El ligero reacomodamiento de YPF -subió un 1 peso en Buenos Aires- provocó la reacción de sus competidores. Las estaciones Shell y Puma también implementaron recomposiciones en torno al 1,2%.
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La nafta súper ya subió más de un 11% en la ciudad de Buenos Aires en lo que va del año. En marzo hay, al menos, dos aumentos más: uno a comienzos de mes -porque el Gobierno decidió que se les debe pagar más a los productores de biocombustibles- y otro el 12 de marzo, para una actualización impositiva.
Hasta ahora, cada vez que hubo una decisión oficial que implicaba impacto en los precios, las petroleras lo traspasaron a los consumidores.
Las compañías cuentan que aún persisten atrasos del orden del 11% en relación a los precios que necesitarían para que acompañen el crecimiento de sus costos.
Los combustibles inciden, en forma directa, en la medición de inflación con un impacto de entre 0,5% y 0,6%. El resto de las industrias suelen apuntar a los combustibles cuando hablan de aumentos de costos relacionados con la logística y el transporte de las mercaderías.
Según estimaciones del sector, los aumentos de marzo representan entre un 2% y 3% adicional a los valores actuales. También habrá que ver si las petroleras actualizan sus márgenes, en función de otros conceptos, como la inflación, devaluación, el aumento del precio del barril crudo.
El ritmo de los aumentos lo determinará YPF. Por su alta participación del mercado -55%-, sus competidores tienen limitadas las posibilidades de despegarse del comportamiento del líder.
Con los nuevos incrementos, crece el riesgo que el litro de nafta “premium” supere la barrera de los $ 100. En las estaciones de servicio se preparan para una modificación en sus carteleras: ya no reflejarán dos decimales, sino que directamente dejarán un decimal.
El aumento realizado el martes por Shell fue del 1,2%. Esta marca -cuyo control está en manos de la brasileña Raizen- suele estar posicionada como la más cara del mercado. Es una de las que corre riesgo de pasar los $ 100 en cualquier momento.
Los precios de los combustibles son más caros en casi todo el interior que en relación a Buenos Aires y el conurbano. Son menores en la Patagonia, por ciertas exenciones impositivas, pero se encarecen cuanto más lejos se está de la capital del país. Pueden ser hasta 10% más caros en el centro (Córdoba, Santa Fe) y hasta 15% en provincias más alejadas (Misiones, Corrientes, Salta, Jujuy).
De todas formas, medidos en dólar oficial, los importes de las naftas argentinas siguen estando entre los más económicos de la región. Y si se los mide en algún dólar alternativo (“blue” o “contado con liqui”), están entre los más bajos del mundo.
La actualización realizada por Puma merodea el 1%. La compañía le da competencia a YPF en cuestión de precios, en especial en mercados donde es fuerte la venta de gasoil.
Axion todavía no ajustó. Y en la compañía siguen diciendo que no habrá novedades al respecto. Esta firma tuvo una etapa de competencia aguerrida con YPF para igualarla en precios, pero modificó su política comercial. Ahora es algo más cara que YPF y algo más barata que Shell.
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