décadas para poder bañarse. Una recorrida de Clarín en febrero del 2020 ya alertaba sobre esta situación. Cada vez que hace mucho calor, los vecinos llegan para sumergirse en esas aguas.

Y este domingo de enero no fue la excepción. Con los 35 grados que alcanzó el termómetro, en la Costanera de Vicente López hasta se pudieron ver carpas y sombrillas entre las piedras y arena de esa playa.

Lo mismo en San Isidro, con familias enteras bañándose en el Río de la Plata. Nenes de la mano de sus padres, hermanos que saltaban las pequeñas olas que formaba el viento.

Aunque la prohibición se estableció con ordenanzas de la década del 70 en la Ciudad de Buenos Aires y municipios del GBA como Vicente López y San Isidro, las miles de personas que cada verano concurren al río para refrescarse hacen difíciles los controles para las autoridades de cada distrito y los efectivos de la Prefectura.

“Sacar a uno por uno es casi imposible”, contaban a este diario las autoridades. Por eso, hay controles presenciales que cuidan, sobre todo, que no haya riesgos de ahogamiento.

Ricardo Teijeiro, médico infectólogo e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SAI), había contado en febrero del año pasado los peligros que puede sufrir una persona por la contaminación: “La piel es siempre un buen mecanismo de defensa ante los microbios cuando hay alguna herida, salvo en los lugares donde la infección es más frecuente. Allí puede ingresar el microbio y puede complicarse también con infecciones más graves de la piel”.

“Hay que tener en cuenta que en las aguas contaminadas hay otro riesgo, como la infección ocular (conjuntivitis), las infecciones óticas (otitis), como también las gastroenteritis”, advirtió Teijeiro, y agregó: “Si vos consumís el agua, porque al nadar muchas veces se traga, también podés tener riesgos gastrointestinales”.

Al caminar por la playa de rocas se ven pañales, botellas de vidrio y plástico, envoltorios de papas fritas y frascos. En el agua también flotan residuos.

Pero nada de eso detuvo a quienes buscaron en el Río de la Plata el mejor lugar para poder vencer a la advertencia violeta que lanzó el Servicio Meteorológico Nacional durante el día.

AFG