La presencia del submarino Greeneville de los Estados Unidos que navegó frente a las costas argentinas con apoyo británico y provocó un fuerte rechazo por parte del Gobierno argentino
es considerado “nuclear” por su propulsión, se puede desplazar a gran velocidad y tiene un poderoso armamento.
Con 110 metros de longitud, el USS Greeneville (SSN-772) es un submarino de la Clase Los Angeles y el único buque de la armada de los Estados Unidos que fue nombrado en honor a la ciudad de Greeneville, Tennessee.
Fue autorizado el 14 de diciembre de 1988, iniciado en febrero de 1992, botado en septiembre del ’94 y comenzó su operación el 16 de febrero de 1996, cuando partió del puerto de Norfolk, en Virginia.
Comenzó su operación el 16 de febrero de 1996, cuando partió del puerto de Norfolk, en Virginia. Foto: AP
Es considerado “nuclear” no porque lleve armamento de ese tipo, sino por su propulsión, que se ejecuta a base de reactores nucleares. Estados Unidos desplegó este tipo de tecnología desde 1939 y botó en 1954 al Nautilus, el primer submarino de la historia promovido por energía nuclear.
La propulsión del Greeneville está cimentada en un reactor nuclear S6G, un modelo desarrollado por la empresa General Electric especialmente para los submarinos de clase Los Ángeles.
Se trata de un reactor de 165 megavatios que impulsa dos turbinas de 26 megavatios. Este modelo de propulsión posibilita tomar una velocidad de 20 nudos (unos 37 kilómetros por hora) tanto en la superficie como en inmersión.
Es considerado “nuclear” por su propulsión, que se ejecuta a base de reactores nucleares. Foto: AP
Además, cuenta con cinco sensores: uno pasivo BQQ-5, otro de detección BQS-15, un radar de control de fuego WLR-8, un activo WLR-9 y uno goniómetro de rádio BRD-7. Tiene un desplazamiento de 6.000 toneladas en superficie y 6.927 sumergido.
Otro de los fuertes de la nave es su armamento. Tiene doce lanzadores de misiles BGM-109 Tomahawk y cuatro tubos de torpedos de 21 pulgadas y torpedos MK-48, los cuales fueron diseñados para hundir submarinos profundos de propulsión nuclear y buques de superficie de alto rendimiento.
Tiene doce lanzadores de misiles BGM-109 Tomahawk y cuatro tubos de torpedos de 21 pulgadas y torpedos MK-48. Foto: navsource
El uso de energía nuclear no solo permite a los submarinos desplazarse a gran velocidad durante largos períodos de tiempo, sino que también posibilita que permanezcan más tiempo sumergidos, al no estar obligados a recargar aire en la superficie.
En contrapartida, son naves más proclives a accidentes graves, al involucrar energía nuclear. Por caso, el Greeneville fue protagonista de tres incidentes en mar, dos en el año 2001.
USS Greeneville (SSN 772). Foto: navsource
Mientras realizaba un simulacro de ascenso a superficie de emergencia, impactó contra un pesquero japonés y le causó su hundimiento en menos de diez minutos con la muerte de nueve de sus tripulantes. Meses después, encalló mientras entraba en el puerto de Saipán.
Al año siguiente, colisionó con el USS Ogden (LPD-5) durante una transferencia de personal en Omán y originó la pérdida de algunos galones de combustible.
El USS Greeneville (SSN 772), en el Atlántico Sur.
La polémica de su navegación en las costas argentinas se conoció a partir de un tuit de la cuenta oficial de las fuerzas submarinas americanas: “Una aeronave británica de las Islas Malvinas, territorio británico independiente, colaboró recientemente con el USS Greeneville (SSN 772) en las aguas abiertas del océano Atlántico, demostrando el alcance global de las fuerzas de ambas naciones”.
Poco después, el canciller Felipe Solá emitió un fuerte comunicado señalando que el Gobierno expresaba “su grave preocupación” y le pedía información a la Embajada de los Estados Unidos, al tiempo que le recordaba acuerdos de Naciones Unidas sobre el conflicto de soberanía con Gran Bretaña por las Malvinas y acuerdos internacionales contra las armas nucleares como el de Tlatelolco.
El submarino estadounidense ‘USS Greeneville’.
En las últimas horas, el ex canciller Jorge Faurie relacionó la navegación del submarino Greeneville con la reciente negativa del Gobierno a participar de ejercicios conjuntos con una patrulla de la Guardia Costera estadounidense.
Y lo consideró un ejercicio como parte de la “percepción estratégica de los Estados Unidos y de la defensa de sus intereses en esta región, en especial en el marco de su rivalidad de superpotencia con China“.
El USS Greeneville (SSN 772), en el Atlántico Sur. Foto: @COMSUBLANT
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