El Gobierno decidió relajar el super cepo al dólar y permitirle a algunos proyectos que impulsen las exportaciones el acceso al mercado de cambios. Concretamente, dejará que el 20% de las divisas
de una exportación vinculada a un nuevo proyecto de inversión sean de libre acceso.
La medida surgió del Gabinete económico y será oficializada en un Decreto firmado por el presidente Alberto Fernández en los próximos días. Según detallaron, la creación de este nuevo régimen de fomento de la inversión para la exportación apunta a “aumentar la previsibilidad de la inversión extranjera directa o de la inversión nacional financiada con crédito externo, destinada a incrementar las exportaciones”.
Este nuevo régimen permitirá que el 20% de los dólares que se obtengan de exportaciones generadas a partir de una nueva inversión sean “de libre aplicación por hasta un máximo anual equivalente al 25% del monto bruto de divisas ingresadas para el proyecto”. Según detallaron en la Casa Rosada, ese 20% podrá destinarse tanto como para el pago de deuda en el exterior como giro de utilidades y dividendos. Además, para la repatriación de las inversiones de no residentes.
Pero además, si los cobros de esas exportaciones no se aplican a los usos previstos inmediatamente, podrán ser depositados en cuentas del exterior de entidades bancos locales o en cuentas locales pero en moneda extranjera.
Según explicaron fuentes oficiales el propósito fundamental de este proyecto es “incrementar las exportaciones, crear empleo, fortalecer la competitividad de los diversos sectores económicos y fomentar un crecimiento económico sustentable y equitativo.”
Hasta ahora, las operaciones comerciales y financieras de las empresas corren por vías separadas. Las exportaciones deben ser liquidadas y los pagos de deuda o repatriación de capital requieren, en general, de un pedido de conformidad al BCRA.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, explicó el contexto de la medida: “Uno de los problemas centrales de nuestra economía es la escasez de dólares. Este fenómeno se explica por varios factores, entre los que se destacan nuestra estructura productiva, el bajo dinamismo de nuestras exportaciones y la dolarización de inversiones financieras”. Esta realidad, agregó, “se agravó en los últimos años por una política de endeudamiento en moneda extranjera irresponsable y la falta de una mirada estratégica en el desarrollo productivo y el abandono de la política industrial. Las restricciones cambiarias permiten administrar la escasez de divisas pero generan trabas para la inversión extranjera o la inversión nacional financiada con crédito externo”.
En este sentido, el Ministro de Economía Martín Guzmán sostuvo “Venimos dando pasos para construir condiciones macroeconómicas que promuevan una economía más dinámica desde lo productivo y más estable. Esta medida consiste en una adaptación del esquema de controles de capitales de modo de favorecer las inversiones en la economía real, mientras se siguen desalentando los movimientos de capitales de corto plazo y de tipos especulativos que generan inestabilidad cambiaria”.
Aún así, Guzmán defendió el super cepo: “durante la administración anterior se desreguló prácticamente de forma completa la cuenta de capital financiero y eso no redundó en un aumento de la inversión externa en la economía real”, dijo. Guzmán reconoció que para liberar aún más estos esquemas se necesitan más reservas en el Banco Central. “Esto es un proceso, no se logra de un día para otro. Mientras tanto, vamos dando pasos en la dirección que hemos señalado y el que estamos dando hoy es uno de esos pasos”, dijo,
El régimen de fomento está previsto para inversiones de los sectores foresto industriales, agroindustriales, hidrocarburÍfero, minero y de industrias manufactureras, ya sea en nuevos proyectos o en aquellos existentes pero que busquen ampliar su capacidad productiva a fin de exportar. El Gobierno se encargó de remarcar que “ no se consideran como inversiones a las colocaciones financieras y/o de portafolio; a la fusión o adquisición de empresas; o a la compra de cuotas y/o acciones o participaciones societarias”.
Este beneficio se extenderá por los próximos 15 años y apunta tanto a personas como empresas, argentinas o extranjeros, que presenten un proyecto de inversión con un monto superior a US$ 100 millones.