Edson Fachin, juez del Supremo Tribunal de Brasil, anuló hoy todas las condenas contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción y ordenó comenzar nuevamente la
investigación en otros fueros debido a la supuesta parcialidad de la Fiscalía y el exjuez y exministro Sérgio Moro. De esta manera, el ex mandatario brasilero podrá presentarse a competir por la presidencia en las próximas elecciones de su país.
Fachin tomó esta decisión al hacer lugar a un habeascorpus impuesto por la defensa del expresidente Lula en el marco de las causas impulsadas por la hoy cuestionada Operación Lava Jato. Así las causas pasarían a un tribunal de Brasilia, y el ex presidente estaría habilitado para competir por la presidencia en 2022 (ya aventaja a Jair Bolsonaro en las encuestas).
Hace días, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Brasil (TSJ), Humberto Martins, había anunciado la apertura de una investigación de oficio por supuestas intimidaciones y presiones de los fiscales que investigaban el caso de corrupción Lava Jato a los miembros del propio TSJ.
Martins ordenó investigar la supuesta violación de la independencia judicial de los magistrados, quienes posiblemente fueron intimidados por miembros del equipo de fiscales anticorrupción, sin el aval de la Procuraduría General de la República brasileña (PGR), informó la prensa brasileña.
El desmantelamiento de la trama Lava Jato ocurrió cuando el juez Enrique Ricardo Lewandowski levantó el secreto de 50 páginas de un chat de la aplicación Telegram sobre una aparente maquinación entre fiscales y Moro para condenar sin pruebas al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El general retirado Eduardo Villas Boas, jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra con la expresidenta Dilma Rousseff, reconoció en su recientemente publicado libro, que el Ejército influyó para que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fuera encarcelado por un delito de corrupción.
Villas Boas admite en las páginas de su biografía, que se reunió varias veces con el entonces vicepresidente Michel Temer cuando se planificaba la moción de censura contra Rousseff que puso a Temer al poder. También admite que un texto divulgado por las redes sociales en vísperas de que el Supremo Tribunal Federal votase un habeas corpus solicitado por la defensa de Lula tenía como propósito directo el rechazo a la petición.
También revela que fue bajo su mando que los militares volvieron a implicarse en política, buscando a un candidato que en las elecciones presidenciales de 2018 pudiese derrotar a la izquierda, representada esencialmente por el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula en respuesta a la creación de la Comisión de la Verdad, destinada a investigar y denunciar los crímenes de la dictadura por parte de Rousseff.
Con este marco, Lula aparece ya triunfal frente al declinante Bolsonaro, en las vísperas de los festejos por los 41 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que se cumplirán el este mes: el PT organiza una semana de actividades y debates online, de los que participará el presidente argentino el 22 de febrero, en los que seguramente Alberto Fernández apoye a Lula, a quien visitó en la cárcel, durante 2019 y en plena campaña electoral
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por R.N.