La reciente muerte de una turista que se dirigía hacia el refugio Frey en el cerro Catedral de Bariloche pone de manifiesto la necesidad de que ir a la montaña, ya
sea a modo de trekking o para escaladas más exigentes,requiere de una buena preparación antes de salir. Es por ello que nunca viene mal repasar las siguientes cuestiones clave.
Torres del Paine: una aventura entre hielos
Antes de salir es fundamental tener bien definida nuestra ruta, la distancia que vamos a recorrer como el tiempo que nos demandará completarla, estimando también las pausas necesarias durante el camino para descansar. Además, debemos ser conscientes del grado de dificulta del recorrido y de nuestro estado físico, si nos forzamos a realizar una ruta demasiado exigente para nosotros, seguramente no terminemos de la mejor manera.
Otra cuestión a tener en cuenta son las horas de luz. Lo mejor es siempre salir temprano, para asegurarnos de la mayor cantidad de luz posible durante el día. A su vez, siempre hay que dar aviso sobre nuestra salida, ya sea a guardaparques o colegas que nos esperarán en la base de la montaña.
Teniendo estos temas ya claros, también hay que repasar otras cuestiones con respecto al equipo. Algo que nunca nos debe faltar es la hidratación, ya sea que hagamos un ascenso de pocas horas o un corto paseo, siempre debemos tener agua a mano, o en su defecto una bebida isotónica.
En el mercado hay una gran variedad de mochilas que incluyen bolsas de agua o caramañolas, que permiten poder llevar varios litros encima. Incluso si la salida es corta, tipo paseo, no podemos olvidarnos de cargar una botella grande de agua con nosotros.
Otro aspecto fundamental es la vestimenta. Ya sea que salgamos con frío o calor, la clave está en vestirse por capas. Así, a medidas que la temperatura vaya cambiando, podemos ir sumando o quitando prendas sin mayores inconvenientes. Desde ya, lo ideal es que la ropa que utilicemos sea técnica, es decir, fabricada especialmente para actividades al aire libre.
Por su parte, otro punto que no hay que descuidar es el calzado. Un calzado de trekking o botas de montaña nos protegerán más el pie que cualquier tipo de zapatilla. Este tipo de calzado está diseñado especialmente para cuidar al pie de cualquier golpe que puede recibir de una piedra, además la caña alta ayuda a evitar torceduras de tobillo. A la hora elegir un calzado, también es muy importante que sea impermeable, mantener los pies secos es fundamental, y más si estamos en un clima frío.