Cuando el 10 de diciembre anunció la firma del acuerdo con Rusia, Alberto Fernández anticipó que “vamos a poder contar con las dosis suficientes para
poder vacunar entre enero y febrero a 10 millones de argentinos y argentinas”. Entonces, el presidente detalló que habría “una primera remesa de 600.000 dosis para vacunar a 300.000 personas antes de fin de año” y que en enero llegarían “dosis suficientes para 5 millones de personas”. Sin embargo, a una semana de que termine el mes, se está todavía lejos de alcanzar ese objetivo: sí llegaron las primeras 600.000 dosis previstas para diciembre (la segunda tanda, con demora y ya en enero), pero recién este lunes partiría un avión a Moscú para traer las próximas 600.000.
Hace una semana, el Ministerio de Salud difundió un power point en el que se dan detalles del plan de vacunación oficial. En una de las filminas, enumeró por primera vez todos los acuerdos firmados para la provisión de vacunas, las dosis y las fechas en las que se recibirían. Allí, consta el desglose de esos 20 millones de dosis totales de la vacuna adquirida al Instituto Gamaleya de Moscú: 300.000 dosis en diciembre, 5 millones en enero (acá se incluyen los otros 300.000 originalmente previstos para diciembre y entregados este mes) y 14,7 millones en febrero. Y se aclara en un asterisco algo que Fernández no dijo cuando hizo el anuncio el día que cumplía su primer año de mandato: que esos plazos son los que establece el contrato, que no es lo mismo que sean los meses en los que efectivamente se hagan las entregas.
Con el calendario avanzando, en el propio Gobierno reconocen que es muy poco probable que los 4,7 millones de dosis pendientes para este mes lleguen al país en los próximos siete días. No obstante, minimizan el retraso y aseguran que están en los términos lógicos por la complejidad de un operativo inédito. También confían en que las entregas se vayan regularizando y que el cronograma establecido en el acuerdo firmado con el Fondo Ruso de Inversión Directa se cumpla sin un mayor delay que retrase el operativo de vacunación.
El viernes, fuentes oficiales habían confirmado la partida del tercer vuelo a Moscú para este domingo a la noche. Sin embargo, se pospuso para este lunes a la noche. Según informaron ahora desde Nación, fue una demora por una cuestión logística en la capital rusa, “los mismos imponderables que pueden surgir con cualquier proveedor en cualquier cuestión comercial”.
Descartan que haya problemas de producción como los que está enfrentando Pfizer e hicieron retrasar las entregas de la compañía estadounidense en Europa. Aseguran que las dosis están y que están preparados para partir a buscarlas apenas den el OK de los rusos. En la página web de Aeropuertos Argentina 2000, por lo pronto, al cierre de esta nota estaba programado un vuelo a Moscú de Aerolíneas Argentinas este lunes a las 21.
Las dosis que se traerán ahora son 600.000, todas de componente 1. En Salud estiman que con estas vacunas se podrá avanzar en buena medida con la cobertura del personal sanitario, para escalar la campaña de vacunación en febrero con el resto del personal esencial, grupos de riesgo y docentes, en vistas al inicio del ciclo lectivo de manera presencial. Hay probabilidades de que se sume algún vuelo más en los próximos días, pero sin confirmación por ahora. Todo se va ajustando sobre la marcha, explican, e insisten en que la logística es compleja, por la distancia, las diferencias horarias y cuestiones que tienen que ver con una situación dinámica: que las vacunas se están produciendo. “No es que necesitamos un medicamento que un laboratorio tiene en stock en el depósito y se pide directamente”, ejemplifican.
Haciendo cuentas, debería aceitarse mucho la maquinaria para que los 18,8 millones que restan llegar de acá a fin de febrero se entreguen en cinco semanas. No es de público conocimiento si el contrato firmado con los rusos estipula alguna tolerancia respecto de las entregas –las condiciones del acuerdo son confidenciales–, pero sí se sabe que en cuanto al pago, Argentina realizó una reserva y que las partidas se van pagando contra entrega.
Además de las dosis de Gamaleya, en el próximo mes se podría empezar a recibir las primeras de los 9 millones que Argentina adquirió en al Fondo COVAX, una iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud a la que se sumaron varios laboratorios. Según ese documento elaborado por la cartera que conduce Ginés González García, el acuerdo estipula la entrega entre febrero y julio. Y en marzo llegarían 1.191.000 dosis de las 22.431.000 compradas a AstraZeneca. En los meses subsiguientes, se entregarán 4.635.500 en abril e igual cantidad en mayo, 3.451.000 en junio y la última entrega, la más fuerte, de 8.518.000 en julio. Todo esto, siempre, según lo que está escrito en los contratos.
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