El Papa Francisco fue instado el pasado viernes 29 de enero a comenzar una estricta dieta para aliviar su intenso y prologado dolor de espalda que lo atormenta desde Año Nuevo.
Entre otras recomendaciones, sus médicos personales le han aconsejado dejar las pastas por un tiempo. De esta manera, lograría liberarse de, por lo menos, 2 kilos que le permitirían aliviar su ciática.
Según el diario The Sun, que cita fuentes del Vaticano, le recomendaron también ingerir pequeños tazones de arroz en las comidas junto con abundante cantidad de frutas, verduras, aceite de oliva y pescados. Asimismo, se buscará limitar la ingesta de comida chatarra como la pizza y los dulces.
Si el papa Francisco no decide alterar su hábitos alimenticios, la única manera en la que podría aliviar el dolor sería sometiéndolo a una operación, dijeron las fuentes.
Dicho dolor le ha impedido formar parte de diversos compromisos. Entre ellos, debió de suspender un viaje que tenía planeado hace ya mucho tiempo a Irak.
En las últimas horas, trascendió también el testimonio del propio Francisco quien, en una reunión con cardenales, admitió encontrarse desmejorado por la situación de su espalda.
“Debería estar hablando con ustedes de pie, pero como saben, mi ciática es muy dolorosa, es un visitante muy hostil. Así que si me soporta y le pido perdón, me dirigiré a usted sentado”, reconoció.
JFG / DS