Apertura de Sesiones: ataque por la deuda, promesa salarial, patear el pago al FMI y silencio sobre el dólar

lo que adelantó el mandatario, habrá que esperar una negociación larga con el Fondo Monetario, críticas a los opositores por la deuda récord contraída entre 2018 y 2019 (US$ 44.000 millones), embates contra empresarios por remarcaciones y un descongelamiento gradual de los servicios públicos.

La palabra ausente del discurso de Fernández fue el dólar. Con Mauricio Macri era esperable porque su gobierno implementó un sistema en el que el tipo de cambio se movía por la oferta y demanda (libremercado). Pero acá el Gobierno necesita de todavía un cepo para controlar su precio y aún así en 2020 la brecha llegó a 130% motivando la crisis económica más importante que registró hasta ahora el Frente de Todos. El Banco Central sigue sin poder sumar reservas.

Del discurso de Fernández se desprende que el fogonazo cambiario de octubre no fue producto de las desinteligencias en su equipo económico. Sino de Macri. “Recibimos un país endeudado y en crisis. Debíamos enfrentar el incendio sabiendo que otros habían terminado con el agua”, dijo ni bien arrancó su intervención en el Congreso.

Enseguida llegó uno de los capítulos más viscerales. Señaló que la deuda con el FMI no sólo se renegociará sin apuro sino que se judicializará y se investigará.

“El gobierno que me precedió recibió el préstamo más grande de la historia. Los US$ 44.000 millones se esfumaron antes que asumiéramos”. Y ordenó una investigación. 

“He instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quienes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”.

Acusó a Macri de falta de transparencia en el crédito que tomó con el FMI, diciendo que fue tomado “entre gallos y medianoche” e involucró a la administración de Donald Trump. “Somos nosotros los que queremos liberar de la deuda que otros tomaron. Sería bueno que reconozcan sus errores”, dijo.

Un dato más. El Ministerio de Economía y el Banco Central dicen querer llegar a un entendimiento cuanto antes con el FMI. Pero Fernández señaló lo contrario. “No queremos apresurarnos”. En las próximas semanas Martín Guzmán se reunirían con Kristalina Georgieva en Washignton.

En el capítulo de los precios el Presidente mencionó que en 2020 la inflación bajó 18 puntos porcentuales. A lo Guzmán dijo que “la inflación es un fenómeno multicausal”. Para el ministro el aumento sostenido del ritmo al que suben los precios no es culpa sólo de los monopolios o los empresarios sino también de los desequilibrios fiscales y monetarios. Fernández no se metió con estos detalles. Pero sí dijo que “no se pueden especular con los precios, se imputaron once empresas”.

Previamente había contado que al inicio de la pandemia había decidido el congelamiento de precios y tarifas, además de otorgar ayudas a los más damnificados por la cuarentena y el confinamiento. La pobreza aumentó de 35% a 40,9%. “Pero las medidas nos sirvió para evitar que 2.700.000 personas cayeran en la pobreza”.

El discurso no perdió su hilo monocorde y la impronta de que en meses hay elecciones. “Queremos que el salario le gane a la inflación, porque nadie se salva solo. La generación de trabajo es una prioridad, como hacer que los salarios crezcan y los precios se estabilicen”.

Finalmente, en el tema tarifario el Presidente dijo que “dispuse el congelamiento, ahora debe regularizarse. El objetivo es que haya tarifas diferenciales, justas y razonables”. Explicó que con el esquema de Macri los aumentos de gas y luz en abril serían de 130% y 168% respectivamente.

La revisión impactaría recién en 2022. “Hasta tanto podamos formular una nueva Revisión Tarifaria Integral creo importante marcar un sendero en el precio de las tarifas de luz, gas y otros servicios para el próximo año“.