Carambola, casualidad o pirueta del destino, lo que iba a ser una reunión más entre funcionarios terminó siendo una de las noticias del día. En rigor, la reunión del ministro de
Educación Nicolás Trotta con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta ya estaba programada desde hace mucho tiempo atrás y formaba parte de la “gira” que comenzó hace un par de semanas Trotta por distintas provincias, con el objetivo de llegar a la reunión del Consejo Federal de Educación con el mayor consenso posible. Este lunes le tocaba a la Ciudad y sólo restan cuatro provincias para terminar el recorrido: Chubut, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
El encuentro del Consejo Federal está prevista para este viernes, y allí el ministro Trotta pretende anunciar, con bombos y platillos, cuáles serán los nuevos protocolos que regirán la vuelta a las clases presenciales en todo el país. La idea es generar un hecho político, el de un Gobierno nacional que impulsa la “presencialidad cuidada” en las escuelas y así quitarle un poco el protagonismo que tomó la administración de Larreta con la iniciativa de volver a las aulas.
La idea de Trotta, que baja directamente desde la Casa Rosada, es anunciar este viernes la modificación del actual “semáforo epidemiológico” vigente, que es bastante “restrictivo”, por uno más flexible, que permita que más localidades se sumen a la presencialidad. Recordemos: el plan oficial es que este año la presencialidad sea la norma y sólo pueda ser interrumpida por el agravamiento de la situación sanitaria.
Pero resulta que en el medio se metió el juez Gallardo, y la idas y vueltas con una causa que puso en peligro el inicio de clases presenciales para el 17 de febrero en la Ciudad. Y entonces la reunión entre Trotta y Larreta, que sólo era una estación más en el plan oficial, adquirió otra importancia. Finalmente y en contra de lo imaginado, terminó significando un aval del Gobierno nacional al plan porteño. Sobre todo por la escenificación de una conferencia de prensa conjunta entre los dos ministros de Educación, como nunca antes había pasado.
Como sea, para las familias no deja de ser una buena noticia. Frente a cierta resistencia de algunos (pocos) gremios y de un juez, este lunes vieron a dos ministros ratificando el mismo plan. La escuela abierta, ahora sí, está mucho más cerca.
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