Destrozan a Woody Allen en el documental de HBO sobre abuso sexual

la miniserie de cuatro capítulos que produjo y emite HBO -estrena uno por semana, desde el domingo 21 de febrero, uno por semana, a las 23, y suben a la aplicación HBO Go- las acusaciones de “abuso sexual” contra el cineasta lo dejan, no mal parado, sino en estado de knock-out.

Ya no son las fotos “pornográficas” que Mia encontró en el escritorio de Woody -fotos desnudas de Soon-Yi, hija adoptiva de Mia Farrow que terminó siendo la esposa de su por entonces pareja- “que no las publicaría ni Playboy… Eran vulgares”, sino las palabras que dicen unos y otros.

Y que cuentan que Woody le enseñaba a la pequeña Dylan a chuparle el dedo. Que Woody le ponía protector solar en la espalda a la niña y se detenía en los glúteos. Que una afamada psiquiatra que vivía en el edificio de Mia, le advirtió a ella cierta “manera” en la que Woody la saludaba. Que Woody aceptó ir a una psicóloga, la que le dijo a Mia que su entonces pareja tenía un “comportamiento inapropiado, pero no sexual” con la pequeña.

“No importa lo que crean que saben, es solo la punta del iceberg”, desafía Dylan apenas abre el primer episodio.

Pero no tiene solo malos recuerdos de Allen. “Es alguien a quien amo más que a nadie. Y descubrí que puedes amar a alguien y tenerle miedo”.

Woody Allen tose. Está en el Plaza Hotel, de su bienamada Nueva York. Fue el 18 de agosto de hace 28 años, en 1992. El director de Dos extraños amantes y ganador de 4 Oscar da una conferencia de prensa donde se defiende de las acusaciones de abusar sexualmente de Dylan Farrow, la hija de 7 años que compartía con su pareja y “novia” Mia Farrow, ya que nunca contrajeron matrimonio, y vivían en departamentos enfrentados, uno a cada lado del Central Park.

El director, actor, guionista y músico, hoy de 85 años, negó constantemente todo. Y está libre de culpa y cargo. La Justicia nunca le dio la razón a Dylan, quien ahora tiene 35 años, ni a su madre Mia.

En Allen v. Farrow mientras Mia Farrow, Dylan y su hermano Ronan, y amigas o parientes de Mia hablan ante las cámaras de los directores Kirby Dick y Amy Ziering, Allen sólo aparece a través de su voz, tomado de su audiolibro autobiográfico Apropos of Nothing, de 2020.

Allen no participó de la miniserie, y el domingo por la noche él y su esposa Soon-Yi se despacharon en un comunicado criticándola.

El comunicado de Allen y Soon-Yi expresa que “estos documentalistas no tenían ningún interés en la verdad. En cambio, pasaron años colaborando subrepticiamente con los Farrow para armar un trabajo plagado de falsedades. Woody y Soon-Yi fueron contactados hace menos de dos meses y solo se les dio una cuestión de días para ‘responder’. Por supuesto, se negaron a hacerlo”.

“Como se sabe desde hace décadas, estas acusaciones son categóricamente falsas. Varias agencias los investigaron en ese momento y descubrieron que, independientemente de lo que se le haya hecho creer a Dylan Farrow, nunca se había producido ningún abuso. Lamentablemente, no es de extrañar que la cadena para transmitir esto sea HBO, que tiene un contrato de producción permanente y una relación comercial con Ronan Farrow. Si bien esta pieza de mala calidad puede llamar la atención, no cambia los hechos”.

Continuará.