“El radicalismo va a tener candidato a presidente”, afirmó Gerardo Morales apenas se quitó el barbijo. Y allí mismo develó uno de los motivos de la convocatoria a 25 referentes partidarios en
la sede porteña de la Casa de Corrientes.
El gobernador jujeño también dijo, como al pasar, lo que ya venía planificando con varios coroneles de su tropa en reuniones previas: que “no descarta” sumarse a la lista de anotados para la pelea de 2023, en la que incluyó en esta ocasión al mendocino Alfredo Cornejo y al cordobés Mario Negri, casi seguros candidatos a senadores en las elecciones de este año.
También sostuvo que “no podemos volver a ser furgón de cola del PRO” y que ya habló con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sobre la intención del radicalismo de plantarle internas para dirimir la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio. Así lo aseguraron fuentes de la UCR en exclusiva a Clarín.
Gerardo Morales encabeza la cumbre radical en la Casa de Corrientes este miércoles a la noche.
Fue toda una demostración de fuerza interna. En el auditorio de este miércoles a la noche estaban, entre otros, dos de los tres gobernadores radicales, los jefes parlamentarios nacionales y de la provincia de Buenos Aires, la vicepresidenta del Comité Nacional, dos ex gobernadores y un ex vicegobernador.
Los dos principales excluidos de la cita fueron objetos de fuertes críticas. A Cornejo, presidente del Comité Nacional, los presentes le endilgaron el virtual “congelamiento” de la actividad partidaria. Al senador porteño Martín Lousteau le recriminaron su aterrizaje en la interna bonaerense en respaldo de Gustavo Posse, de quien varios recordaron sus zigzagueos políticos.
“Que se concentre en pelear la jefatura de Gobierno en la Capital y deje de nacionalizar la campaña en otro distrito”, fue la queja de los más ofuscados con Lousteau. Algunos de ellos, de hecho, se retiraron antes junto a Maxi Abad -rival de Posse- para ir a un acto de la campaña oficialista en Avellaneda, donde dieron respaldo al candidato local, el ex periodista Luis Otero.
Hacía allí partieron Negri y los bonaerenses Miguel Bazze, Daniel Salvador y Karina Banfi, quien estuvo a punto de ser la compañera de fórmula de Mauricio Macri en 2019.
Se quedaron hasta el final el anfitrión, Gustavo Valdés, que este año va por la reelección en Corrientes, además de su antecesor, Ricardo Colombi; los bonaerenses Alejandra Lordén (vice de Cornejo), Josefina Mendoza, Juan Pedro Tunessi, Carlos Fernández y Fabio Quetglas; el senador formoseño Luis Naidenoff; el chaqueño Angel Rozas; los tucumanos José Cano y Silvia Elías de Pérez; el porteño Ricardo Gil Lavedra y el entrerriano Atilio Benedetti, entre otros. Ernesto Sanz cantó ausente con aviso.
Se habló de fortalecer al partido a nivel nacional “ya que podría haber PASO en provincias donde no se logren lista de unidad con otros socios de Juntos por el Cambio” para las elecciones legislativas de 2021. Y sobre la idea de suspender o modificar las primarias que impulsa el Gobierno, aunque salieron a la luz posturas diferenciadas, se acordó acatar lo que defina la mesa nacional de Juntos por el Cambio.
En ese marco, Morales planteó la idea de llamar a un congreso partidario después de las internas de Provincia y Capital del próximo 21 de marzo. El jujeño es secretario general del partido, cargo que le ganó en una ajustada pulseada a Enrique Nosiglia, padrino político de Lousteau, en 2019.
Morales se comprometió a aparecer desde este domingo en actos de campaña de Abad, el candidato del aparato partidario. El plato fuerte sería su desembarco en San Isidro, bastión histórico de la familia Posse.
Durante su discurso y en reuniones de pasillo, el jujeño consideró que el partido debe poner un dique al desfile de dirigentes que buscan pactar de antemano con Larreta, por considerarlo el candidato “cantado” de la oposición en 2023. “No es lo mismo gobernador la ciudad más rica que gobernar el país”, arengó. Sospecha que varios de sus correligionarios se estaban poniendo el uniforme de candidato a vice de Larreta. Y alguien le sopló: “Ojo que ahora aparece Patricia Bullrich como otra opción del PRO”.
También reconoció que se había recluido en su provincia, pero que ahora “con las cuentas ordenadas”, va a salir a caminar las provincias para el armado de las listas legislativas. Les pidió a Negri y Naidenoff, jefes de los bloques de diputados y de senadores que caminen el país para diseñar la estrategia de las legislativas. “Hay que ponerle un muro al avance K en el Congreso y tenemos que negociar las mejores listas en Juntos por el Cambio”, fue la consigna.
“Debemos mostrar un programa que nos diferencie de la gestión de Cambiemos, con un Estado más presente y un olfato social para leer el impacto de cada medida”, sostuvo Naidenoff, para quien “el radicalismo no puede tener en 2023 un candidato testimonial, tenemos que ser competitivos”.
Según varios de los asistentes a la cumbre, Morales luce entonado por el reciente fallo favorable de la Corte Suprema en el caso Milagro Sala, aunque seguramente en sus recorridas le pasarán factura por su acercamiento al presidente Alberto Fernández, incluyendo votaciones de sus legisladores junto al bloque K, como el caso del impuesto a la riqueza.
El jujeño va por su segundo mandato de gobernador y no podrá buscar la reelección. Su primer objetivo antes de confirmar si se anota en las presidenciales sería alzarse con la jefatura del Comité Nacional en diciembre próximo, cuando concluye la gestión de Cornejo. Y desde allí ser el ejecutor de la estrategia radical para el 2023.
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