La designación de Martín Soria como ministro de Justicia en reemplazo de Marcela Losardo representa un nuevo cambio dentro del gabinete que fortalece a Cristina Kirchner dentro
de la Casa Rosada. Desde que asumió Alberto Fernández el 10 de diciembre de 2019, la presencia de funcionarios que responden a la vicepresidenta fue en crecimiento constante. Al punto que con la confirmación de un nuevo funcionario como ministro son 10 los desembarcos que le dieron mayor poder a la vicepresidenta en 15 meses de gobierno, sumando movimientos en ministerios, secretarías u organismos clave que funcionan dentro de la estructura oficial.
Fernanda Raverta por Alejandro Vanoli
El primer cambio rutilante se dio a finales de abril del año pasado, cuando Alejandro Vanoli dejó su lugar como titular de la ANSeS. Si bien había sido funcionario en el segundo mandato de Cristina, cuando presidió el Banco Central, a la ANSeS había llegado con la venia de Alberto Fernández, que le dio para manejar al economista una caja estratégica de por sí, pero que tomó todavía más peso a partir de la pandemia por Covid-19 y la puesta en marcha del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Menos de cinco meses duró en el cargo Vanoli, señalado por haber expuesto a miles de jubilados a filas kilométricas en pleno auge de contagios. Fue reemplazado por una dirigente de La Cámpora, María Fernanda Raverta, que venía de ser parte del gabinete de Axel Kicillof y que en 2019 había intentado, sin éxito, ser intendenta de Mar del Plata. Cristina movía su primera ficha interna en la Rosada.
Y Raverta, con los meses, se llevaría a las loas del Ejecutivo por las tres tandas de IFE que se promovieron desde ANSeS, por $ 265.000 millones, más otros planes asistenciales lanzados. Internamente, a sus más cercanos, Vanoli les asegura que muchas de esas iniciativas fueron impulsadas por él en el primer trimestre de la presidencia de Fernández.
Darío Martínez por Sergio Lanziani
El siguiente movimiento fue en Energía, una secretaría con rango de ministerio durante el macrismo, al frente de la que asumió Sergio Lanziani, quien vio debilitada su gestión casi desde el “vamos”. Alberto lo apuntaló en esos primeros meses, respaldado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas. Pero el kirchnerismo fue mermando su crédito a partir de ingresos de funcionarios en puestos clave para el área.
Recién en agosto dejó su cargo, en el que fue reemplazado por un representante patagónico del kirchnerismo como el rionegrino Darío Martínez, presidente hasta entonces de la comisión de Energía de la Cámara de Diputados. Pero los cambios no quedaron ahí. La secretaría dejó de estar bajo la órbita de Desarrollo Productivo y pasó a las órdenes de Martín Guzmán, centrando la base de operaciones en el yacimiento neuquino de Vaca Muerta.
Jorge Ferraresi por María Eugenia Bielsa
El tercer cambio se dio en noviembre, luego de que Cristina hablara de “funcionarios que no funcionan”. La apuntada indirecta fue María Eugenia Bielsa, titular hasta entonces de Desarrollo Territorial y Hábitat. La baja ejecución de su ministerio condenó a la funcionaria, que debió dejar su lugar a un alfil del kirchnerismo: Jorge Ferraresi.
El intendente -en licencia- de Avellaneda es seguramente el jefe comunal más cercano a la vicepresidenta. Su llegada a un ministerio que Alberto buscó reactivar desde lo económico obedeció directamente a esa cercanía con el titular del Senado. Tanto confía Cristina en Ferraresi que fue en Avellaneda donde eligió vacunarse, en el Hospital Presidente Perón. Él, como cada vez que Cristina pisó el municipio, la acompañó.
Pablo González por Guillermo Nielsen
El 21 de enero hubo otro cambio que sacudió la modorra del verano. Guillermo Nielsen, el elegido de Alberto como presidente de YPF, dejó su puesto después de largos meses de tensiones con el kirchnerismo duro dentro de la petrolera estatal. Su puesto, como sucedió en Energía, lo cubrió un delfín de Cristina en el Congreso, el diputado nacional santacruceño Pablo González. Nielsen tuvo premio consuelo: partió hacia la embajada de Arabia Saudita.
Carla Vizzotti por Ginés González García
El siguiente movimiento del gabinete, el más resonante en 15 meses de gestión de Alberto Fernández, se dio el 19 de febrero, luego de que estallara el escándalo por el Vacunatorio VIP instalado en el Ministerio de Salud. Ginés González García dejó su cargo casi de inmediato tras la revelación de Clarín y fue reemplazado por Carla Vizzotti, su segunda en la cartera. Si bien Vizzotti no es una funcionaria identificada de manera directa con el kirchnerismo, la salida de González García significó un traspié para Fernández, que se vio obligado a despedir del puesto de ministro a su amigo. Y reforzó a Cristina, que salió Ilesa de la polémica en torno a la vacunación.
Menos de un mes después, otra ministra del riñón del Presidente dejó su cargo y pasó a una embajada, la de Unesco en París. Acechada por una reforma judicial que impulsó el kirchnerismo y que en su gestión no logró avanzar, Marcela Losardo renunció y dejó el lugar a un cambio que se confirmó el lunes por la noche.
Su reemplazante será Soria, diputado rionegrino que respondió abiertamente a Cristina Kirchner. Integrante de la comisión de Justicia en la Cámara Baja, ha defendido públicamente la reforma que impulsa el kirchnerismo y ha cuestionado vía Twitter, por citar un caso, las reuniones que en su momento tuvo Mauricio Macri, siendo Presidente, con el camarista de Casación Gustavo Hornos.
Otros aliados en las segundas líneas
Antes y después de la salida de Lanziani se produjeron cuatro movimientos en segundas líneas de áreas vinculadas a Energía que también se pueden interpretar como avances de Cristina dentro de esa cartera, que nuclea una de las agendas que más apasionan a la vicepresidenta. Tras la salida de buena parte del gabinete de Lanziani, como subsecretario de Energía Eléctrica pasó a estar Federico Basualdo, hasta entonces titular del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). Basualdo es visto puertas adentro como uno de los hombres de Cristina, al punto que antes de pasar a la función pública escribía columnas de opinión en “El Cohete a la Luna”, del periodista K Horacio Verbitsky.
La vacante de Basualdo en el ENRE se cubrió con más kirchnerismo. En su lugar asumió Soledad Manín, funcionaria de confianza de Basualdo y hermana de Laura Manín, subsecretaria de gestión administrativa en el Ministerio del Interior que encabeza Eduardo de Pedro. El padre de ambas, Manuel Manín, fue intendente de Lobos por el PJ, de 1991 a 1995.
Federico Bernal, titular del Enargas desde marzo de 2020, es el otro funcionario a cargo de contolar el área energética. Fue asesor de Cristina Kirchner en el Senado, de 2017 a 2019 y previamente había trabajado en el Ministerio de Planificación Federal que condujo Julio De Vido. Su primera decisión, entonces, fue denunciar penalmente a Juan José Aranguren por su gestión al frente de Energía durante el macrismo.
Un funcionario leal a Cristina también controla Yacyretá. Se trata de Ignacio Barrios Arrechea, empresario maderero de Misiones e hijo de quien fuera gobernador provincial de 1983 a 1989, Ricardo Barrios Arrechea. Radical desde la cuna, se acercó al kirchnerismo en la presidencia de Cristina, y se retrató con ella en una selfie. Está a cargo de la represa eléctrica desde junio pasado.
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