No hay dudas de que en las últimas semanas en Argentina se está sintiendo el “pinchazo”. Al menos en el AMBA –la zona más castigada por los casos y por las
restricciones– es común escuchar que alguna persona cercana mayor de 60 años –o menor pero con alguna comorbilidad– recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. O que tiene turno para recibirla.
Pero es mucho más fácil -o casi seguro- escuchar que alguien de nuestro entorno “dio positivo”.
En medio de la segunda ola, con cuatro días seguidos rompiendo el récord de casos de Covid, el ritmo de la vacunación, que empezó a activarse esta semana, no alcanza al de los contagios.
En una carrera se conoce como sprint al esfuerzo máximo que realiza quien corre para recorrer el último tramo de la competencia. ¿Cuál es la meta del Gobierno hoy frente a la pandemia? La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, fue muy clara.
“Las próximas tres semanas necesitamos bajar la transmisión para poder vacunar a quienes tienen más riesgo y poder bajar la mortalidad”, dijo.
Adolfo Rubinstein, el ministro de Salud durante la gestión macrista, fue implacable al referirse al ritmo de vacunación. Y, puntualmente, a este objetivo de Vizzotti.
El Monitor Público de Vacunación indica que hasta este sábado se aplicaron 5.201.468 dosis de las 7.051.596 distribuidas. 4.478.948 personas recibieron una sola dosis y 722.520 recibieron las dos.
La brecha entre la inmunización completa y la que está “por la mitad” se ampliará aún más desde la decisión de diferir la aplicación de las segundas dosis de las tres vacunas disponibles para poder vacunar a más gente.
“Es absolutamente inviable, con el ritmo de vacunación de hoy, poder vacunar a toda la población de riesgo en tres semanas. En principio, tenemos aproximadamente 13 millones de personas en la población de riesgo, adultos mayores de 60 años o aquellas que tienen entre 18 y 59 años y comorbilidades. A hoy están vacunadas poco más de 2 millones de personas. En el mejor de los casos, están faltando por lo menos 10 millones de personas. Aun con un esquema incompleto, de una sola dosis, que creo que es a lo que se refería la ministra”, detalla a Clarín.
Esto implicaría, según Rubinstein, vacunar “arriba de 400.000 personas por día” para cumplir con la vacunación en tres semanas en el grupo que más lo necesita.
El día con más dosis aplicadas, según consta en el Monitor Público de Vacunación, fue el miércoles 7 de abril, con 197.673 dosis. Pero un comunicado que difundió este sábado por la tarde Presidencia en el que remarca “una tendencia creciente” en la inoculación que se inició el lunes, destaca que el récord se alcanzó este viernes, con 245.445 dosis.
Según explicaron a Clarín, las diferencias se deben a que las planillas y el gráfico tienen “distintos horarios de corte”, otro desfasaje en la comunicación de los datos.
La baja del fin de semana
No hay dudas de cómo fue aumentando el ritmo de vacunación semanal, pero para Rubinstein eso no alcanza para mantenerlo. “Aumentó, pero, de todas maneras, en la semana hay enormes variaciones. Porque los sábados, domingos y feriados baja a niveles mínimos de aplicaciones“.
Siempre según el monitor, el último sábado, 3 de abril, se aplicaron 57.349 dosis y el domingo 4 fueron 29.022. El fin de semana anterior habían sido menos: 51.960 el sábado 27 y 19.123 el domingo 28.
Por eso, Rubinstein da otras fechas para llegar a esa meta: “Al ritmo de hoy, se necesitarían al menos dos meses para completar al grupo de riesgo con una dosis”.
Habla de la escasez de vacunas, pero también de falta de información sobre cuándo llegarán próximos embarques.
El presidente Alberto Fernández prometió que la campaña de vacunación se acelerará a mediados de abril. Aseguró que esperan nuevos embarques de Sputnik y dos millones de inyecciones de Sinopharm.
Después del 15 de abril se estima también que llegarán las primeras 900.000 dosis de AstraZeneca, y las siguientes 3,5 millones en mayo. Para el mes próximo deberían haberse entregado también las unidades para completar 1,9 millón provistas por el mecanismo COVAX, de las que hasta ahora se recibieron solo aportó 218 mil.
El reconocido infectólogo Eduardo López, quien fue asesor del Gobierno al comienzo de la pandemia, también marca a Clarín la lentitud de la vacunación, más allá de la escasez. Y también apunta a la caída de aplicaciones los fines de semana.
“Si bien en los últimos días el ritmo aumentó a más de 120 mil aplicaciones diarias, prácticamente, caen a 50 mil los sábados y domingos, o aún menos algunos días. Ni hablar de los feriados. Por otro lado, las cifras oficiales indican que tenemos vacunados a unos 2 millones de mayores de 60. A este ritmo, a fines de mayo estarían cubiertos los mayores de 60 con una sola dosis”, detalla López.
Además, pone énfasis al decir que “si sumamos a la población con factores de riesgo de hasta 59 años, a un ritmo de más de 100 mil vacunados por día, necesitaríamos por lo menos dos meses más para inmunizarlos“. Para López, más allá de estos retrasos del fin de semana, el principal problema para cumplir con la demanda es que no se ha alcanzado, ya transitando el otoño, un stock fluido de vacunas.
Stock de vacunas
Hasta ahora, se distribuyeron a las jurisdicciones 7.051.596 dosis, pero se administraron 5.201.468, el 76,3%. La provincia que más administró de las recibidas fue San Luis (casi la totalidad) y la que menos, Misiones (60,4%).
Sobre esa diferencia respecto al stock de vacunas, López implora que esas 1.850.128 dosis “sean aplicadas ya”. También pone foco en que la Ciudad de Buenos Aires tiene bajo margen de vacunas “a aplicar”, respecto a las que recibió, mientras que en Provincia “se aplicó un 30% menos de las vacunas que se distribuyeron”.
Desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires dicen a este diario que este sábado se dieron 150 mil turnos y que “este domingo se darán 150 mil más”. A esto se le agrega la vacunación de quienes perdieron el turno en los últimos 15 dias y también recibirán su dosis: marcan un ausentismo de los turnos diarios cercano al 15%.
“Nos falta vacunar a 1,4 millones de mayores de 60. Si vacunamos a este promedio, en 20 días terminamos“, afirman desde ese ministerio bonarense.
Y comparten más datos. En Provincia se vacunó a 883.570 mayores de 60 con una dosis sobre 2.257.978 inscriptos, un total de cobertura en ese grupo del 42%. Respecto de los menores de 60, vacunaron a 71.428 con comorbilidades (16,44% del total de 434.448 inscriptos) y a 71.003 sin enfermedades preexistentes (sobre 615.685 anotados, cobertura del 11,53%).
La evolución de casos diarios de contagios en mayores de 60, en tanto, marca con fecha de diagnóstico hasta el 4 de abril un ascenso del 106,5% entre quienes tienen de 60 a 69 años.
La situación en la Ciudad
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, brindó este jueves una conferencia de prensa en la que dio los números más globales de los pinchazos porteños.
“Ya recibimos 520 mil dosis de las que aplicamos casi el 90%. Ya vacunamos a todos los mayores de 80 que se empadronaron. Si cumplen con la entrega de vacuna, vamos a vacunar de acá al fin de la semana que viene a todos los mayores de 70”, expuso. La postura porteña es que el ritmo de vacunación que tienen –prefieren no adjetivarlo– depende de las dosis que les asignan desde Nación.
En ese contexto, en la mañana de este sábado el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, aseguró que la Ciudad intentará comprar por su cuenta vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.
Sobre los plazos esperables por parte del Gobierno porteño, Santilli analizó que las gestiones porteñas quizás aporten “soluciones para fin de año o pasado el invierno en Argentina”. La Ciudad tiene vacunas disponibles para aplicar hasta el jueves de la semana que viene.
La pandemia federal
“En las últimas tres semanas, de una semana a la otra, aumentaron primero un 5% los casos, después un 11% y en la última semana el incremento de casos fue mayor al 30%. Incluso, en algunas regiones como el Area Metropolitana de Buenos Aires, el aumento de casos fue mayor al 40% en una sola semana“, precisó la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte.
Señaló que, si se considera la incidencia de casos, apenas hace una semana teníamos 48 departamentos con ambos indicadores elevados.
“Comparado con lo que pasó este domingo, solo una semana después, el número de departamentos con ambos indicadores altos, casi duplicamos el número de departamentos en alto riesgo, y de 12 de millones de personas viviendo en esos departamentos pasamos a 25 millones”, sostuvo. Entonces, los departamentos con riesgo epidemiológico elevado pasaron a ser 85.
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