España está nuevamente en ebullición política. Mariano Rajoy (del Partido Popular, el PP, como José María Aznar) tuvo un cierre de gobierno convulsionado: su presidencia terminó tras la
moción de censura que los socialistas registraron el 25 de mayo de 2018. Y los últimos tres años de Pedro Sánchez (del PSOE, como Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero), aunque más estables, no han sido sencillos.
Sánchez fue investido presidente en junio de 2018. Pero debió revalidar en enero de 2020, lo que consiguió tras un acuerdo para un gobierno de coalición con Unidas Podemos, el partido de izquierda liderado por Pablo Iglesias, que hace una semana anunció que deja el gabinete para postularse para gobernar Madrid.
Iglesias y Sánchez, un socialista de centro izquierda, superaron sus diferencias políticas para crear el primer gobierno de coalición de España desde el regreso de la democracia hace cuatro décadas. Por eso su partida convulsiona al frente, aunque Iglesias, que abandona su cargo de segundo en el gobierno tras 15 meses, quiera convencer a propios y ajenos de que es la mejor decisión: dijo que está proponiendo a Yolanda Díaz, también de Unidas Podemos y actual ministra de Trabajo de España, para ocupar su lugar como viceprimera ministra. Y sostiene que su jugada política al presentarse a las elecciones de mayo para el gobierno regional de Madrid, sirve para bloquear “a los opositores de centro derecha” en la capital española.
Iglesias, con su “cola de caballo” y la camisa abierta y sin corbata, convirtió a Unidas Podemos de movimiento social -surgido durante la crisis financiera europea de 2008- en uno de los partidos más representativos de la política española. Pero el descrédito con la clase dirigencial y el antisistema han virado en la última década hacia la extrema derecha: Vox, el partido de Santiago Abascal, que hoy reclama terminar con la cuarentena en España, uno de los países más golpeados por la pandemia, es quien crece sostenidamente.
Sin embargo no es Vox el gran contendiente en Madrid, si no Isabel Díaz Ayuso, la ex periodista y actual alcaldesa, que ganó en 2019 las elecciones como presidenta de la Comunidad de Madrid siendo prácticamente una desconocida, y llega a estas como la estrella mediática de la derecha (es referente para varios políticos locales, sobre todo entre liberales y Cambiemos, que siguen de cerca su estilo petardista para comunicar y disputar liderazgos).
“Con otros políticos sus declaraciones son más neutras. Pero ella siempre garantiza titulares, bronca, notoriedad y repercusión”, explica Susanna Griso de Espejo Público. Díaz Ayuso está asesorada por Miguel Ángel Rodríguez el exsecretario de Estado de José María Aznar, y apunta a disputar mucho más que Madrid: busca también la presidencia del partido, desbancando a Pablo Casado, a quien ya logró eclipsar, como reconocen en el PP.
A días de anunciada la candidatura de Iglesias, los sondeos no marcan un gran cambio en las tendencias. Pero quizás el suficiente para inclinar la balanza para los de izquierda. Sin la presencia de Iglesias en las listas Unidas Podemos se encontraba demasiado cerca del 5%, el porcentaje de votos mínimo para entrar en la Asamblea madrileña con diputados, y corrían el riesgo de perder esas bancas.
Pero trepando al 8%, Iglesias lograría UP empuje hasta14 escaños, duplicando los 7 que posee actualmente, pasando de sexta fuerza a tercera. No obstante, la caída de Ciudadanos (un habitual socio político), que se quedaría a las puertas de la Asamblea de Madrid, permitiría al PP de Ayuso gobernar únicamente con el apoyo de Vox.
Pero algunos analistas se entusiasman con que el efecto Iglesias sea suficiente para inclinar la balanza, y que si Ciudadanos decidiera apoyar un posible gobierno del PSOE con el UP y el Más Madrid (que tendrá de candidata a Mónica García), el PP perdería la presidencia madrileña.
“Si Ayuso se sale con la suya es un fracaso y todo lo demás es secundario”, explica la lideresa de Más Madrid, que segura que podrá entenderse con Pablo Iglesias y Unidas Podemos.
“Hay un todos contra Ayuso liderado por Iglesias, pero los madrileños lo tienen muy claro”, señala la portavoz del PP en el Congreso español, Cuca Gamarra. El PP se lanzará a por los votantes de Ciudadanos y Vox en la batalla electoral, y buscará mayoría propia.
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