El conurbano bonaerense es un “polvorín social”. Por la magnitud y la velocidad en que aumenta la pobreza ( 51%) de la mano del desempleo (14,1%), el más alto de todo
el país. Y de la suba de los precios de la canasta básica de alimentos (45,5% interanual en 2020 versus una inflación del 36,1%), llevó a que encabece la lista de aglomerados con la mayor tasa de indigencia (15,2%) de todo el país.
Ese es el cuadro social de los partidos del conurbano que integran la región más poblada del país, donde viven 12,5 millones de personas, con una población activa de 5,4 millones, y con uno de los niveles de empleo o de ocupación laboral (33,7%) más bajos de todo el país.
Con el 53,6%, la ciudad de Resistencia (Chaco) encabeza el ránking de pobreza, con un incremento de 14.3 puntos frente al 39.3% de la segunda mitad de 2019. La Ciudad de Buenos tiene el menor nivel de pobreza (16,5% o casi medio millón de pobres).
Los datos del INDEC marcan que en 2020 la pobreza en los partidos del GBA subió del 40,5% ( 5 millones de pobres) al 51% ( 6,3 millones). Y en tan solo tres años, trepó del 29,5% ( 3,5 millones) al 51% (6,3 millones). Un aumento del 80%.
Más dramático es el incremento de los más pobres: pasaron del 6,2% (743.345 indigentes) al 15,2% (1.889.003): un aumento del 155,5%.
Este salto de la pobreza y de la indigencia tiene una primera vertiente en la disparada del desempleo. Aumentó del 9,2% (511.000 personas) en el segundo semestre de 2017 al 14,1% ( 762.000) en la segunda mitad de 2020, mientras los subocupados – gente que trabaja pocas horas- pasaron del 11,6% ( 649.000) al 18% (975.000).
Así, 1.737.000 o uno de cada 3 bonaerenses en edad activa tiene problemas de empleo porque no tiene trabajo y busca empleo o hace “changas” y trabaja pocas horas aunque está dispuesto a trabajar más.
La otra vertiente es que medio millón de bonaerenses que tenían trabajo lo perdieron. En un año los ocupados de los partidos del GBA se redujeron de 5.157.000 a 4.650.000.
La tercera vertiente son los ingresos de la población que retrocedieron frente al aumento de los precios de los productos básicos, y en especial los alimentos, que lideraron la inflación y que más inciden en la gente y en las familias de menores recursos.
Todos estos datos no son más adversos porque toman en cuenta o descuentan las ayudas sociales recibidas por las familias en el período, como la AUH o el tercer bono del IFE que se pagó en agosto.
Un estudio oficial sobre la Provincia de Buenos Aires señala “que el IFE evitó que casi 700.000 bonaerenses (de los cuales alrededor de 500.000 son del Conurbano) cayeran en la indigencia y 1,2 millones (de los cuales aproximadamente 800.000 son habitantes del Conurbano) “. Por su parte, un millón de padres o madres de más de 2 millones de chicos, chicas y adolescentes perciben la AUH en el conurbano bonaerense. A pesar de esas ayudas el cuadro social bonaerense es agudo pero sin esas ayudas sería más dramático.