Italia tras la renuncia de Giuseppe Conte: nuevo gobierno o llamado a elecciones
El presidente italiano, Sergio Mattarella, comenzará el miércoles
Conte renunció el martes por la mañana ante la imposibilidad de conformar una mayoría parlamentaria autosuficiente que le permitiera continuar al frente de un Ejecutivo sólido.
Se vio obligado a tirar la toalla al no conseguir en ambas Cámaras los apoyos que necesitaba tras el abandono de una de las cuatro columnas de su gobierno, Italia Viva, liderada por el ex premier Matteo Renzi.
El eje decisional de la democracia parlamentaria italiana está en las Cámaras, donde la maniobra de Renzi restó a Conte 23 diputados y 18 senadores, y lo dejó sin mayoría absoluta en el Senado, donde corría el riesgo de una derrota clamorosa esta misma semana, cuando se debía votar una propuesta del ministro de Justicia.
Si el premier hubiera conseguido “pescar” apoyos en esta primera prueba, la situación se hubiese reiterado ante cada debate parlamentario de las propuestas del Ejecutivo, que a duras penas había obtenido hace una semana el aval en el Senado con 156 votos.
Antes de un casi seguro knockout, Conte decidió presentar su renuncia al Mattarella, quien tomó las riendas de la crisis y el miércoles por la tarde comenzará las “consultas” con las delegaciones de los partidos con representantes en las dos Cámaras. Cumplido ese proceso, el presidente decidirá quién podría tener la mayoría en ambas Cámaras y le encargará la tarea de tratar de conformar gobierno.
El tiempo apremia, hay distintas posiciones y diferentes escenarios.
Giuseppe Conte renunció a su cargo como primer ministro de Italia
El Partido Democrático (PD), el Movimento Cinque Stelle (M5S) y Liberi e Uguali (LEU) apoyan la formación de un tercer gobierno encabezado por Conte (“ConteTer”, pues el mismo premier estuvo al frente de un gobierno de M5S y la derechista Lega, y del “Conte bis” de M5S, PD, LEU y luego Italia Viva, ubicados en el espectro europeísta, socialista y populista). Pero sin Italia Viva los números no cierran y no se logra un ConteTer.
Entonces los escenarios se multiplican.
En tanto, el renunciante Conte escribió en Facebook que “los sufrimientos de los ciudadanos, el profundo malestar social y las dificultades económicas necesitan una perspectiva clara y un gobierno que tenga una mayoría más amplia y segura”.
Se trata de un nuevo llamado a los “constructores” o “voluntarios” en busca de apoyo.
Por su parte, el “destructor” Renzi señaló que a partir de la renuncia de Conte se puede “hacer lo que sirve al país”, a su juicio “un gobierno serio”, “europeísta en los hechos y no de palabra”. A su modo, una apertura al retorno sobre “documentación” clara y precisa.
Italia: crisis política mientras la pandemia golpea duro
Desde el PD, el jefe de la bancada en Diputados, Graziano Delrio, declaró que irán a las consultas con Mattarella “con una posición muy clara. Ante todo, por el interés del país, actuar rápido y bien”. Conte es un punto de equilibrio insustituible”, agregó y luego consideró que Italia Viva “cerró la puerta a este gobierno y abrió la crisis” por tanto “se deben producir hechos que permitan un eventual reingreso” de esa fuerza al gobierno”. Un “no pero sí” a los garbanzos que Renzi puede sumar para cantar “¡bingo!”.
En el mismo sentido, se acaba de constituir en el Senado el grupo “Europeístas Maie (Movimento Associativo Italiani all’Estero) Centro Democratico, de al menos diez legisladores, un agrupamiento que se repetiría también en Diputados.
Por su parte, la oposición derechista ha anunciado que se presentará “compacta” ante Matarella, con Forza Italia (ex premier Silvio Berlusconi), Lega (Matteo Salvini) y Fratelli d’Italia (Giorgia Meloni), con su reclamo de llamar a elecciones lo antes posible.
“Iremos compactos al Palacio Presidencial porque la centroderecha puede dar al país un gobierno adecuado”, afirmó Meloni.
Previamente corría la voz de un acercamiento de Berlusconi a Conte para sumarse a un gobierno de amplia coalición, pero esa posibilidad desapareció en las últimas horas. Se especula que la centroderecha se impondría en eventuales elecciones. En ese caso Salvini podría ser premier, Meloni vice y luego, al finalizar la presidencia de Mattarella, Berlusconi, que tiene 84 años, tendría la posibilidad de sucederlo.
Hoy nada es seguro salvo la pandemia, los Fondos de Recuperación europeos en peligro y el incumplimiento de las empresas farmacéuticas en la entrega de vacunas que posterga la campaña de inmunización.
