“No se tienen que guardar, los secretos que hacen mal“. La frase se repite en la canción “Hay Secretos”, que el grupo santafesino “Canticuénticos” publicó hace dos años. Fue con el
valor que le dieron esas estrofas que una nena de 7 años de Neuquénse animó a contar que había sufrido abuso sexual por parte de un vecino, que ahora fue condenado.
La revelación se produjo cuando una de las hermanas de la adolescente, en una conversación familiar, contó que en la escuela el profesor de música le había enseñado el tema, que específicamente se refiere al abuso sexual hacia niños y niñas.
“Hay secretos livianitos, que te llevan a volar. Y hay secretos tan pesados, que no dejan respirar. No se tienen que guardar los secretos que hacen mal“, se escucha la voz suave de su autora, Ruth Hillar.
La autora de la canción dice que conocer la historia le pareció “conmocionante”.
Los hechos ocurrieron entre 2018 y 2019 y el caso llegó a juicio en 2021. Tras la denuncia de la chica, otras dos nenas del barrio develaron que el hombre también había intentado abusar de ellas cuando tenían 7 y 8 años y aportaron su testimonio a la causa.
El hombre fue condenado la semana pasada y la canción sonó durante la audiencia.
La autora del tema musical contó algunas de las sensaciones que le dejó la noticia y la importancia de su obra: “Fue conmocionante leer todo el relato y la referencia a la canción por parte de la jueza. Es reconocer el valor del arte como posible transformador de su tiempo“, expresó Hillar.
“Que la jueza hiciera escuchar la canción en la audiencia me pareció increíble. Estoy convencida de que una canción que conmueve es una canción poderosa, que puede iluminar lugares oscuros, desarmar las estructuras de todos los días y proponer mundos más justos“, agregó la artista en una entrevista con el diario Río Negro.
La mujer contó que ya grabó la canción en portugués debido al pedido de una antropóloga brasileña que le pidió difundir el tema en las escuelas de Brasil. También relató que conoce de muchas escuelas de Argentina y Uruguay que también la usan en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).
En ese sentido Hillar recordó cuando una vez una madre la abrazó luego de un concierto: “Me dijo que ella hubiera necesitado escuchar una canción así cuando era chica, pero que me agradecía profundamente que su hija pudiera crecer protegida por este tema“.
La canción forma parte del disco “¿Por qué, por qué?”, el cuarto de Canticuénticos, presentado en 2018. Al año siguiente, tras la difusión del videoclip realizado por Bichofeo Animación, la canción empezó a viralizarse en su formato audiovisual.
En tanto en la resolución del fallo que terminó con la condena al vecino abusador, la jueza de Garantías de Zapala, Carolina González, describió el costo que significó, especialmente para la adolescente, “quitar la máscara al “buen vecino”, al “enfrentarse a un adulto que vive a pocos metros de su casa, quedar expuesta ante todos los operadores judiciales y sus allegados”.
El abusador ya fue declarado responsable por “abuso sexual simple continuado” (por la ahora adolescente) y por “abuso sexual simple continuado en grado de tentativa” (en perjuicio de las otras dos nenas), y el lunes se determinará la condena.
La letra de la canción
Hay secretos chiquitos
Que te invitan a jugar
Y hay secretos tan enormes
Que te vienen a asustar
Hay secretos livianitos
Que te llevan a volar
Y hay secretos tan pesados
Que no dejan respirar
No se tienen que guardar
Los secretos que hacen mal
No se tienen que guardar
Los secretos que hacen mal
Si no alcanzan las palabras
Para lo que hay que contar
Inventemos otro idioma
Siempre te voy a escuchar
Acá estoy
Quiero ayudarte, sé que decís la verdad
Ya no habrá que andar con miedo
Porque te voy a cuidar
No se tienen que guardar
Los secretos que hacen mal
No se tienen que guardar
Los secretos que hacen mal
No se tienen que guardar
Los secretos que hacen mal
No se tienen que guardar
Los secretos que hacen mal
Ya no habrá que andar con miedo
Porque te voy a cuidar.