A menos de una semana de su estreno, ¿Quién mató a Sara? se convirtió en una de las sorpresas del año para Netflix en Latinoamérica. Este thriller melodramático mexicano
se instaló como la producción más vista en Argentina en el top diez que confecciona la plataforma.
La serie podría encasillarse dentro del típico culebrón en el que abundan los clichés correspondientes al género. Es protagonizada por el galán colombiano Manolo Cardona, que interpreta a Alex Guzmán, un hombre condenado por un crimen que no cometió y que es liberado luego de estar 18 años tras las rejas.
Al salir, sólo desea vengarse de la familia Lazcano, responsables de la muerte de su hermana (la Sara del título), por la cual fue sentenciado. Las cosas se complican cuando Alex empieza una relación sentimental con Elisa, la hija menor de los Lazcano y, sobre todo, cuando empieza a dudar de los causantes de su desgracia.
García Millán es César Lazcano, el villano inescrupuloso de “¿Quién mató a Sara?”.
El actor español Ginés García Millán da vida a César Lazcano, líder de una de las familias más poderosas de la ciudad y quien enfrenta a un Guzmán decidido a revelar oscuros secretos del clan para desquitarse.
César es el clásico villano despiadado de esas viejas telenovelas que en un principio parece no mostrar atisbos de bondad. Un hombre de negocios frío y sin escrúpulos que le hace sentir el rigor a todo aquel que vea o crea inferior a él. O sea, a casi todos.
Entre los suyos, es el jefe patriarcal que no admite insubordinaciones, un padre que quiere controlar a todos a partir del poder del dinero, y que hostiga a su hijo Chema (Eugenio Siller) por sus preferencias sexuales. Pero con el pasar de los capítulos, García Millán logra imprimirle a su personaje algunos matices sin perder credibilidad, convirtiéndolo en uno de los más jugosos de la historia.
César Lazcano es el patriarca de una poderosa familia que guarda oscuros secretos.
“Esta producción tiene temas para entretener al público, pero también es un espejo que nos pone cosas que a veces no nos gustan. Tenemos que tomar partido como seres humanos, debemos considerar esto para mejorar. Nos queda mucho por aprender, es importante que se dé visibilidad a estas actitudes y combatirlas juntos”, dijo hace poco García Millán sobre esta producción original de Netflix.
Muchos seguidores de ¿Quién mató a Sara? abrieron debates en las redes por el final sorpresivo de la primera temporada. Por suerte para ellos, la plataforma anunció que la serie ya fue renovada para una segunda entrega y no tendrán que esperar tanto para verla: se estrenará el próximo 19 de mayo.
Matías Novoa, Daniel Giménez Cacho y Antonio de la Vega son algunos de las nuevas caras que se incorporarán a la segunda entrega de ¿Quién mató a Sara?, de la productora mexicana Perro Azul, creada por el chileno José Ignacio Valenzuela –Amor a domicilio, La familia de al lado, Dama y obrero-.
Ginés García Millán fue arquero en sus tiempos de adolescente.
Un actor popular que fue arquero y pudo haber sido hotelero
García Millán nació hace 56 años en Puerto Lumbreras, una localidad de la región de Murcia, España. Pasó buena parte de su infancia y adolescencia en el hotel que regentaban sus padres en su barrio natal.
Antes de estudiar y abocarse a su vocación de actor, fue arquero en las inferiores del club Real Murcia -hoy en la tercera categoría del fútbol español- y cuentan que también se destacó bajo los tres palos del Real Valladolid Juvenil. Después de intentarlo como futbolista, se trasladó a Madrid a estudiar actuación en la Escuela de Arte Dramático de la capital.
Figura reconocida de teatro, cine y televisión, con una larga trayectoria en su país, en la Argentina puede sonar por sus roles en series como Velvet, donde encarnó a Esteban, el hermano del difunto don Rafael que había tenido un romance con Blanca, e intentaba reconquistar al personaje central interpretado por Aitana Sánchez-Gijón.
En la serie “Velvet” fue Esteban, que intentaba reconquistar a Doña Blanca.
También tuvo roles secundarios en Frágiles, un drama médico que Telefe emitió en 2014 como parte del ciclo Historias del corazón, que presentaba Virginia Lago; y en Matadero, que en la Argentina se vio por Atreseries y donde era uno de los matones de un traficante de drogas de Galicia.
Hoy, García Millán atraviesa un momento de alta exposición gracias al alcance global de un gigante del streaming como Netflix. Y, al parecer, se mantuvo ocupado durante la pandemia: además del culebrón mexicano, integró el elenco de la miniserie Libertad, un western español ambientado en la España del siglo XIX -con la cantante Bebe como protagonista-, que se estrenó el viernes pasado en la plataforma Movistar+.
Millán ha sabido abordar villanos de época en superproducciones españolas históricas como Isabel(de 2012 a 2014), sobre el reinado de Isabel La Católica -aquí se pudo ver por DirecTV-; o como La Catedral del Mar, un viaje a la Barcelona del siglo XVI -producción original de Atreseries- que hoy está disponible en Netflix.
En “Matadero” encarnó a uno de los matones de un narcotraficante.
“Habitamos los personajes también con el actor que somos, no habrá dos personajes iguales, como no hay dos actores iguales”, dijo en una entrevista reciente García Millán, que trabajó en más de treinta películas, pero que cosechó sus mayores éxitos en la pantalla chica.