En el tercer trimestre de 2020, el 38,7% de la población vivió por debajo de la línea de pobreza. Son 17.600.000 personas que no tuvieron ingresos suficientes para comprar los bienes y
servicios de una canasta básica.
Son 1.700.000 pobres más que en igual trimestre de 2019, cuando alcanzó al 33,1%, pero 3,7 millones menos que en el segundo trimestre de 2020 (47%), los meses más duros de la pandemia, cuando llegó a golpear a 21.300.000 personas.
Por su parte, la indigencia fue del 10,6% ( 4,8 millones), menos que el 12,4% ( 5.600.000) del segundo trimestre 2020, pero muy superior al tercer trimestre de 2019 cuando afectó al 7,6% ( 3.400.000).
Los números surgen de las bases de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares ( EPH) que distribuyó el INDEC. El Instituto no difunde las cifras de indigencia y pobreza por la alteración que provoca en la medición trimestral el cobro del medio aguinaldo, en junio y diciembre. Por eso el INDEC da a conocer las cifras de indigencia y pobreza cada seis meses, tomando en cuenta los meses enero-junio y julio-diciembre.
No obstante, con esta aclaración, los especialistas que manejan ese programa del INDEC pueden calcular esos dos indicadores claves.
El economista y director del Banco Nación Claudio Lozano, que calculó esos porcentajes y números, explicó a Clarín que “hay que tener en cuenta que durante el tercer trimestre del año se recuperó cerca de la mitad de los puestos de trabajo que se habían perdido en el segundo trimestre, y es un período donde todavía seguía vigente el IFE. Y además en la comparación con el segundo trimestre, está el efecto del medio aguinaldo”.
En base a los mismos microdatos de la EPH, el economista Martin Rozada calculó que en el tercer trimestre 2020 la tasa de pobreza fue del 38,8%.
Rozada le dijo a este diario que “en el tercer trimestre los ingresos familiares aumentaron porque se atenuó la cuarentena y muchos trabajadores pudieron volver a trabajar. Además, en el tercer trimestre, la EPH capta el cobro del medio aguinaldo, y eso también mejora los números respecto del trimestre anterior” .
Lozano agregó que “si exceptuamos el segundo trimestre por ser el eje de la tormenta económica causada por la pandemia, los niveles de pobreza e indigencia del tercer trimestre son los más altos de los últimos años. De hecho, comparando con el mismo trimestre del año anterior, vemos que la pobreza está 5,6 puntos porcentuales por encima, mientras la indigencia creció 3 puntos. A su vez, al comparar tanto con el tercer y cuatro trimestre de 2019, la indigencia crece más que el incremento de la pobreza”.
La conclusión de Lozano es que “en este marco, los límites que evidencia la recuperación económica frente a un mercado interno deprimido expresados en la desaceleración del crecimiento del PBI, la discontinuidad del IFE y la aceleración inflacionaria de los últimos meses impiden augurar que la mejora de estos indicadores pueda sostenerse en los meses siguientes”.
En los últimos meses, tanto los valores de la canasta de indigencia como de pobreza aumentaron por encima de la inflación promedio. Para una familia tipo de Capital y GBA, segun la última medición del INDEC ( diciembre 2020), se necesitaban más de $ 22.680,97 para no ser indigente y $ 54.207,53 para no ser pobre.
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