Este fin de semana entró en vigencia en Argentina el aborto legal. El tema se vive con preocupación dentro de los sanatorios con orientación en valores humanos y cristianos, quienes se sienten
obligados a realizar una práctica que va en contra de sus principios.
“Estamos muy tristes y preocupados con esta ley, que atenta en forma directa contra nuestra misión, visión e ideario institucional”, dice Enrique Camerlinckx, director general del Sanatorio Mater Dei.
La Ley 27.610 de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo indica que tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia “el o la profesional de salud que deba intervenir de manera directa” en el procedimiento. Es decir, que la posibilidad de negarse es individual. No institucional.
Al respecto, Camerlinckx señala: “Todos nuestros profesionales son objetores de conciencia. Pero (la ley) no tiene en cuenta la objeción institucional, que es un derecho que nos asiste la Constitución”. Y continúa: “Estamos esperando la reglamentación definitiva para evaluar pasos a seguir”.
Las agrupaciones celestes están elaborando una acción de amparo “por el derecho a la vida”. Foto Archivo/ Fernando de la Orden.
En 2018, el Mater Dei difundió un comunicado junto con otras importantes instituciones que se oponían a la legalización del aborto, como Fleni, el Hospital Universitario Austral, la Clínica Bazterrica, la Clínica Santa Isabel, la Clínica del Sol, la Casa Hospital San Juan de Dios, la Clínica San Camilo, y la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
“La ley que se ha propuesto obliga a todo establecimiento sanitario, también privado, incluso confesional, a la realización de la interrupción voluntaria del embarazo. Al mismo tiempo, prohíbe toda objeción basada en el ideario fundacional de algunas de nuestras instituciones”, indicaba el texto.
Sin embargo ahora, en plena entrada en vigencia del aborto legal, la mayoría de estos sanatorios optaron por el silenciocuando Clarín les consultó de qué manera van a implementar la normativa.
En Fleni respondieron que por ser un centro monovalente especializado en neurología, neurocirugía y rehabilitación “no les corresponde opinar” sobre la puesta en vigencia de esta ley, “ya que involucra actividades ajenas a su especialidad”.
El Hospital Universitario Austral está en una “fase de estudio” de la ley del aborto. Foto Archivo.
Desde el Hospital Austral dijeron que, como recién la semana pasada tuvieron en mano el Boletín Oficial, ahora están “en una fase de estudio”. Detallaron que tienen reuniones por este tema, están analizando todos los puntos de la normativa, y están hablando con el comité de ética.
Por su parte, los sanatorios Bazterrica, Santa Isabel y Clínica del Sol (miembros del Grupo Omint) alegaron, directamente, “no tener un vocero disponible” para hablar sobre el asunto.
“No estoy seguro de que las instituciones te quieran decir qué es lo que van a hacer. Porque o no lo tienen definido, o porque no quieren dar a conocer sus estrategias judiciales”, comenta Fernando Secín, médico urólogo, oncólogo y cirujano, integrante de Médicos por la Vida, y participante del debate en el Senado.
“Alguna institución podría ir y demandar al Estado por obligarles a hacer algo en contra de lo que está dentro de sus estatutos. Y hay otras instituciones que van a apelar y hacer amparos judiciales en la medida en que se vaya presentando la situación”, dice el médico.
La ley obliga a los sanatorios a practicar el aborto o a derivarlo a otra clínica. Foto AP.
“Las instituciones médicas en algún momento van a tener que tomar el toro por las astas y decidir. Decir: ‘Esta institución a partir de ahora deja de atender mujeres embarazadas, porque eso nos obliga a una potencial situación de matar a un niño, cosa que va en contra de nuestro proceso estatutario’”, continúa Secín.
“Eso podría dar lugar a una contrademanda. Que un juez obligue a una institución médica a atender a pacientes embarazadas. Entonces, va a entrar en una pelea judicial que no sé en qué puede terminar”, analiza.
En su artículo 11, la ley detalla las obligaciones de los establecimientos de salud. Explica que los efectores que no cuenten con profesionales para realizar la interrupción del embarazo, debido a su derecho a la objeción de conciencia, deberán prever y disponer la derivación a un efector que lo realice.
Pero derivar un aborto a otra clínica no es una posibilidad que estos sectores consideren dentro de su ética. “Eso no es objeción de conciencia, eso es complicidad, y lo transforma en un partícipe necesario. La ley disfraza de objeción de conciencia algo que no lo es”, comenta Secín.
En Fleni respondieron que “no les corresponde opinar” sobre la ley del aborto, aunque en 2018 emitieron un comunicado. Foto Fernando de la Orden.
En la misma línea, el psicoterapeuta Gabriel Pedro Flores, presidente de la ONG “Amor en Acción” y quien también fue expositor en el Senado, explica que las instituciones de salud confesionales “no derivarán a las mujeres que desean realizarse un aborto”.
“Según la ley, las instituciones están obligadas a garantizar la atención o derivación de una mujer que desea practicarse un aborto. Las instituciones confesionales se niegan a aceptar esta disposición, ya que va en contra de sus principios y valores”, dice Flores.
“Están dispuestas, incluso, a cerrar el área de obstetricia si se ven presionadas a practicar abortos. Y frente a la pregunta de si conocen alguna otra institución que sí practique el aborto, responderán que no conocen (hecho de por sí cierto)”, agrega.
La ONG “Amor en Acción” está elaborando una acción de amparo “por el derecho a la vida y la objeción de conciencia” que presentará en la justicia nacional, a nivel civil, junto a profesionales de la salud.
En 2018, varias clínicas se unieron contra el proyecto de ley que pedía legalizar el aborto.Foto Archivo / Mario Quinteros.
El abogado Pablo Amentano –a cargo de la presentación- explica que aún no participan clínicas médicas, pero que la idea es que se sumen. “Los sanatorios tienen un gran problema. Ellos tienen la obligación, según la ley, de derivar a los pacientes. Tienen 10 días para presentarse ante algún médico que sí esté dispuesto a hacer ese aborto”, comenta Amentano.
Entonces, ¿qué sucede cuando el 100% de los profesionales de un sanatorio son objetores de conciencia? ¿Tienen que sí o sí tener un profesional que garantice la práctica? “La ley dice que deben administrar los medios necesarios para eso. Pero, en realidad, aún no se tiene muy en claro el tema“, responde Amentano.
“La ley recién fue publicada en el Boletín Oficial y tenía ocho días para entrar en vigencia -lo que sucedió este domingo-. Entonces, los sanatorios no tienen todavía una estructura armada en relación a eso”, cierra el abogado.
DD
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