La doctora en Letras Soledad Quereilhac asegur este mircoles que ella “no tiene la potestad de ofrecer vacunas a nadie” y acus a la
escritora Beatriz Sarlo de “sobreactuar honestidad” y de “cacarear mentiras en los medios”.
En un largo mensaje compartido desde su perfil de Facebook, remarc que “no es funcionaria del gobierno de la provincia de Buenos Aires” y revel que ella “no fue vacunada an”, por lo que est esperando su turno “como todo el mundo”.
“Ni mi madre, ni mi suegra, ni ningn familiar ni amiga o amigo cercano recibi tampoco la vacuna. Todxs estn esperando su turno, como corresponde”, agreg Quereilhac, quien luego subray: “No fomentamos ni participamos de ningn privilegio ni de ningn trato ‘vip'”.
As desminti lo que Sarlo haba afirmado por la maana en su declaracin como testigo en el juzgado federal de Mara Eugenia Capuchetti y ante el fiscal Eduardo Taiano: en esa declaracin, segn trascendi, Sarlo dijo que “desde la provincia de Buenos Aires le haban ofrecido vacunarse a travs de la esposa del gobernador” (por Quereilhac).
Sarlo luego se desdijo y en declaraciones a la emisora Radio Con Vos asegur que se “autocriticaba fuertemente” por haber dicho que fue un ofrecimiento irregular, dado que la oferta que recibi formaba parte de una campaa de concientizacin con 100 personalidades pblicas que buscaba tranquilizar a la sociedad sobre los efectos de la vacuna Sputnik V.
La campaa de difusin buscaba contrarrestar el boicot y la demonizacin contra la vacuna Sputnik V, promovida por algunos medios y sectores de la oposicin, pero no lleg a implementarse porque antes se publicaron los resultados de los ensayos clnicos en la la revista cientfica The Lancet y no fue necesario.
En su posteo en respuesta, Quereilhac asegur que “no tiene trato personal” con Sarlo desde el ao 2004 y cont que tampoco tiene “el correo electrnico ni el telfono” de la escritora.
“El nico contacto que tuve con Sarlo en estos casi veinte aos es a travs de sus libros, que integran los programas de los cursos que dicto en dos universidades nacionales”, asegur.
“Si nadie de mi crculo se vacun, si ni yo misma me vacun, dato que jams pasara por arriba de los derechos de los dems, por qu le ofrecera a Beatriz Sarlo, persona con la que no tengo ningn trato ni vnculo?”, remarc luego Quereilhac, tras lo cual aadi: “La acusacin carece de toda lgica, adems de no tener sustento ni basarse en pruebas”.
En relacin a la convocatoria a Sarlo para sumarse a la accin de concientizacin, que nunca se puso en marcha, Quereilhac seal: “Como trabajo en el mbito de la cultura y la academia, entre muchos nombres posibles, pens en el de Beatriz Sarlo, cuyo reconocimiento es indiscutible, al igual que su total ajenidad al peronismo”, afirm.
Y puntualiz: “Ese fue todo mi aporte: pensar junto a mi pareja, la tarde del 22 de enero, personas que tambin quisieran ‘poner el hombro’ (as se llamara la campaa pblica) a la vacuna y ayudar a atenuar tanta irracionalidad anticientfica. Jams se pens en trminos de ‘privilegio'”, recalc.
Quereilhac, despus, ratific que a Sarlo la propuesta para sumarse a la campaa le lleg a travs del director de la editorial Siglo XXI, Carlos Daz, a travs de un intercambio de correos electrnicos: “Sarlo rechaz la propuesta al otro da y as nos lo comunic Carlos Daz”.
Por ltimo, en un prrafo duro dirigido particularmente a Sarlo, la licenciada en Letras y docente universitaria le reproch que, siendo profesora titular de Literatura argentina del siglo XXI por ms de dos dcadas y autora de muchos libros sobre sociologa de la cultura y crtica literaria, “tenga problemas de lectura frente a un simple correo electrnico”.
“Lo cierto es que, para sobreactuar su honestidad, Beatriz Sarlo no ha tenido otro recurso que cacarear mentiras en los medios. Habl de propuestas ‘por debajo de la mesa’ y con ello no slo sembr dudas sobre el proceso de vacunacin en su conjunto, sino que, sobre todo -y aqu lo ms imperdonable-, termin involucrando en sus mentiras a Carlos Daz, una persona de bien, respetada y querida por gran parte del campo intelectual argentino”, cuestion Quereilhac.
Y, en ese mismo tono, aadi: “De paso, tambin me ensuci a m, atribuyndome actos de corrupcin y nepotismo que jams en mi vida comet. A la luz de su autopercepcin como una persona que ‘tiene tica’, slo cabe esperar que se rectifique”, exigi.
Quereilhac es docente, investigadora y crtica literaria, tiene un doctorado en la UBA e integra el Instituto de Historia Argentina y Americana Emilio Ravignani (UBA-Conicet). Vive con el gobernador Axel Kicillof, con quien tiene dos hijos en comn: Len y Andrs.