El Gobierno porteño empezó esta semana las reuniones con los directores de inicial, primaria y secundaria por la presencialidad en las aulas en un contexto de regreso a clases con pandemia.
Se propone empezar a analizar escuela por escuela para definir de qué modo va a abrir cada establecimiento a partir del 17 de febrero.
La primera reunión tuvo lugar en el Polo Educativo Mugica, donde cada director expuso su idea de apertura. Este proceso de charlas va a continuar hasta el inicio del ciclo lectivo. Fueron 58 los directivos que aceptaron la invitación pese a estar en receso.
La ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, expresó: “Falta menos de un mes para el inicio de clases más desafiante que hayamos tenido en la Ciudad. Por eso, seguimos trabajando en constante diálogo con los docentes y conducciones de las escuelas para garantizarles a las familias que sus hijos empiezan su año escolar en aulas y escuelas seguras. Estos días previos es necesario hablar de certezas. El 17 de febrero las escuelas van a estar abiertas esperando a sus alumnos, siguiendo el regreso escalonado que ya mencionamos y cumpliendo los protocolos específicos”.
Docentes y autoridades, antes del arranque del ciclo lectivo 2021 en pandemia.
En este primer encuentro de Equipos de Conducción y Supervisión cada uno de los participantes realizó un abordaje inicial sobre las características de la escuela y diferentes preguntas orientadoras.
(Matrícula de la escuela, cantidad de burbujas por grados y secciones, cantidad de estudiantes por burbuja, cantidad de docentes, cantidad de aulas y espacios alternativos. tipo de escuelas según su estructura.
Se plantearon las siguientes preguntas:
- ¿Cómo armarías la jornada escolar y su caja horaria?
- ¿Qué propuesta pedagógica ofrecerías a aquellos estudiantes que forman parte de los grupos de riesgo?
- ¿Qué harías en el caso de contar con docentes exceptuados?
- ¿Cómo articularías con los docentes de los Programas de Fortalecimiento?
- ¿Podrías organizar la propuesta escolar utilizando un terreno comunitario cercano (club de barrio, biblioteca, centro cultural, etc.)? ¿Cómo potenciaría éste el Proyecto Escuela?
- En la escuela que conducís, ¿existe la posibilidad de recibir alumnos de una escuela cercana?
- ¿Qué propuestas se pueden hacer desde el Ministerio de Educación en cuanto a los contenidos? (capacitaciones, articulaciones interministeriales, jornadas, material pedagógico-didáctico etc.)
Marcela Voulgarif, directora de la Escuela Primaria Común Nº 4 D.E. 9 “Provincia de Córdoba”, fue una de las que asistió y compartió su experiencia. “Fue un intercambio muy enriquecedor. Se hizo mucho hincapié en la vacuna tanto para los docentes como para los alumnos. En mi caso, les planteé que tengo una maestra con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y otra embarazada. Podrán reintegrarse a la presencialidad una vez que tengan la vacuna”.
“También se habló del distanciamiento necesario en las aulas y la ventilación. Nos explicaron que existen tres tipos de escuela y la mía es al estilo de “herradura”, que tiene un patio central y aulas en los costados. Pero como existen escuelas con otras disposiciones, aquellas que carezcan de las condiciones edilicias adecuadas, pueden proveerse de otras instalaciones como algún club cercano”, agregó.
Docentes y autoridades, antes del arranque del ciclo lectivo 2021 en pandemia.
Y señaló su caso particular, “cuento con una escuela con las condiciones de higiene, salud y edilicias adecuadas y tuve la posibilidad de revinculación por burbujas el año pasado en la que tuvimos una muy buena aceptación de la familia. Todas las docentes tuvimos miedo pero por vocación lo dejamos y fuimos a trabajar con cuidado. Por eso puedo adelantarme a la presencialidad para que la totalidad de los chicos se revinculen con sus compañeros y maestros en poco tiempo”. “Y hay que recordar que la escuela tiene muchos más protocolos que otros lugares. Medimos la temperatura al momento del ingreso, respetamos la distancia, nos ponemos alcohol, nos organizamos en burbuja y estamos siempre pendientes de la higiene. Hay que aprender a convivir con el virus”, añadió.
Y anticipó, “más adelante en la semana cada uno va ir con su propuesta, con la posibilidad que tiene cada escuela porque cada escuela es un mundo. En mi caso, es una primaria de jornada completa. Lo que yo planteo es si con la matrícula de 180 alumnos que tengo, se pueden dividir en dos grupos de 90, uno por la mañana y otro por la tarde, con la misma cantidad de horas cada una, sin interferir en el horario de almuerzo de los docentes”.
Agregó que en el debate es fundamental “dejar de lado el color político porque la escuela es política pero no partidaria y con vocación de docente, no hay que vulnerar los derechos de los chicos”. Y concluyó, “fue un año complejo pero estamos muy esperanzados, con muchos desafíos por venir. Por suerte ya vimos que las escuela de verano aplacó el miedo a algunas personas ya que no hubo descontrol ni contagios masivos”.
Su teléfono no deja de sonar, desde el último día de clases. Es uno que dispuso de uso exclusivo para la institución a fin de no perder la comunicación a diario con las familias de los chicos. “Un mensajito a una familia les cambia un ratito de su vida y siento un agradecimiento enorme”, dijo
Monica Almada, directora de la Escuela Niñas de Ayohuma, también compartió su experiencia. “Hubo un intercambio constante de opiniones y puestas en común. Nos consultaron sobre las posibilidades de cada escuela para que la mayoría pudiera estar presente y sobre la importancia del hisopado de los docentes antes de volver a las clases. También se habló de la opción de la virtualidad para que los chicos que no puedan presenciar por alguna patología de salud no pierdan su derecho de escolaridad. Otro tema que surgió fue el tema de la jornada ya que hay padres que necesitan que los hijos estén en jornada completa. Y se habló de ampliar la escolaridad, por ejemplo, con algún uso del centro cultural cercano para dicha continuidad, o algún predio porque el edificio no se lo permite”.
“La mayoría de los educadores siente que la escuela tiene que volver. Hay preocupación por la falta de acceso a la conectividad en muchas familias. Pero la conectividad tampoco garantiza el aprendizaje. Hay que entender que la virtualidad en las infancias deja muchos espacios vacíos. Eso no está bueno. Hay chicos que pasan por realidades muy crueles y necesitan que las escuelas los cobija”, señaló.
Con respecto a la revinculación del año pasado: “Abrimos el 19 de Octubre. Empezamos con séptimo grado. La presencialidad fue muy emocionante. Se les consultó a cada familia y muchas aceptaron. Al inicio había mucho miedo. El barbijo fue un tapabocas real. No hablaban. Eso se fue modificado y se fueron aflojando con los siguientes encuentros. Y al final muchos padres me comentaban que les quedó gusto a poco y los docentes coincidieron. Fue una experiencia muy positiva. El contenido llega con la presencialidad”.
“La escuela es mágica. Es el único lugar de posibilidad de cambio. En la escuela pública, los niños son mirados, no invisibilizados, y despierta pasiones. Es esa unión única que hay entre nenes e historias tan diferentes”.
Para el próximo encuentro, se espera que cada Dirección pueda presentar y compartir brevemente la propuesta de su escuela.
Lydia Ha
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