Premios Oscar 2021: El agente topo, en Netflix, puede hacer historia

Los algoritmos son insondables.

Pero si no la vio, no sabe lo que se está perdiendo.

El agente topo entró en el radar de muchos por una serie de curiosidades. Es candidata al Oscar al mejor documental, el agente del título es un señor de 83 años, y es un topo dentro de un geriátrico.

Además, es una película chilena, aunque con producción europea y aporte de Festivales tan importantes como Sundance, TriBeCa, San Sebastián y hasta el “corner” documental de Cannes.

Y, tal vez lo más insólito de todo esto, es que está basado en hechos reales.

Es decir que Rómulo, que tiene una agencia de investigaciones, se gana la vida como investigador privado -la credencial de Interpol de Chile, entonces, debe ser legítima-, y el pedido de una clienta por averiguar si a su madre en la Residencia San Francisco, en El Monte, la tratan con cuidado, le dan la medicación a horario y no le roban nada, fue verídico.

Y que Sergio no es un personaje, sino que es una persona adorable, que hace de sí mismo. Un señor de 83 años que quiere trabajar, pasó por un casting -se ve al comienzo del filme- entre muchos candidatos para cubrir un puesto en la agencia de investigaciones, y que debe aprender a manejar mejor el celular, grabar, filmar y hasta utilizar un par de gadget, como unos anteojos que filman, para cumplir la “misión”.

Acercarse al “blanco”, como denominan a la señora Sonia Pérez, no es sencillo, porque Sonia, a diferencia de otras internadas, es bastante reacia a entablar conversaciones.

Suele decirse que hay dos tipos de documentales. Aquellos que quieren demostrar una tesis, y otros que surgen a partir de una búsqueda, que documentan desde la mirada, la observación.

Los primeros, que suelen ser mayoría, si algo en el camino (esto es, en el rodaje) enturbia o cuestiona lo que quieren mostrar, lo evitan y editan, si llegaron a filmarlo.

Maite Alberdi en El agente topo sacó a un personaje que había filmado, pero porque descubrió que había otro que había ganado, y por mucho, su lugar preponderante.

Sacó de cuajo a la “clienta” y le otorgó mayor presencia a Sergio.

¿Las abuelas y los abuelos internados en el geriátrico fueron filmados sin que lo supieran? No, y se ve cuando algunas señalan el boom con el micrófono, y hablan del rodaje. Lo que no sabían durante la filmación era el objetivo de la película.

Pero poco a poco la atención va mudando, y de la “investigación” pasamos a interesarnos mucho por la vida y las anécdotas de Bertita, Petronila, Marta y muchas más. Hay quien quiere hasta casarse con el infiltrado, quien recita poesías, quien se volvió cleptómana y quien antes que Alzheimer o demencia, sufre de soledad.

El abandono u olvido de sus seres queridos, que los han dejado allí internados y no los visitan pasa a ser el centro de la preocupación de Sergio. Y del espectador.

Chile mandó a la selección para la nominación a la mejor película internacionalEl agente topo. Pasó el primer corte de la elección, quedó entre los 15 títulos de la lista corta, pero no llegó a estar entre los 5 candidatos finales.

Pero como es un documental -un documental con algo de ficción-, esta coproducción chileno/española/alemana, también fue presentada para competir en el rubro.

Y allí está, junto a la rumana Collective, la gran candidata, por denunciar la corrupción en el sistema de salud, que puede verse en HBO.

Pero ésa es otra historia.

La que vale es la que cuenta El agente topo.

“El agente topo”

Muy buena

Documental/Comedia dramática. Chile, 2020. 89’, ATP con leyenda. De: Maite Alberdi. Disponible en: Netflix.