El conductor de uno de los dos autos que participaban de la picada trágica que terminó con la muerte de un hombre 43 años y de su hijo de 8, el sábado pasado en
Rosario, fue imputado este martes por el delito de “homicidio simple con dolo eventual y lesiones gravísimas en calidad de coautor”.
Pablo M., de 35 años, quedó detenido y podría recibir en caso de ser encontrado culpable una pena de entre 8 y 25 años de prisión. De acuerdo a la mecánica establecida llegó a rozar con su Citroen C4 el C3 en el que viajaban las víctimas, desestabilizando su marcha.
El otro automovilista que corría junto a Pablo M. en la zona sur de la ciudad, y que fue el que impactó de lleno con su Renault Sandero al Citroen C3, no pudo ser llevado aún a audiencia imputativa porque permanece internado a causa de las heridas que le provocó el impacto. Más allá de su estado de salud se encuentra en calidad de detenido.
El auto en el que viajaban las víctimas. Fue impactado por los autos de los dos acusados. Foto: Juan José García
La fiscalía determinó, en base a las primeras pericias, que Germán S. (36) y Pablo M. corrían a 132 kilómetros por hora por Avenida del Rosario. Al llegar a la esquina con Ayacucho, donde los semáforos estaban con las luces intermitentes, no atinaron a frenar.
Las cámaras de seguridad ubicadas en la zona exhiben cómo el Citroen C3 es rozado por el C4 e impactado luego por la Sandero sobre el costado del conductor, matando en el acto a David Pizorno y a su hijo Valentino.
La esposa y madre de las víctimas, Cintia Díaz (32), sufrió una triple fractura en uno de sus brazos y fisuras en cuatro costillas. “Me hubiese encantado irme con ellos. Me mataron en vida”, declaró desde el sanatorio donde se repone tras el choque.
El papá y el nene murieron en el acto. “Me mataron en vida”, aseguró la madre del chico, que sobrevivó. Foto: Juan José García
Los fiscales Valeria Piazza Iglesias y Walter Jurado establecieron que los dos involucrados en la picada eran amigos, habían participado de una cena juntos y se movilizaban a la casa de quien este martes fue imputado.
La picada se prolongó unos 400 metros, según registraron las cámaras de seguridad. La fiscalía determinó que en ese trayecto venían haciendo “pruebas de velocidad y de destreza” antes de chocar el automóvil en el que viajaba la familia.
El matrimonio se dirigía a la casa de los abuelos maternos del pequeño, en la localidad de Alvear. La mujer explicó que salvó su vida porque su esposo, al advertir que otro automóvil los iba a impactar, atinó a bajarle la cabeza para que se coloque en posición fetal.
Además de la imputación, se dispuso que Pablo M. quede detenido. La pretensión de la fiscalía es que permanezca en esa condición hasta que se conozca la sentencia. Avalan ese pedido en que la pena en expectativa es alta, en la posibilidad de que entorpezca el proceso amedrentando a los testigos o que intente fugarse.
Familiares de Valentino, de David y de Cintia se concentraron frente al Centro de Justicia Penal para reclamar por el caso y celebraron, al finalizar la audiencia, la imputación presentada por los fiscales y la decisión del juez Facundo Becerra de dictar la prisión preventiva del automovilista que participó en la picada fatal.
LM