El miércoles a la mañana, luego de que Johana Martínez de 29 años le diera de amamantar a su hijo recién nacido en una sala de internación del hospital “Cruz Felipe
Arnedo” de la ciudad de Clorinda, un médico clínico ordenó la inmediata derivación del bebé hacia el hospital de La Madre y el Niño de Formosa por una deficiencia respiratoria que requería de una atención médica más compleja.
Ante el asombro de la madre, que pidió acompañarlo en la ambulancia, el profesional le negó esta posibilidad con el argumento de que debía cumplir 14 días de cuarentena en la capital, tal como impone el protocolo sanitario de la provincia en el marco de la emergencia por la pandemia del Covid-19. Luego de un día de incertidumbre, una asistente social se encargó de comunicar por teléfono a la familia el fallecimiento del niño.
En su conmovedor relato, Johana explicó que lo vio con vida por última vez a su hijo el miércoles a la mañana, poco después de alimentarlo en su habitación del hospital: “Estaba bien, hasta me sonrío cuando tomó la teta; luego llegó una enfermera y me lo llevó para que lo revise el pediatra. A la media hora volvió y me avisó que lo tenían que trasladar a mi bebé hacia Formosa porque padecía un problema respiratorio, sin más explicaciones que esas”.
“Ante mi desesperación, fui a hablar con el médico, que resultó ser un clínico y no un pediatra. Allí un doctor de apellido Otazú me prohibió que lo acompañe a mi hijo en la ambulancia porque según él, tenía que cumplir una cuarentena de 14 días en Formosa, y no podía salir, siendo que ya contaba con un hisopado negativo que me hicieron al ingresar a la internación. Directamente no me dejó ni despedirlo. Me arrancó de las manos con esa sola explicación”, comentó.
Según sus declaraciones, hasta la noche no logró que el personal médico del Hospital de Clorinda le dé información precisa sobre el estado de su hijo recién nacido. “Sólo se acercó una asistente social para pedirme los datos y avisarme que el bebé estaba grave en Formosa. Luego, para las 20, una enfermera me aplicó un calmante y me trasladó a otra sala para que esté más tranquila. Fue allí que mi marido recibió un llamado con la noticia de que nuestro hijo había muerto por un paro cardiorrespiratorio en el Hospital de La Madre y El Niño. Y que el cuerpo iba a regresar el jueves cuando se desocupaba una ambulancia que estaba en el interior. Sólo esas explicaciones nos dieron”, señaló Johana.
Y añadió: “Al día siguiente, cuando el padre va a la morgue judicial para hacer el reconocimiento, le informan desde la delegación oficial que el cuerpo había ingresado el miércoles a la noche para la autopsia. Ese mismo día que lo llevaron de mis brazos murió y nos avisaron muchas horas después”.
En las últimas horas ingresó al Juzgado de Instrucción y Correccional N° 1, a cargo del doctor Julio Raúl Mauriño, la denuncia de Johana Martínez por averiguación de causal de muerte de su hijo.
En la exposición judicial se solicitó al Juez el informe pormenorizado de la autopsia y los resultados preliminares de los forenses sobre el estado de su salud del recién nacido, previo a su fallecimiento.
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