Cuando Rubén Antonio Romero (51) salió a despedir a sus hijas, esperó que estuvieran dentro del auto para volver a entrar, pero no le dieron tiempo a nada. Fue en segundos
que lo interceptaron cuando todavía estaba en la puerta: le dispararon dos veces.
Después de pelear por su vida en el hospital de Wilde, el empresario murió este viernes, casi dos días después del brutal ataque.
Romero tenía una empresa de alquiler de maquinarias para obras de construcción de gran porte. Vivía en Sarandí y el miércoles por la noche había cenado en su casa de San Pedro y Zeballos, junto a sus hijas.
Durante los primeros minutos del jueves, las despidió en la vereda. Fueron ellas las que escucharon los disparos y volvieron para asistirlo. Enseguida lo trasladaron al hospital donde lo operaron de urgencia y lograron estabilizarlo. Tenía un disparo en el estómago y otro en el cuello por lo que tuvieron que someterlo a varias cirugías. Después de la última, había sido trasladado a terapia intensiva, donde, a pesar del esfuerzo de los médicos, falleció este viernes.
Fuentes judiciales confirmaron a Clarín que no hay una sola hipótesis sobre el hecho y que todavía no está claro qué ocurrió con él. Por el estado crítico en el que se encontraba la víctima, las hijas no habían podido declarar en sede la fiscalía ni aportar información respecto de lo que vieron o escucharon, ni del contexto en el que ocurrió el crimen.
La víctima fue atacada luego de despedir a sus hijas.
Una de las líneas de investigación apunta a un intento de robo, pero no descartan que se haya tratado de una venganza o un presunto ajuste vinculado a un problema económico después de la venta de una fábrica cementera. Otra de las versiones apuntaría a una deuda previa que derivó en la operación comercial.
Los investigadores mantienen la cautela hasta identificar al atacante. Es que, a través de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, presumen que el asesino podría haber actuado solo, aunque con un vehículo de apoyo en los alrededores.
A pocos metros del lugar del homicidio funciona un hipermercado de la cadena Coto y cerca está de la avenida Mitre, una de las más transitadas de Avellaneda, al sur del Conurbano.
Policías de la Comisaría 4° de Sarandí fueron los primeros en intervenir. Acudieron de urgencia después del llamado de los vecinos al 911, tras escuchar las detonaciones. En la vereda todavía había manchas de sangre, pero las hijas de la víctima ya lo habían trasladado al centro de salud más cercano.
Rubén Romero, junto a su hermana.
La causa, que empezó como una “tentativa de homicidio“, quedó en manos de la Fiscalía N° 1 de Avellaneda, a cargo de Alejandra Olmos Coronel.
“Te fuiste muy pronto hermano, ahora que estabas contento, feliz, disfrutando tu vida. Te juro que me duele el corazón, el alma, ni te imaginas lo que te vamos a extrañar. Pero se que siempre vas a estar al lado nuestro, en todo. Ya volveremos a estar juntos algún día… Te amo, hermano“, publicó Sergio Romero, en sus redes sociales, para despedirlo.
Rubén Romero había sido el presidente del Club Social y Deportivo Sol de Oro de Villa Domínico, en su barrio. “Lamentamos el fallecimiento de Rubén Romero, ex presidente de nuestra institución. También agradecemos por tantos años de dedicación. Nuestras condolencias a toda su familia. Que en paz descanse“, difundieron en un grupo.
Rubén fue asesinado en San Pedro y Zeballos, Sarandí.
EMJ
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