“Hemos asumido el compromiso de protagonizar el futuro, fortaleciendo el partido para liderar una amplia coalición opositora”, es una de las frases centrales de la solicitada que firmaron más de dos
mil dirigentes de la UCR bonaerense en respaldo a la lista que encabeza Maxi Abad para la conducción del Comité Provincia.
El jefe del bloque de diputados provinciales de Juntos por el Cambio buscará suceder en la interna del 21 de marzo al ex vicegobernador Daniel Salvador, uno de los nombres más conocidos que figura al pie del documento, junto al de 27 de los 32 intendentes radicales de la Provincia, la cúpula de la Juventud Radical, 15 legisladores bonaerenses y los 6 diputados nacionales del distrito.
El rival de Abad será el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien sumó el respaldo de Martín Lousteau, y la movida del oficialismo se explica en la necesidad de reforzar su campaña tras el desembarco del senador porteño en lugares clave donde puede definirse la compulsa.
El texto señala que “las listas de Adelante Buenos Aires representan los valores indispensables para enfrentar este ciclo. Sus integrantes combinan juventud y experiencia, ideas y gestión, trabajo y representatividad¨ y destaca que ¨militamos por una Unión Cívica Radical fuerte y con vocación de poder”.
Precisamente el discurso de Posse y Lousteau se basa en la supuesta falta de vocación de poder del oficialismo partidario, dado el “seguidismo” a los dictados del PRO que le endilgan a sus dirigentes.
Abad sostiene que la alianza con figuras como María Eugenia Vidal en Provincia le permitieron a la UCR “dar un salto de representatividad” y que ahora su sector intentará disputar la hegemonía de Juntos por el Cambio sin poner en riesgo la unidad opositora. Por su lado, Posse (cabeza de Protagonismo Radical) se muestra también proclive a sostener la coalición, aunque con mayor autonomía partidaria.
En lo que no hay desacuerdos es en que el aparato partidario apuesta todas sus fichas a la lista de Abad, quien es acompañado por Gastón Manes (hermano de Facundo, el neurocientífico que amaga aparecer al final de la campaña) como primer candidato a convencional nacional y María Luisa Storani como delegada al Comité Nacional.
El candidato de Adelante Buenos Aires compartió días atrás un acto en Vicente López con el actor Luis Brandoni, referente porteño del radicalismo, y fue incorporado a un encuentro de grandes ligas en la Casa de Corrientes, donde posó para la foto junto al anfitrión, Gustavo Valdés, su colega gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, el ex jefe nacional del partido, Ernesto Sanz, y el jefe del bloque de diputados, Mario Negri, entre otros.
Semanas atrás, Abad había recibido el guiño de Vida y el jefe de los diputados macristas, Cristian Ritondo, y se había reunido con el jefe porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la diva de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. Por esa bendición extrapartidaria, otro aliado de Posse, el ex ministro alfonsinista Juan Manuel Casella, le recriminó al candidato oficialista quedar “condicionado” por sus aliados en caso de alzarse con la conducción del partido.
Entre los “históricos” que avalan al intendente de San Isidro figura Federico Storani, protagonista de una guerra intrafamiliar. El ex ministro de la Alianza ubicó a su hermana Carmen como delegada al Comité Nacional, quien confrontará con otra de sus hermanas, María Luisa, la diputada del Parlasur que encabeza la misma nómina por el oficialismo.
Los especialistas en “poroteos” proyectan una elección muy disputada, con fuerte ventaja de Posse en la Primera Sección (norte y oeste del Conurbano), ajustada en la Tercera (sur del Gran Buenos Aires) y clara diferencia para Abad en las otras ocho secciones, que reúne poco más de un tercio de los 650 mil afiliados en condiciones de votar.
Según esos cálculos, la ventaja que Abad pueda conseguir en lugares que asoman favorables a su lista, como Mar del Plata (su bastión), Tandil y Bahía Blanca, será clave para poder compensar o no el contundente triunfo que todos coinciden en adjudicarle a su rival en San Isidro y los poblados municipios vecinos.
Como aperitivo de la movida jornada radical del 21 de marzo, cuando no sólo los bonaerenses, sino los porteños acudirán a las urnas para renovar autoridades, sus correligionarios de Córdoba volverán a la práctica que más les gusta a los que calzan boina blanca una semana antes.
Es que el 14 de marzo habrá interna para dirimir quien hereda el sillón que ocupa el ex intendente Ramón Mestre. Y se presentan tres listas: la de Convergencia (la unión de los acérrimos adversarios Mestre y Negri, más el alfonsinismo) encabezada por el intendente de General Cabrera, Marcos Carasso, Sumar, liderada por el concejal y ex titular de Arsat, Rodrigo de Loredo, y Córdoba con Todos, del dirigente sureño Juan Carlos Gait.
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