A cinco días de la desaparición del empleado judicial de General Roca, Javier Videla (43), la Policía de Río Negro no ha ubicado aun su paradero. El hombre, de
acuerdo al testimonio de su pareja, Julio Sánchez (30), fue secuestrado por el mecánico y peón de campo Antonio Colicheo (32).
En su relato, Sánchez contó que Videla fue llevado por la fuerza en su auto el miércoles por la noche. Además, declaró que Colicheo le disparó dos tiros en su huida mientras la víctima iba en el baúl.
Además, fuentes de la investigación aseguraron que se establecieron contactos “subjetivos” entre Colicheo y el cadáver de una mujer (aun no identificada) encontrado durante las labores de rastreo para hallar a Videla, en un campo en el cual trabajaba el ahora detenido.
El jueves pasado, la Justicia local ordenó seis meses de preventiva para Colicheo -acusado de homicidio en grado de tentativa, privación de la libertad, portación y uso de un arma de fuego-. Aunque en teoría este hombre fue el último en ver a Videla, no declaró ni brindó pistas de su situación.
Colicheo tiene antecedentes penales, indicaron voceros judiciales, pero tampoco se brindaron detalles sobre qué tipo de faltas incluye su prontuario.
La Policía descubrió en el Chevrolet Agile un par de lentes certificados como de la víctima y rastros de sangre que están siendo cotejados en los laboratorios provinciales.
“Si bien hay tres hechos que serían independientes, cierto es que tienen una conexión, que es una conexión subjetiva”, indicó el fiscal a cargo de la investigación, Luciano Garrido, en conferencia de prensa.
“Las horas van pasando y estamos haciendo lo posible para poder dar con Javier”, agregó.
El caso tiene sorprendidos a los habitantes de General Roca y a toda la provincia por sus extrañas vueltas de tuerca y la violencia. En cuestión de 24 horas, la Policía atendió una denuncia de secuestro, un ataque con arma de fuego y la aparición de un cadáver que, en principio, se rumoreó que estaba desmembrado en un descampado a 80 kilómetros de la ciudad.
Por estos días, amigos y familiares de Videla se sumaron a los agentes en la búsqueda de su persona. Los rastreos se desarrollan en campos cercanos a General Roca, una ciudad de unos 140 mil habitantes, que es el centro de la producción nacional de peras y manzanas. La localidad y sus zonas aledañas constituyen una suerte de oasis cruzado por canales que nutren la producción de frutas, mientras la geografía que la circunda es un inmenso desierto.
En la ciudad, los vecinos consultados por Clarín, dicen tener muy pocas esperanzas de que Videla esté vivo.
Entre las instituciones que participan de las tareas se incluyen Policía Montada, Sección de Canes, grupo especial COER, la Brigada de Investigaciones y Bomberos Voluntarios.
El miércoles 3 de marzo, siguiendo el relato de Sánchez, Colicheo llegó hasta el departamento de Videla y les dijo que el coche de su hermana estaba arreglado y había que ir a buscarlo a Allen, localidad cercana. Videla fue con él y poco después apareció Colicheo solo, preguntando por él.
En ese momento intentó que Sánchez se subiera también al auto, pero el joven escuchó desde el interior un grito que decía: “Julito no entres, andate, corré“. Sánchez de inmediato escapó y Colicheo le disparó dos tiros que fueron a parar a una puerta. Fue la última vez que se supo algo de Videla. Colicheo fue atrapado al día siguiente en un sector rural a 70 kilómetros de Roca.
EMJ
TEMAS QUE APARECEN EN ESTA NOTA
COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS.ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE.
Comentar las notas de Clarín es exclusivo para suscriptores.
Clarín
Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar.
Clarín
Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.
