Hace casi 14 años la desaparición de Madeleine McCann de 3 años mientras vacacionaba junto a sus padres y hermanos en un resort en la costa de Portugal
conmocionaba al mundo entero. El caso de la niña inglesa desaparecida trascendió rápidamente la prensa de Inglaterra pasando a ser noticia en Europa y posteriormente en el resto del mundo. Sin embargo, a más de una década de esa desaparición, el caso continuo sin resolverse dejando una investigación salpicada con acusaciones de mala praxis policial, múltiples sospechosos y falsos avistamientos. Una revisión al caso que marcó un antes y un después en todo el mundo cuando se abordan los hechos que involucran la desaparición de menores.
Vacaciones y desaparición
Madeleine MacCann de 3 años es la mayor de tres hermanos, he hija de Kate McCann medica anestesióloga y de Gerry MacCann medico cardiólogo. En abril del 2007 la pareja y sus tres hijos fueron a vacacionar junto a otras tres familias al sur de Portugal, en un resort llamado “Praia da luz”, conocido como la pequeña Inglaterra por la cantidad de turistas británicos que lo frecuentan. El 3 de mayo los McCann dejaron a sus hijos en el Kids Resort Club, una guardería infantil, la mayor parte del día. Llegada las 19 horas Madeleine y sus dos hermanos fueron llevados a dormir por sus padres al departamento 5A del complejo, la niña fue acostada en su cama junto a su pequeña mascota de peluche. Luego de dejar durmiendo a sus hijos, ambos padres se dirigieron al restaurant que se encontraba dentro del resort a 50 metros del departamento 5A.
Desde el inicio de esas vacaciones, tanto los McCann como el resto de las parejas se juntaban a comer en el restaurante mientras dejaban durmiendo solos a sus hijos. Cada 30 minutos los padres se rotaban para ir a los departamentos y revisar que todo estuviera bien. Alrededor de las 21:05 horas Gerry fue a ver a sus hijos, declarando posteriormente que los encontró durmiendo normalmente, pero encontró la puerta totalmente abierta en vez de entornada, como la había dejado, por lo que al salir la cerró. Transcurrida una ronda de por medio, Kate volvió al departamento a las 22.00 horas, al llegar encontró la puerta y las ventanas del departamento abiertas. Enseguida se dio cuenta que la cama de Madeleine se encontraba vacía habiendo quedado solo su peluche, por lo que Kate volvió al restaurant pidiendo ayuda para encontrar a su hija. En ese momento ambos padres, el resto de los amigos de la pareja y empleados del resort buscaron a la niña por todo el complejo sin poder encontrarla. Ante esto, se llamó a la policía para denunciar la desaparición.
Se juntaban a comer en el restaurante mientras dejaban durmiendo solos a sus hijos.
Investigación y polémicas y muchas teorías
Luego de que el caso adquirió importancia internacional, la prensa (es especial la inglesa) fue revelando errores importantes que cometió la policía portuguesa durante las fundamentales primeras 48 horas desde la desaparición de la niña. La policía tardó en realizar una descripción detallada de la niña para poder buscarla casa por casa, también se tardó hasta 10 horas en bloquear los accesos al complejo y las zonas inmediatas para la búsqueda. Posteriormente la propia policía admitió que no se resguardo adecuadamente la escena de la desaparición en el departamento 5A. Luego las acusaciones también recayeron en la Interpol que tardo emitir una alerta global por la desaparición de la niña, ya que se barajaba la hipótesis que Madeleine podría haber sido secuestrada por una red de trata de personas. La investigación también arrojo múltiples sospechosos de la desaparición, aunque ninguno con pruebas firmes.
La policía admitió que no se resguardo adecuadamente la escena dela desaparición.
Una de las primeras teorías, fue que la propia Madeleine extrañando a sus padres que se encontraban en el restaurant, salió a buscarlos y se perdió en la playa o en las inmediaciones e incluso podría haberse caido en un hueco, pero esto fue descartado rápidamente. Uno de los primeros investigados fue Robert Murat residente de la zona, que despertó sospechas en la policía al involucrarse en la búsqueda de la niña de manera muy insistente a pesar de no tener relación previa con los padres. La policía allanó su casa sin encontrar ninguna prueba, posteriormente el Ministerio Fiscal de Portugal lo exoneraría. Otra hipótesis de la investigación se basó en el testimonio de una pareja, que declaro haber visto en la noche de la desaparición a unos 400 metros del lugar, a un hombre de cabello rubio, que no se veía como turista, llevando nervioso en brazos una niña rubia en una camioneta. A pesar de la elaboración de un identikit del sospechoso, no hubo ningún resultado.
Pero el punto más polémico de la investigación se dio cuando la policía británica colaboró llevando dos perros entrenados, el primero, especializado en el rastreo sangre fue llevado al departamento 5A. Allí el perro encontró bajo la cama donde durmió Madeleine restos de sangre para luego encontrar más rastros en el maletero de un auto, que los padres de la niña habían alquilado dos semanas después de la desaparición. A su vez el otro perro entrenado para oler cadáveres encontró este tipo de olor en el maletero y las llaves del mismo auto. Pero luego del cierre del caso tras 14 meses de investigación, el levantamiento del secreto de sumario reveló a la prensa que las muestras encontradas por los perros no fueron ratificadas por los laboratorios en Inglaterra. No pudiéndose determinar con ninguna certeza que se tratara de la sangre de Madeleine. Para esa fecha el Ministerio Fiscal de Portugal ya había exonerado a los padres de la niña de toda sospecha.
Un perro encontró rastros de sangre bajo la cama donde durmió Madeleine.
A pesar de la exoneración, el desplazado inspector en jefe de la causa, Gonçalo Amaral continúo afirmando la culpabilidad de los padres, he incluso sacó un libro para luego ser demandado y condenado en 2015 a indemnizar a los McCann. Mas allá de estas acusaciones, los padres llevan casi 14 años buscando a su hija, bajo el contexto de haberse reportado 8600 avistamientos de MadeleineMcCann en 121 países. En 2020 la policía alemana declaro haber descubierto a un sospechoso que se encontraba en el lugar y tiempo de los hechos, tratando la investigación como un caso de asesinato. Si bien el alemán Christian Brueckner (actualmente en prisión) es un delincuente sexual, las pruebas que lo involucran con el secuestro no son contundentes. El misterio, impericia y show mediático internacional alrededor de la desaparición Madeleine McCann generó que este caso, haya trascendido las barreas del tiempo y la geografía quedando siempre presente en la memoria colectiva cada vez que desaparece un niño.
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